La restauración de cuadrantes me ha dado muchos problemas y pocas o ninguna alegría, siempre que he intentado la restauración de cuadrante, ha sido un rotundo fracaso.
Hace pocos días, sobre un foro vecino, un compañero publicó un post muy interesante, sobre el uso de “calcas”, también llamadas “calcomanías”, de las usadas en modelismo, para reproducir las rotulaciones sobre maquetas de coches, barcos o aviones.
Ver aquí el post
La idea me ha parecido genial, así que quiero intentarlo.
Para hacer una prueba, he elegido un reloj, con el cuadrante muy estropeado, pero que aun se puede ver bien.
Lo he fotografiado, con una buena resolución, para tener constancia de su estado.
Lo normal sería borrarlo todo, para reconstruirlo después usando las calcas, pero a mi, esto de pintar, no es que me guste mucho y en cambio, mecanizar una cuadrante, me parece muy interesante.
Asi que, en esta primera parte, mecanizaré un cuadrante nuevo (que así me divierto un poco), y en una segunda parte, la pintaré y rotularé, como buenamente pueda.
El cuadrante saldrá de una chapa de latón de 0,35 mm de grosor.
He dibujado un cuadrado, ligeramente mayor que el cuadrante de origen, y sobre este he marcado la posición de los agujeros para los ejes de las agujas de horas-minutos y de la de segundos.
Los marco tan bien centrados como puedo.
Para verificar, despues de hecho, si es agujero salío bien centrado, conviene marcar el centro con una cruz de buen tamaño. Sobre esta cruz es muy fácil visualizar cualquier defecto en el centrado.
Taladro los agujeros a mano, con la Dremmel es muy fácil que el agujero “se corra” al taladrar.
El agujero pequeño debe tener 1,0 mm de diámetro, el grande, 1,7 mm. Pero yo voy a taladrar los dos con la broca de 1,0 mm y posteriormente aumentaré el diámetro del mayor.
Esto tiene un buen motivo.
Después de taladrados estos dos agujeros, se comprueba si la distancia entre ellos es la correcta. Si hay algún error, esos 0,7 mm que le faltan al mayor, se pueden usar para corregir la posición relativa entre los agujeros.
Efectivamente, los agujeros han salido demasiado próximos.
Para corregirlo se usa una lima de cola de ratón
Con esta lima se agranda el agujero central, haciéndolo ovalado hacia la dirección correcta.
Después taladramos con la broca de 1,5 mm sobre el ovalo.
La broca, ella sola, buscará centrarse sobre el ovalo, llevando el centro del agujero en la dirección correcta.
Aquí lo vemos, con el agujero ya terminado en su posición correcta.
Recortamos ya el cuadrado de chapa.
Con la diferencia entre los 1,5 mm que tiene el agujero ahora y los 1,7 mm que tiene el original, aun podríamos desplazar el agujero otra décima más.
Esta décima de “emergencia”, la guardo para cuando esté todo terminado.
Vemos superpuestas las dos piezas, los agujeros parecen bastante bien centrados.
Esta toma de contacto con el trabajo ha servido para ver que la precisión conseguida es un poco escasa, por tanto, pienso que debería extremar el cuidado en los pasos siguientes.
El próximo paso consiste en soldar las patas del cuadrante.
Ahora hay que hacer coincidir cuatro puntos, las dos patas y los dos agujeros, otro motivo mas para trabajar con gran cuidado.
Para fabricar las patas, he encontrado en mi trastero un trozo de cable de antena de TV, del tipo coaxial, cuya alma de cobre va perfecta.
El diámetro es de 1,0 mm. Es el correcto.
Aquí podemos ver las dos varillas, dentro de sus agujeros correspondientes, que mantienen de pie a la platina.
Para marcar la posición de las patas en la chapa pienso que lo más sencillo y exacto es usar la propia platina como plantilla, marcando a través de los agujeros que tiene para sujetar a las patas.
En esta imagen podemos ver las patas, del cuadrante original, en sus correspondientes alojamientos en la platina
El agujero para las patas en la platina es un poco mayor que las patas.
1,15 mm de diámetro el agujero, frente a 1,0 mm para las patas.
Este pequeño desfase, absorberá los pequeños defectos en el mecanizado.
Pero esto hay que entenderlo bien. Esta diferencia entre los diámetros la necesitaremos para asumir los inevitables defectos en la mecanización y no la debemos desperdiciar, trabajando con menor exactitud.
Para marcar la posición de las patas sobre la chapa, en un principio, pensé en hacer girar, a mano una broca de 1,0 mm en el agujero de la platina. Así, quedará marcado un pequeño cráter donde debe ir la pata.
Si se hace así, la marca quedará descentrada, la mitad de esos 0,15 mm. Es poca cantidad, pero si ya empezamos con errores en el marcado, al final el error puede ser demasiado grande.
Lo más fácil, y exacto, para marcar correctamente centrado, sería construir un pequeño botador, que tenga los 1,15 mm de diámetro necesarios, de forma que asiente perfectamente en su agujero.
Desempolvo el torno que compré, hace ya un año, y que ni siquiera está terminado de instalar.
Con el consabido clavo (que útiles que son, madre mía) torneo esta pieza, que por lo demás, es lo mas tonto del mundo.
Primero se tornea un cilindro de un diámetro que ajuste en su agujero.
Después se tornea una punta para marcar
Para marcar, la chapa de latón y la platina debes estar correctamente colocadas y bien sujetas la una a la otra.
Esto puede hacerse de muchas formas, desde una pinza que las presione, hasta un celo de dos caras, pasando por una gotita de cianocrilato.
Pero, como tengo preparado el torno, pienso que sería fácil, y conveniente, fabricar una pequeña pieza centradora, que retenga ambas piezas concéntricas.
Se trata de un pequeño eje, que en un extremo debe de tener los 1,5 mm del orificio de la chapa y en el otro los 0,7 mm del orificio central en la platina.
Por lo demás, su fabricación también es terriblemente sencilla
Aquí está, ya probando su ajuste en las dos piezas.
Para terminar, cortando la pieza.
Con este utillaje tan complicado :sarcastic: , vamos a intentar una exacta marcación.
Para marcar, la chapa y la platina, deben estar sujetas de forma sólida, para que el centrador trabaje bien, y además, porque el centrado del orificio para el eje de los segundos, lo haremos de forma visual y una vez colocado, debe permanecer bien inmóvil.
Para juntar la chapa y la platina, improviso una sujeción, usando unas pequeñas maderas y unas pinzas de tender la ropa.
La secuencia de fotos lo explica mejor que cualquier texto.
Este montaje, junto con el centrador que hemos construido, nos ayuda a que las piezas estén bien concéntricas.
El centrado para los segundos prefiero hacerlo de forma visual , porque este agujero lleva un rubí y pienso que, si lo uso para colocar en él otro centrador, es muy fácil que el rubí se rompa.
Para poder ver el agujero del eje de segundos, he hecho una pequeña escotadura en las maderas.
Si el montaje, con las tablas, es lo bastante sólido, el centrado visual (o sea, a “ojo”) puede ser muy exacto (o al menos, eso espero yo).
Ya esta listo para dar el martillazo.
Busco una base dura sobre la que apoyar la chapa, las mordazas de un pequeño “tornillo de banco”, para evitar que el punterazo deforme a la chapa por el otro lado.
Aquí esta el resultado.
Lo que se puede ver, en el fondo del agujero que esta mas alto, es la marca que acabamos de hacer, y que, a simple vista, parece bien centrada.
Una imagen de la chapa, ya con sus dos marcas.
El siguiente paso es soldar las patas sobre estas marcas.
Para hacer esta soldadura existe una herramienta especifica, que suelda de forma “autógena”, mediante una descarga eléctrica de gran intensidad.
La pata se suelda, sin deteriorar el cuadrante ya que el calor generado es muy alto, pero también muy localizado.
Claro que, para estos juegos, no es rentable la inversión que requiere esta maquina. Por tanto, soldaré de forma mas normal.
Podría soldar con un soldador eléctrico y con estaño. Esto resulta bastante fácil, pero la resistencia del estaño es demasiado pobre para este trabajo.
Parece mejor usar soldadura fuerte, de cobre o plata. Esta soldadura requiere mas temperatura, unos 700 ºC y por tanto, se hace con soplete de gas
Como antioxidante, se usa bórax.
En esta fotografia podemos ver todo lo que se necesita para esta soldadura, junto con las patas ya soldadas (la foto está tomada despues de soldarlas).
El bórax y la varilla de soldar estan compradas en un almacén de fontanería, el soldador está comprado en un “chino”
Para que la soldadura salga bien, lo mas importante es la preparación, mi experiencia es que sujetar las piezas con la mano, es arriesgarse a que todo salga mal.
Asi, es mejor colocarla de forma que se sostenga ella sola en su posición. La pata debe de ser muy larga, para mantener a su sistema de sujeción, bien alejado de la llama del soplete. Después de soldada, se corta a su tamaño.
