ESTEBAN74
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Que quieres decir :dudoso:, entonces ya se sabe quien se esconde tras ese nombre ????¿Y sabeis lo mejor de hoy?
¡¡Hemos oido en directo a La Dama de las Nieves!! :rules::rules::rules::rules::rules:.
Que quieres decir :dudoso:, entonces ya se sabe quien se esconde tras ese nombre ????¿Y sabeis lo mejor de hoy?
¡¡Hemos oido en directo a La Dama de las Nieves!! :rules::rules::rules::rules::rules:.
.....y por habernos enseñado ese pedazo de preciosidad que "tenías en la mesilla". Que alguien ponga una foto de ese "peluco", ¡que no hay cosa más bonita!....
Os aseguro que ha sido un día extraordinario. El CANDINO es una reloj muy bonito y de muy buena presencia, y además, bueno.
Yo, que tengo el problema de ser incapaz de recordar los nombres, he disfrutado de reencontrarme con gente agradable e interesante. He conocido a Miguel. Sólo un calificativo: muy interesente.
Además, como mi reloj no funciona bien, Pedro me lo va a arreglar. No podía haber salido mejor el día.
Muchas gracias a Miguel por tan interesante conversación, tus enseñanzas de lo que es la relojería industrial y comercial de calidad y por habernos enseñado ese pedazo de preciosidad que "tenías en la mesilla". Que alguien ponga una foto de ese "peluco", ¡que no hay cosa más bonita!
Por cierto, ¡soy el mosca nº 95!, se siente por los posteriores.
No podía haber salido mejor. Muchas gracias a todo por una vivencia tan interesante, y por cierto Miguel, gracias de nuevo.
Saludos a todos.
Pues no se yo que decirte :nosena::nosena:
Saludos y salud
Salva
ya te lo digo yo :nosena::nosena::great::guiño:
Como ya es costumbre, se inaugura el hilo de la reunión...Os ruego que pongáis vuestras fotos e impresiones en este hilo para tener la información agrupada y localizable...
Quizás para la mayoría el título de mi post "Un juego de compases y 2.400 pesetas" sea algo críptico, pero algunos "privilegiados" ya saben que quizás puede ser "la mejor frase del año" que hayamos podido escuchar en el mundo de la relojería en este 2008, y que el resto entenderéis -si sois capaces de soportar este tostón mío- después de lo que tengo que contaros.
La fría mañana calentó nuestra ilusión
La mañana comenzó con un cafetito en un bar junto al Centro Relojero Pedro Izquerdo, una mañana fría, creo que la más fría que he pasado en mis últimos años. A las 12,15 ya había una importante reunión de amigos en los talleres de Pedro -todos ellos convocados para la entrega del Candino- y al poco tiempo, mientras miraba los escaparates de la tienda de Pedro llegó un señor que no conocía, uno más de varios a los que no le tenía puesto nombre a su cara. Al apurar mi cigarrillo entré de nuevo a la tienda y ya al rato, por diferentes comentarios que pude captar, me enteré de que ese señor último que había visto entrar era Miguel Rodríguez.
Un privilegio que merecía ser agradecido
Pedro y Pepa como perfectos anfitriones que siempre son, atendían a todos los allí congregados, hasta que finalmente pasamos al interior del taller y allí Pedro nos presentó oficialmente al amigo Miguel Rodríguez y uno a uno fuimos recibiendo de manos de Miguel un precioso dossier con parte de los bocetos y los planos del reloj y una bonita alfombrilla con la foto del Candino.
Llegado el momento en que Pedro me requirió para recibir los míos, sentí la obligada necesidad de expresar a Miguel Rodriguez -en nombre de todos los miembros del foro-, el agradecimiento por el trato preferente que nos ha dispensado, la diligencia del equipo Candino en Suiza por la inmediatez de todo el proceso, y sobre todo, por la cercanía humana del propio Miguel Rodríguez, por la deferencia de estar con nosotros ese día (seguro que a costa de sacrificar alguna ausencia con su familia y sus negocios) y por esa sencillez humana que se le percibe nada más verle.
