Para un mundo de cabeza, un post al revés...
Siempre pongo la foto del reloj primero, luego el texto y al final el video. Pero hoy, cuando todo parece estar al revés,
mas obscuro, frío, solitario y terrible, quiero hacerlo invirtiendo el orden de los factores y espero no alterar el producto.
Así que por favor pinchad en el vídeo y pasamos al texto...:guiño:
Viendo fotos viejas y recordando momentos mas felices, de hace tan solo un par de años, donde todo funcionaba
como se debía (o al menos eso aparentaba o queríamos creer...), recordando vi un mundo muy distinto al que tenemos
desde hace poco mas de un año. El otro era un mundo cotidiano, normal, con pocas sorpresas, muchas rutinas y cosas
que hacer; fiestas, reuniones, conciertos, cenas, terrazas, amigos, clubs, deporte y mil cosas que nos mantenían
entretenidos, fascinados, absortos en lo que creíamos era nuestra "realidad", nuestra vida maravillosa...
Pero ahora que el mundo está de cabeza, ahora que Neiman Marcus ha cerrado sus puertas y Bloomingdale's, ha muerto
también, ahora que Brooks Brothers "la catedral de la elegancia americana desde 1881" ha sido sepultada, ahora cuando
Savile Row está desierta y todos las preciosas y antiguas tiendas en Jermin St. cerradas, hoy que los
centros comerciales de lujo han cerrado sus puertas y sus estacionamientos se encuentran vacíos de los lujosos
Mercedes Benz, Range Rovers, Porsches y una que otra limousine, de los clientes que hoy han visto diezmadas sus fortunas.
En estas alturas de la pandemia cuando las relojerías a nivel de la calle tienen las vitrinas vacías o cerradas con tablones
de madera horribles, que dejan entrever solamente una parte de la "O" de Omega, o un pedazo de la corona de Rolex
asomándose tímidamente por el hueco de una pieza de madera contrachapada torcida o colocada a la ligera. Ahora es cuando vemos
la realidad del viejo mundo pre-pandemia, ahora que no somos nada sin nuestras prendas hermosas, ahora que no usamos
ese precioso par de zapatos hechos a mano por algún famoso artesano, hoy que el chándal, el pijama y las camisetas viejas
son la moda en las "vitrinas" del zoom en el mundo. Hoy en estos malditos tiempos, cuando te conformas con ver las tres
infelices fotos de la descripción del producto en Amazon e intentas calcular si la talla XL es 48 pulgadas, o 120 centímetros,
o menos, o mas y no estás muy seguro si pedir las zapatillas en 12USA, en 45 Europa o 43UK... Que diablos!!!
Hoy ya no importa!!!
Nadie te va a ver, ahora compras un chándal para correr al mercado con la bolsa del mandado, la mascarilla puesta que te tapa
toda la cara, embadurnado de alcohol hasta las orejas y en el coche mas practico sencillo y rápido que tengas para llegar al Waitrose,
Mercadona, Lidl, Carrefour, Hipercor, Eroski, Walmart o lo mas cercano a tu casa, de donde sales viendo ojos misteriosos que te observan
por la calle intentando reconocerte, pero no dicen nada y si dicen algo no les entiendes, pues con la boca tapada nadie habla bien,
llegas a la tienda, pasas revista al area de licores lo mas pronto posible, vuelas a las verduras, dos carnes un queso, los chips,
las botellas del agua purificada, el papel higiénico, el pan, la leche y salir literalmente huyendo de allí sin saludar a nadie y
de vuelta a casa a tomar un baño de Lisol, quitarse la ropa e intentar no tocar nada hasta que el procedimiento de higienización,
desinfección o purificación chamánica haya terminado...
Ahora es cuando nos damos verdadera cuenta de nuestra realidad pura, dura y cruda: No somos nada sin la salud y vemos que
seguimos siendo los mismos en chándal que en tuxedo, aquí en casa o en el restaurante de moda que tanto te gustaba, hoy nos
damos cuenta que no necesitábamos el lujo para vivir y que realmente nos sobran dos autos o tres; autos que igual ahora hay que
mantener y los cuales no usarás en un buen tiempo pues no hay a donde ir y si intentas venderlos nadie te los comprará.
entonces:
¿Que gran valor tienen ahora todas nuestras cosas si no sirven ya para su propósito?...
Creo que el único valor que les queda es que nos hacen recordar momentos mejores, momentos felices, momentos de ilusión y
desear mejores tiempos. Menos mal que nuestros relojes siguen y seguirán dando la hora y haciéndonos felices, en casa, en el auto,
con pandemia o sin ella, en chandal o pijama. Creo que ellos son la única cosa que perdurará en su función y en su propósito,
con nuestros relojes aun nos queda algo del otrora "lujo" que siempre nos ha hecho felices, sin importar su precio.
Saludos amigos!!!!:great: