claimsys
Well-known member

Hola a todos.
Me faltaba un reloj de cabina de aeronave de los primeros tiempos de la aviación. Todos tenéis en mente el Cartier Santos como el primer reloj que se diseñó en base a unas especificaciones de un piloto, diseñador y fabricante de aviones, pero tened en cuenta que los relojes eran artículos caros y más difíciles de fabricar que en la actualidad. Como uso de instrumento de cabina, requerían mayor fiabilidad, ligereza y precisión que la media de los movimientos fabricados hasta entonces.

Durante las dos primeras décadas de la navegación aérea, entre 1903 y los primeros años veinte, las aeronaves no disponían de una relación peso-potencia de sus motores muy aceptable, cualquier peso que se le quitase al avión era de agradecer. Los relojes eran importantes en el sentido de controlar los tiempos remanentes de combustible, las horas de vuelo de pilotos y aeronaves, el tiempo de desgaste de las piezas o para evitar volar en horas nocturnas. Las aeronaves no disponían de mucha autonomía como para poder navegar a las mismas distancias de una embarcación de entonces, y el cálculo de longitudes, mediante el control del tiempo, aún no estaba implantado en la aviación. Los cockpits de esta época acusan la falta de estos instrumentos y sólo durante la Primera Guerra Mundial es cuando ya se empiezan a instalar de manera más general.

De esta primera época es el reloj del que os voy a comentar en este post. Todo lo militar en tiempos modernos conlleva un sentido práctico, resistente, espartano y fiable. Este Omega reúne estas condiciones. Durante la guerra se pensó en un reloj que fuera fácil de desmontar, que fuera fiable con un calibre de 15 rubíes, que fuera práctico y ligero con medidas contenidas, de fácil lectura con dial en color negro y números en blanco, y que fuera lo más resistente posible, con una caja y un cristal adecuados al uso militar. Estas especificaciones llegaron con la primera normalización efectiva de este tipo de relojes que llevaron al Mark IV y Mark V posterior. Varios fabricantes se sumaron al reto, como Zenith, Doxa u Omega. Se decidió fabricar relojes del tamaño de bolsillo con una tija más larga y sin el aro para la cadena, utilizando calibres de bolsillo fiables. Estos relojes se colocarían en el cuadro de instrumentos con un soporte-adaptador fácil de instalar. Lo que no se esperaba era que llegaran a transformarse posteriormente, durante la guerra, en relojes de bolsillo con la modificación de la instalación del aro para la cadena, o para tenerlos colgados mientras no se usaban, convirtiéndose en uno de los primeros casos en que era un reloj de cockpit y de piloto, al mismo tiempo. Esta peculiaridad le hace ser un modelo de reloj muy original.

Mi Omega se fabricó en el año 1916, para los aviones de la Royal Flying Corps (Posteriormente Royal Air Force) a mitad de la guerra, cuando las heridas de las trincheras y las masacres de soldados dividían a Europa, cuando los pilotos, que veían el tiempo pasar en sus esferas, volaban sin paracaídas en aviones frágiles de madera y tela, sentándose en asientos de mimbre. Es, en los tableros de estas frágiles y livianas estructuras, donde se colocaban los soportes de estos relojes.





Este sistema tan práctico sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y se siguió utilizando posteriormente, incluído en la Segunda Guerra mundial, con unos soportes metálicos a modo de clip o de goma. El reloj era un instrumento muy caro y cobró mayor importancia cuando las distancias en la navegación aumentaron y ya se necesitó para calcular la longitud.


Cuando me llegó el reloj desde Inglaterra, ví que tenía una pátina preciosa en su caja, de años y años de envejecimiento que no pienso quitar. Debería estar con un color plata brillante como el que se observa en la parte de la caja que sujeta el cristal. También observé que tenía un rochete con algunos dientes de menos. Decidí cambiarlo por otro original que me llegó de Polonia.

Ahora, sólo le queda una revisión, limpieza del calibre y engrase. Espero que resista otros 104 años más. Es el reloj de cockpit más antiguo de mi colección.
Acabo este post con una imagen de uno de los aviones que lo llevaba volando, un Sopwith Camel.

Última edición: