Miguelanxo
Well-known member
En estos días de confinamiento nuestros "veteranos" son una buena compañía.
Tenía pendiente esta esfera de un Dogma Prima. El movimiento es un ETA 853. Dogma fue, seguramente, uno de los fabricantes que logró diseños más variados e interesantes durante un largo período de tiempo. Las máquinas eran comunes a muchas de estas manufacturas (ETA, FH, KF, AS, UT...) y lo que al final acababa diferenciando aquellas marcas eran los diseños y, particularmente, las esferas. Y Dogma consiguió diseños magníficos en todos los registros, desde los más minimalistas a los más elaborados.
Esta esfera corresponde a estos últimos, muy ornamentada, y es, seguramente, de la década de los 40 o primeros 50.
Los que ya hayan seguido algunos de mis temas anteriores saben que la mayoría de las alteraciones que podemos agrupar bajo la denominación de "pátina" (variaciones sutiles de color, aparición de áreas difusas de texturas leves por envejecimiento de los materiales, etc...) no solo no me preocupan, sino que intento conservarlas para que sea patente la nobleza de la edad del reloj.
Disgresión para pasar el rato:
Los ancianos tienen una innegable belleza intrínseca. Las marcas del tiempo en su piel arrugada, en sus facciones moldeadas, en sus cabellos grises o blancos, les confieren una dignidad propia que una persona más joven no podrá conseguir jamás, sea cual sea la manera en la que se vista, se maquille o se peine. Solo el tiempo otorga esas calidades.
Un anciano (o anciana) que renuncie a esa belleza e intente mantener una supuesta belleza "juvenil" ocultando la blancura de los cabellos, inyectándose substancias que hinchen artificialmente la piel envejecida, cortando y estirando partes de su cuerpo para intentar disimular las transformaciones naturales, no solo se empeñará en una pretensión quimérica que resultará, en la mayoría de los casos, más ridícula que eficaz, sino que estará renunciando a la belleza que le pertenece por derecho de supervivencia, la que han sabido inmortalizar maestros como Rembrandt, Velázquez, Ribera, el Greco, Klimt o Rodin.
Pero eso no quiere decir que ese anciano que no quiere renunciar a la belleza que el tiempo le otorga no cuide su alimentación y tome medicamentos para aliviar la artrosis o controlar la tensión (lo que equivaldría a un buen mantenimiento de la maquinaria de nuestros "veteranos"), o se opere la cadera rota, atienda a su aseo y escoja la vestimenta y los complementos que le parezcan más favorecedores (la correa o el cuidado de una esfera dañada).
Fin de la disgresión.
En esta esfera tenía los siguientes problemas que pretendía corregir:
1. Rayazo curvo horizontal.
2. Rayazo menor y mancha a la derecha del centro.
3. Marcas de corrosión en el interior del "0" de las 10.
4. Manchas y oscurecimiento acusado en el "2" de las 12.
5. Rozadura vertical en el lateral derecho (más acusada en la realidad que en la foto).
6. Pequeño rayazo en la marca negra de las 4 (esto no era tan importante, pero ya puestos...).
Hice la restauración a pincel ( "0" y "000"). Cuando las áreas a restaurar son más amplias o tienen bordes difusos, el aerógrafo puede ser más adecuado, pero en daños como estos, el pincel puede ser mucho más preciso. Los pigmentos, acrílicos: titanio crudo (la base del blanco de titanio, no decolorada), una porción mínima de siena natural y un pequeño toque de polvo de oro y de plata, para aportar algo de metalizado que igualase el brillo (existen alternativas económicas en tiendas de bellas artes al oro y la plata auténticos, como en el pan de oro o de plata). Este asunto del brillo es determinante. Podemos llegar a igualar el color a la perfección, pero las diferencias de brillo y reflectancia pueden hacer evidentes las correcciones. La reflectancia la podemos igualar utilizando dosis de barniz o de medium en las mezclas, pero el brillo suele ser mucho más difícil de conseguir.
Este fue el resultado.
Espero que disculpen la "disgresión" pero, a fin de cuentas, ahora tenemos más tiempo para leer...
Saludos y gracias por llegar hasta aquí.
Tenía pendiente esta esfera de un Dogma Prima. El movimiento es un ETA 853. Dogma fue, seguramente, uno de los fabricantes que logró diseños más variados e interesantes durante un largo período de tiempo. Las máquinas eran comunes a muchas de estas manufacturas (ETA, FH, KF, AS, UT...) y lo que al final acababa diferenciando aquellas marcas eran los diseños y, particularmente, las esferas. Y Dogma consiguió diseños magníficos en todos los registros, desde los más minimalistas a los más elaborados.
Esta esfera corresponde a estos últimos, muy ornamentada, y es, seguramente, de la década de los 40 o primeros 50.

Los que ya hayan seguido algunos de mis temas anteriores saben que la mayoría de las alteraciones que podemos agrupar bajo la denominación de "pátina" (variaciones sutiles de color, aparición de áreas difusas de texturas leves por envejecimiento de los materiales, etc...) no solo no me preocupan, sino que intento conservarlas para que sea patente la nobleza de la edad del reloj.
Disgresión para pasar el rato:
Los ancianos tienen una innegable belleza intrínseca. Las marcas del tiempo en su piel arrugada, en sus facciones moldeadas, en sus cabellos grises o blancos, les confieren una dignidad propia que una persona más joven no podrá conseguir jamás, sea cual sea la manera en la que se vista, se maquille o se peine. Solo el tiempo otorga esas calidades.
Un anciano (o anciana) que renuncie a esa belleza e intente mantener una supuesta belleza "juvenil" ocultando la blancura de los cabellos, inyectándose substancias que hinchen artificialmente la piel envejecida, cortando y estirando partes de su cuerpo para intentar disimular las transformaciones naturales, no solo se empeñará en una pretensión quimérica que resultará, en la mayoría de los casos, más ridícula que eficaz, sino que estará renunciando a la belleza que le pertenece por derecho de supervivencia, la que han sabido inmortalizar maestros como Rembrandt, Velázquez, Ribera, el Greco, Klimt o Rodin.
Pero eso no quiere decir que ese anciano que no quiere renunciar a la belleza que el tiempo le otorga no cuide su alimentación y tome medicamentos para aliviar la artrosis o controlar la tensión (lo que equivaldría a un buen mantenimiento de la maquinaria de nuestros "veteranos"), o se opere la cadera rota, atienda a su aseo y escoja la vestimenta y los complementos que le parezcan más favorecedores (la correa o el cuidado de una esfera dañada).
Fin de la disgresión.
En esta esfera tenía los siguientes problemas que pretendía corregir:

1. Rayazo curvo horizontal.
2. Rayazo menor y mancha a la derecha del centro.
3. Marcas de corrosión en el interior del "0" de las 10.
4. Manchas y oscurecimiento acusado en el "2" de las 12.
5. Rozadura vertical en el lateral derecho (más acusada en la realidad que en la foto).
6. Pequeño rayazo en la marca negra de las 4 (esto no era tan importante, pero ya puestos...).
Hice la restauración a pincel ( "0" y "000"). Cuando las áreas a restaurar son más amplias o tienen bordes difusos, el aerógrafo puede ser más adecuado, pero en daños como estos, el pincel puede ser mucho más preciso. Los pigmentos, acrílicos: titanio crudo (la base del blanco de titanio, no decolorada), una porción mínima de siena natural y un pequeño toque de polvo de oro y de plata, para aportar algo de metalizado que igualase el brillo (existen alternativas económicas en tiendas de bellas artes al oro y la plata auténticos, como en el pan de oro o de plata). Este asunto del brillo es determinante. Podemos llegar a igualar el color a la perfección, pero las diferencias de brillo y reflectancia pueden hacer evidentes las correcciones. La reflectancia la podemos igualar utilizando dosis de barniz o de medium en las mezclas, pero el brillo suele ser mucho más difícil de conseguir.
Este fue el resultado.

Espero que disculpen la "disgresión" pero, a fin de cuentas, ahora tenemos más tiempo para leer...
Saludos y gracias por llegar hasta aquí.
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