Las dos varillas de cobre deben tener la punta que se va a soldar, afilada de forma bien simétrica, para que quede centrada sobre los cráteres que hemos marcado.
Ideo un montaje con una pequeña chapa de aluminio muy fino, doblada en forma de “C”.
Una marca de punzón sujetará uno de los extremos de la pata, mientras el otro será sujeto por la marca que hicimos sobre la chapa del cuadrante.
Con una secuencia de fotografías se entiende mejor que con mil palabras.
La soldadura en si, con todo bien preparado, es muy sencilla de hacer.
Se pone un poco de bórax en la unión de la pata con el cuadrante.
Se calienta el bórax, para que se funda y que asi cubra el metal
Se recorta un pequeñísimo trozo de la varilla de soldadura.
Se coloca este pequeñito trozo de soldadura junto a las piezas a soldar.
Se aplica la llama del soplete sobre las dos piezas a soldar.
Solo cuando las piezas a soldar estén lo bastante calientes, la soldadura se unirá fuertemente a ellas, se dice que la soldadura “corre” por las piezas..
La llama del mini soplete, ha dibujado en la chapa su recorrido.
Repetimos todo el proceso para la segunda pata
Tras la soldadura, cortamos un poco las patas y limpiamos los restos del fundente con un cepillo metálico en el taladro.
Ahora ya se puede probar su ajuste, que parece bastante bueno.
Aprovecho para marcar la longitud correcta de las patas y cortarlas ya a su tamaño definitivo.
Gran parte de la gracia de estas cuadrantes, es el rebaje que tienen para la pequeña aguja de los segundos.
Sin la herramienta apropiada, no podría hacerse, pero esta vez, si que la tengo.
Esta mordaza para el torno se llama “plato de tres perros” y sirve para sujetar una pieza plana, centrándola sobre un punto cualquiera. Para centrarla, lleva una pieza, como un puntero, que desliza hasta salir por el agujerito de los segundos.
Una vez sujeta la chapa, bien centrada sobre el agujero para la aguja de segundos, colocamos el plato en el torno y, poco a poco, con el buril, se va rebajando.
Un detalle del rebaje conforme se va profundizando.
Terminado, incluso pulido, que lo deja mucho mas vistoso.
Intento cortar el circulo con el torno, pero como no tienen ningún respaldo sólido sobre el que apoyar, conforme la línea de corte va adelgazando, la chapa cede hacia atrás y nunca llega a cortarse.
Lo termino de cortar con sierra de marquetería.
El proceso es mas lento y menos exacto.
De forma que, una vez recortado, hay que rectificar todo el perímetro, ya que el corte no es perfectamente circular.
Para este rectificado, monto la chapa en una base, sujetándola por el centro, de forma que pueda girar. Esto facilita mucho el trabajo.
Por fin, para terminar solo falta pulir un poco la superficie, para que quede mas vistosa.
Utilizo rojo de Paris, en aceite, sobre una superficie de cristal.
Las superficies planas para rectificar, habitualmente son de piedra y son una herramienta cara, que no es habitual en talleres caseros.
Hace poco leí que, una superficie de cristal puede usarse para este fin con aceptables resultados.
Resulta muy gracioso, al pulir, en seguida aparece una marca, mas clara, que se ve en la posición de las 10:30.
Es el punto donde se marco para soldar la pata. Allí la chapa esta levemente doblada por el punterazo y sobresale del resto de la superficie. Esto hace que al pulir, haya dejado ese punto mas claro.
Puliendo un poco mas, desaparecerá por completo.
Ahora si, se puede comprobar si todo esta en su sitio, vamos, la prueba real de si los agujero para los ejes coinciden bien.
Un detalle, con los dos ejes fotografiados desde la vertical para ver bien el centrado. Se ve claramente que los ejes estan ligeramente descentrados. Este es el cuadrante cuyas fotografias ilustran el articulo, asi que tal vez la correccion que hice con la lima de cola de raton sobraba.
Después de hacer todos estas tonterías, a ratos sueltos, durante bastantes dias, he repetido todo el proceso, pero esta vez todo seguido.
El resultado ha sido incluso un poco mejor en el segundo cuadrante.
En detalle los dos centros desde la vertical. Los ejes se ven muy cerca del centro del agujero.
Para terminar, los dos hijitos posando junto a su anciana madre
El siguiente paso, la pintura y el rotulado, vendrán en una segunda parte, cuando descanse un poco, porque las calcas, ya las he conseguido.
Como siempre, espero que os haya divertido :smile: