claimsys
Well-known member
Hola a todos.
Hoy decidí ir al Museo. Siempre tenía una espina clavada con mis relojes, ya que deseaba retratarlos con los modelos de aeronaves que los instalaron en sus cabinas de pilotaje. Así que, en una mochila acolchada que tengo, deposité varios de mi colección y me puse manos al volante, para ejecutar mi plan fotográfico en esta maravillosa mañana que hemos tenido, con su preciosa luz.
El resultado ha sido bastante variado. Existen algunas aeronaves que instalaron, en sus distintas versiones, el mismo modelo de reloj, por lo que he podido, gracias a la gran cantidad de aeronaves que hay en el recinto (Es el 9° museo del Mundo en su temática), he podido repetir reloj en varias fotografías. Con todo este material y mis apuntes, y libros, ya tengo para casi escribir un libro en español sobre este tema.
He aquí algunas de mis fotos:
Para empezar, como grandísima casualidad, un avión de origen ruso, y recién pintado, Mig-21 de la antigua República Democrática Alemana, con su GUB/Glashütte diseñado sólo para los modelos alemanes de este avión supersónico cazabombardero, que equipó a multitud de fuerzas aéreas alineadas con el bloque soviético en los años 60, 70 y 80, y que aún sigue en servicio en algunos países.
Muy pocos ejemplares de este reloj sobreviven, ya que se montaron en parte de la flota de esta aeronave de la Alemania del Este, quizás lleguen a un poco más del millar y, restando los que queden en buen estado, como el mío, igual son cientos, como mucho. Es como tener una "edición limitada" de un Glashütte en casa.
Posee una calidad de fabricación envidiable, con 22 rubíes en su interior, y lleva cronógrafo con su contador de minutos en una subesfera. En la otra subesfera restante también lleva un reloj independiente del principal, para contabilizar el tiempo de vuelo.
Estos relojes han sido los únicos que Glashütte ha fabricado para aeronaves en toda su historia, por lo que seguirán incrementando su valor, debido a su rareza, escasez y ser firma puntera y muy prestigiosa en relojería.
Siguiendo con los aviones rusos, he fotografiado a un Mig-23 (Con sus alas de geometría variable que incrementan la "flecha" dependiendo de la velocidad de la aeronave), con el reloj que debería de ir montado en su cockpit, un, también ruso, Molnija AChS-1M. Esta familia de relojes de cockpit ha sido la más longeva en aviación de la Historia. Tienen un muy noble y suizo comienzo, ya que derivan del diseño del Jaeger-LeCoultre Chronoflite de los años treinta del pasado siglo. Empezaron siendo fabricados bajo licencia con 13 rubíes durante la Segunda Guerra Mundial, y aún se siguen fabricando en Rusia, con 25 rubíes y una altísima precisión. Prácticamente, todas las aeronaves rusas, incluídos helicópteros, llevan uno de esta familia.
No voy a dejar de incorporar a este trabajo a los aviones comprados a los rusos por la República, durante la Guerra Civil. Son ambos de la casa Polikarpov, el I-15 "Chato" y el I-16 "Mosca". El "Mosca" fue el primer caza monoplano con ala baja cantilever, es decir, de configuración moderna, que llevó instalado el tren de aterrizaje retráctil, lo que le hizo ser el caza más moderno del mundo durante algún tiempo, hasta que llegó el eterno caza enemigo alemán Messerschmitt Bf109, que desbancó a todos.
Ambos aviones rusos montaron el reloj, también ruso, Kirova AChO. Un reloj cuyo calibre se diseñó a finales del Siglo XIX en EEUU por la casa Hampden y que fue actualizándose con pequeñas modificaciones, hasta que los rusos compraron la marca, la fábrica, los diseños y la maquinaria, y se lo llevaron todo a Rusia, para empezar ellos mismos a fabricar relojes (Fue la primera fábrica de relojes soviética). Siguieron con este mismo calibre, con 15 rubíes, hasta que se deshizo la Unión Soviética, casi 100 años con el mismo diseño. Posiblemente, sea el diseño horológico de un movimiento, de una maquinaria de reloj, que más tiempo haya estado fabricándose en la Historia.
El I-15 y el I-16.
Ahora pasamos a la tecnología americana.
El primer avión que os muestro es el Consolidated PBY Catalina con su reloj Waltham CDIA. El Catalina fue un avión anfibio (amerizaba y aterrizaba), muy exitoso, diseñado poco antes de la Segunda Guerra Mundial para la Marina de los EEUU. Su principal cometido era el de avión de observación y rescate. Durante su longeva operación, también se utilizó de avión apagafuegos, que es el último servicio del ejemplar que se encuentra en el Museo.
El CDIA, al diseñarse para la Marina de EEUU, se montó también en muchas de sus prestigiosas aeronaves durante la Segunda Guerra Mundial, como el Grumman F6F Hellcat o el Vought F4U Corsair, de lo mejorcito americano de aquella época. La Marina pedía un reloj fiable, robusto, con duración de ocho días y con dial de 24 horas. Con todo ello Waltham diseñó esta maravilla. Es uno de los relojes de su clase más abundantes actualmente de aquella época, por algo será. Convivía en los paneles con el Elgin/Hamilton 37500, ya que ambos tenían las mismas medidas del tablero, y se podían intercambiar. El Elgin/Hamilton era un reloj para oficiales y jefes de grupo, pues era mucho más completo, y fue el reloj mecánico más complicado que se ha diseñado para aviación.
Las tres aeronaves siguientes montaron, en diversas etapas de su evolución, la familia A-11 de relojes de cockpit. Los americanos estandarizaron las medidas de los huecos de los tableros de instrumentos para que todas las marcas posibles diseñaran sus propios relojes con unas dimensiones y especificaciones fijas. Cualquier reloj A-X es intercambiable en el tablero con otro A-X. Sólo variaba algo el diseño de las esferas, las agujas y los calibres. En el caso del A-11, se especificaron unas dimensiones concretas y reducidas, con el color negro de la esfera y con una duración de la cuerda de ocho días.
Por este orden: Bombardero B-25 Mitchell, transporte Douglas DC-3/C-47 y entrenador avanzado North American T6 Texan, todos con su posible reloj Elgin A-11.
Estos tres aviones que se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial fueron muy emblemáticos y transformaron la aviación en todo nuestro planeta.
El B-25 fue un bombardero ligero muy protegido por sus ametralladoras. Fue la primera aeronave de EEUU que bombardeó Japón en el famoso Raid Doolittle, despegando de un portaaviones. Quizás fue el bombardero bimotor americano más famoso de la guerra. El ejemplar que se encuentra en el Museo fue abandonado por una productora de cine después de haber rodado una película en España. Se ha pintado como uno que se "requisó" a EEUU durante la Segunda Guerra Mundial por haberse perdido en territorio español. Fue el único B-25 que tuvo el Ejército del Aire y que se utilizó para estudiarlo detenidamente.
El DC-3 / C-47 "Dakota"... El "Volkswagen Escarabajo" de la aviación comercial... Fue el que realmente abrió los cielos y trazó la mayoría de las rutas aéreas que conocemos en el mundo. Servía para todo, tuvo multitud de versiones y es uno de los aviones más longevos en servicio, 80 años seguidos y todavía vuela en Colombia en líneas comerciales.
El T6. El entrenador avanzado durante décadas de la mayoría de la fuerzas aéreas de la Tierra. La cantidad de pilotos que se formaron con él es inmensa.
Otros aparatos que llevaron un reloj A-11 en sus paneles de cockpit fueron el North American P-51 Mustang y el Republic P-47 Thunderbolt, los más importantes cazas de combate de la USAF en la Segunda Guerra Mundial.
Y llegamos a un avión al que le tengo especial cariño, pues lo he estudiado y tocado yo cuando estaba en servicio, el Boeing B727. Un reactor de pasaje con tres motores en la cola. En Iberia lo llamábamos el "Hierro Volante". Siempre fiel, duradero, trabajador, robusto, pero eso sí, por el ruido que nos dejaba sin oídos, por la cantidad de combustible que gastaba y por sus sistemas obsoletos, se retiró de servicio en los primeros años de este milenio. Es bueno visitar un museo y ver algo en lo que uno ha estado trabajando.
Su reloj, al igual que la familia AChS rusa, tiene sus orígenes en el Chronoflite de Jaeger-LeCoultre de los años 30, sólo que sin evolucionar, es el mismo calibre de 13 rubíes montado en una caja más moderna. Aerosonic fabricó estos relojes en los años 70 y 80 con el citado calibre. Quién iba a pensar en los años ochenta, los años de los relojes CASIO digitales, que aún los pilotos daban cuerda a sus relojes, como sus padres, o abuelos...
Y ahora llega un reloj suizo, nacionalizado francés, un Zenith Type 20. Sí, el original de cabina, de los años treinta del pasado siglo, no la copia de Zenith actual. Este reloj se diseñó para la aviación francesa poco antes de entrar en la Segunda Guerra Mundial. Compartía diseño exterior y de esfera con el reloj Lip francés. Se empleó en numerosas aeronaves. Se da cuerda y se cambia la hora girando su bisel (al tirar hacia afuera el bisel se cambia la hora), no tenía la engorrosa corona debajo, difícil de girar en un tablero, otra solución distinta al Chronoflite, que ya tenía la corona en la misma dirección de la esfera y también era cómodo de operar.
El avión agraciado con este reloj es un avión francés de su época, que muy posiblemente no llevara este reloj instalado, un Morane Saulnier MS-230. Modelo de avión entrenador militar que empleó la República en la Guerra Civil.
Y como premio a los lectores que habéis llegado a este punto, os muestro un avión precioso que tenemos en el Museo, un impresionante y rapidísimo cazabombardero supersónico Lockheed F-104 Starfighter, avión de alerta que tuvimos en España en los años 60, con las alas afiladas como cuchillos de cortar...
Muchas gracias por aguantarme en este pequeño repaso.
Hoy decidí ir al Museo. Siempre tenía una espina clavada con mis relojes, ya que deseaba retratarlos con los modelos de aeronaves que los instalaron en sus cabinas de pilotaje. Así que, en una mochila acolchada que tengo, deposité varios de mi colección y me puse manos al volante, para ejecutar mi plan fotográfico en esta maravillosa mañana que hemos tenido, con su preciosa luz.
El resultado ha sido bastante variado. Existen algunas aeronaves que instalaron, en sus distintas versiones, el mismo modelo de reloj, por lo que he podido, gracias a la gran cantidad de aeronaves que hay en el recinto (Es el 9° museo del Mundo en su temática), he podido repetir reloj en varias fotografías. Con todo este material y mis apuntes, y libros, ya tengo para casi escribir un libro en español sobre este tema.
He aquí algunas de mis fotos:
Para empezar, como grandísima casualidad, un avión de origen ruso, y recién pintado, Mig-21 de la antigua República Democrática Alemana, con su GUB/Glashütte diseñado sólo para los modelos alemanes de este avión supersónico cazabombardero, que equipó a multitud de fuerzas aéreas alineadas con el bloque soviético en los años 60, 70 y 80, y que aún sigue en servicio en algunos países.
Muy pocos ejemplares de este reloj sobreviven, ya que se montaron en parte de la flota de esta aeronave de la Alemania del Este, quizás lleguen a un poco más del millar y, restando los que queden en buen estado, como el mío, igual son cientos, como mucho. Es como tener una "edición limitada" de un Glashütte en casa.
Posee una calidad de fabricación envidiable, con 22 rubíes en su interior, y lleva cronógrafo con su contador de minutos en una subesfera. En la otra subesfera restante también lleva un reloj independiente del principal, para contabilizar el tiempo de vuelo.
Estos relojes han sido los únicos que Glashütte ha fabricado para aeronaves en toda su historia, por lo que seguirán incrementando su valor, debido a su rareza, escasez y ser firma puntera y muy prestigiosa en relojería.

Siguiendo con los aviones rusos, he fotografiado a un Mig-23 (Con sus alas de geometría variable que incrementan la "flecha" dependiendo de la velocidad de la aeronave), con el reloj que debería de ir montado en su cockpit, un, también ruso, Molnija AChS-1M. Esta familia de relojes de cockpit ha sido la más longeva en aviación de la Historia. Tienen un muy noble y suizo comienzo, ya que derivan del diseño del Jaeger-LeCoultre Chronoflite de los años treinta del pasado siglo. Empezaron siendo fabricados bajo licencia con 13 rubíes durante la Segunda Guerra Mundial, y aún se siguen fabricando en Rusia, con 25 rubíes y una altísima precisión. Prácticamente, todas las aeronaves rusas, incluídos helicópteros, llevan uno de esta familia.

No voy a dejar de incorporar a este trabajo a los aviones comprados a los rusos por la República, durante la Guerra Civil. Son ambos de la casa Polikarpov, el I-15 "Chato" y el I-16 "Mosca". El "Mosca" fue el primer caza monoplano con ala baja cantilever, es decir, de configuración moderna, que llevó instalado el tren de aterrizaje retráctil, lo que le hizo ser el caza más moderno del mundo durante algún tiempo, hasta que llegó el eterno caza enemigo alemán Messerschmitt Bf109, que desbancó a todos.
Ambos aviones rusos montaron el reloj, también ruso, Kirova AChO. Un reloj cuyo calibre se diseñó a finales del Siglo XIX en EEUU por la casa Hampden y que fue actualizándose con pequeñas modificaciones, hasta que los rusos compraron la marca, la fábrica, los diseños y la maquinaria, y se lo llevaron todo a Rusia, para empezar ellos mismos a fabricar relojes (Fue la primera fábrica de relojes soviética). Siguieron con este mismo calibre, con 15 rubíes, hasta que se deshizo la Unión Soviética, casi 100 años con el mismo diseño. Posiblemente, sea el diseño horológico de un movimiento, de una maquinaria de reloj, que más tiempo haya estado fabricándose en la Historia.
El I-15 y el I-16.


Ahora pasamos a la tecnología americana.
El primer avión que os muestro es el Consolidated PBY Catalina con su reloj Waltham CDIA. El Catalina fue un avión anfibio (amerizaba y aterrizaba), muy exitoso, diseñado poco antes de la Segunda Guerra Mundial para la Marina de los EEUU. Su principal cometido era el de avión de observación y rescate. Durante su longeva operación, también se utilizó de avión apagafuegos, que es el último servicio del ejemplar que se encuentra en el Museo.
El CDIA, al diseñarse para la Marina de EEUU, se montó también en muchas de sus prestigiosas aeronaves durante la Segunda Guerra Mundial, como el Grumman F6F Hellcat o el Vought F4U Corsair, de lo mejorcito americano de aquella época. La Marina pedía un reloj fiable, robusto, con duración de ocho días y con dial de 24 horas. Con todo ello Waltham diseñó esta maravilla. Es uno de los relojes de su clase más abundantes actualmente de aquella época, por algo será. Convivía en los paneles con el Elgin/Hamilton 37500, ya que ambos tenían las mismas medidas del tablero, y se podían intercambiar. El Elgin/Hamilton era un reloj para oficiales y jefes de grupo, pues era mucho más completo, y fue el reloj mecánico más complicado que se ha diseñado para aviación.

Las tres aeronaves siguientes montaron, en diversas etapas de su evolución, la familia A-11 de relojes de cockpit. Los americanos estandarizaron las medidas de los huecos de los tableros de instrumentos para que todas las marcas posibles diseñaran sus propios relojes con unas dimensiones y especificaciones fijas. Cualquier reloj A-X es intercambiable en el tablero con otro A-X. Sólo variaba algo el diseño de las esferas, las agujas y los calibres. En el caso del A-11, se especificaron unas dimensiones concretas y reducidas, con el color negro de la esfera y con una duración de la cuerda de ocho días.
Por este orden: Bombardero B-25 Mitchell, transporte Douglas DC-3/C-47 y entrenador avanzado North American T6 Texan, todos con su posible reloj Elgin A-11.



Estos tres aviones que se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial fueron muy emblemáticos y transformaron la aviación en todo nuestro planeta.
El B-25 fue un bombardero ligero muy protegido por sus ametralladoras. Fue la primera aeronave de EEUU que bombardeó Japón en el famoso Raid Doolittle, despegando de un portaaviones. Quizás fue el bombardero bimotor americano más famoso de la guerra. El ejemplar que se encuentra en el Museo fue abandonado por una productora de cine después de haber rodado una película en España. Se ha pintado como uno que se "requisó" a EEUU durante la Segunda Guerra Mundial por haberse perdido en territorio español. Fue el único B-25 que tuvo el Ejército del Aire y que se utilizó para estudiarlo detenidamente.
El DC-3 / C-47 "Dakota"... El "Volkswagen Escarabajo" de la aviación comercial... Fue el que realmente abrió los cielos y trazó la mayoría de las rutas aéreas que conocemos en el mundo. Servía para todo, tuvo multitud de versiones y es uno de los aviones más longevos en servicio, 80 años seguidos y todavía vuela en Colombia en líneas comerciales.
El T6. El entrenador avanzado durante décadas de la mayoría de la fuerzas aéreas de la Tierra. La cantidad de pilotos que se formaron con él es inmensa.
Otros aparatos que llevaron un reloj A-11 en sus paneles de cockpit fueron el North American P-51 Mustang y el Republic P-47 Thunderbolt, los más importantes cazas de combate de la USAF en la Segunda Guerra Mundial.
Y llegamos a un avión al que le tengo especial cariño, pues lo he estudiado y tocado yo cuando estaba en servicio, el Boeing B727. Un reactor de pasaje con tres motores en la cola. En Iberia lo llamábamos el "Hierro Volante". Siempre fiel, duradero, trabajador, robusto, pero eso sí, por el ruido que nos dejaba sin oídos, por la cantidad de combustible que gastaba y por sus sistemas obsoletos, se retiró de servicio en los primeros años de este milenio. Es bueno visitar un museo y ver algo en lo que uno ha estado trabajando.
Su reloj, al igual que la familia AChS rusa, tiene sus orígenes en el Chronoflite de Jaeger-LeCoultre de los años 30, sólo que sin evolucionar, es el mismo calibre de 13 rubíes montado en una caja más moderna. Aerosonic fabricó estos relojes en los años 70 y 80 con el citado calibre. Quién iba a pensar en los años ochenta, los años de los relojes CASIO digitales, que aún los pilotos daban cuerda a sus relojes, como sus padres, o abuelos...

Y ahora llega un reloj suizo, nacionalizado francés, un Zenith Type 20. Sí, el original de cabina, de los años treinta del pasado siglo, no la copia de Zenith actual. Este reloj se diseñó para la aviación francesa poco antes de entrar en la Segunda Guerra Mundial. Compartía diseño exterior y de esfera con el reloj Lip francés. Se empleó en numerosas aeronaves. Se da cuerda y se cambia la hora girando su bisel (al tirar hacia afuera el bisel se cambia la hora), no tenía la engorrosa corona debajo, difícil de girar en un tablero, otra solución distinta al Chronoflite, que ya tenía la corona en la misma dirección de la esfera y también era cómodo de operar.
El avión agraciado con este reloj es un avión francés de su época, que muy posiblemente no llevara este reloj instalado, un Morane Saulnier MS-230. Modelo de avión entrenador militar que empleó la República en la Guerra Civil.

Y como premio a los lectores que habéis llegado a este punto, os muestro un avión precioso que tenemos en el Museo, un impresionante y rapidísimo cazabombardero supersónico Lockheed F-104 Starfighter, avión de alerta que tuvimos en España en los años 60, con las alas afiladas como cuchillos de cortar...
Muchas gracias por aguantarme en este pequeño repaso.

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