La dificultad de lo bien hecho
Tras la entrega de nuestros relojes Candino, Miguel nos ilustró breve pero eficazmente sobre las complejidades técnicas y el enorme coste de desarrollo que supone cualquier proyecto de relojería que se quiera hacer de forma correcta y con las calidades que por ejemplo se concibió este Candino Diver Proffesional 300m. Posteriormente, todos juntos tomamos unos vinos y unos ágapes con los que siempre Pepa y Pedro tienen a bien obsequiarnos cada vez que visitamos su casa. Gracias Pepa una vez más por tu siempre discreto pero eficaz trabajo junto a mi "cascarrabías" favorito:rules:, sabes que te quiero mucho.
Una sobremesa memorable
Después de tertuliar en diferentes corrillos, y escuchando las primeras anécdotas relojeras del día, Miguel tuvo la gentileza de invitar a comer a todos aquellos que quisieran acompañarle, con lo que nos dispusimos a irnos al Restaurante de Celso, en donde nos atendieron maravillosamente y degustamos unos platos de sublime calidad.
Durante la comida Miguel, como si de un mago consagrado entre amigos se tratase, fue desvelándonos esos juegos de pañuelos y palomas y explicándonos como aparecen y desaparecen, mientras que la audiencia expectante y atónita percibíamos facil lo que en realidad es tan complejo saber hacer en un escenario, y por vez primera quedé atónito comprobando como mi buen amigo Pedro casi no hablaba, y se limitaba simplemente a decirnos a algunos: "...escuchad, escuchad lo que dice Miguel..."
Todos allí nos quedamos sorprendidos de saber como se monta una función de magia y el enorme entretejido y trabajo que hay entre bambalinas para que todo resulte perfecto y así, con esa sencillez nos iba descubriendo Miguel la actual situación de la alta relojería Suiza y mundial.
Por la parte personal, pudimos conocer como un niño de 18 años tuvo que sacrificar y padecer muchos de sus sueños e ilusiones para lograr alcanzar lo que hoy es, y ahí fue donde nos contó como llegó a Suiza gracias a un juego de compases que tuvo que vender por 2.400 pesetas, comprar un billete para llegar al país de las nieves y llegar allí quedándole tan sólo 400 pesetas en el bolsillo, de cómo después de tres o cuatro días sin comer le sonaban la tripas cuando vía a alguien comerse un bocadillo en el banco de un parque, de las manos agrieteadas (embadurnadas en aceite y vendadas) por el duro trabajo de peón de albañil, y de tantas y tantas estrecheces por la conquista de un sueño... ...que personalmente es con lo que me quedo de toda esa inolvidable sobremesa. De lo mucho que la industria Suiza le debe a un luchador como Miguel Rodriguez, y de como con ilusión, esfuerzo y trabajo, los sueños pueden hacerse realidad.
Ahora entiendo por qué mientras miraba el escaparate en la tienda de Pedro, y Miguel entraba en ella, era un hombre más, cercano, asequible y humano. Nunca sabremos de verdad, el auténtico valor de ese juego de compases...
Quizás para la mayoría el título de mi post "Un juego de compases y 2.400 pesetas" sea algo críptico, pero algunos "privilegiados" ya saben que quizás puede ser "la mejor frase del año" que hayamos podido escuchar en el mundo de la relojería en este 2008, y que el resto entenderéis -si sois capaces de soportar este tostón mío- después de lo que tengo que contaros.
La fría mañana calentó nuestra ilusión
La mañana comenzó con un cafetito en un bar junto al Centro Relojero Pedro Izquerdo, una mañana fría, creo que la más fría que he pasado en mis últimos años. A las 12,15 ya había una importante reunión de amigos en los talleres de Pedro -todos ellos convocados para la entrega del Candino- y al poco tiempo, mientras miraba los escaparates de la tienda de Pedro...
....llegó un señor que no conocía, uno más de varios a los que no le tenía puesto nombre a su cara. Al apurar mi cigarrillo entré de nuevo a la tienda y ya al rato, por diferentes comentarios que pude captar, me enteré de que ese señor último que había visto entrar era Miguel Rodríguez.
Un privilegio que merecía ser agradecido
Pedro y Pepa como perfectos anfitriones que siempre son, atendían a todos los allí congregados, hasta que finalmente pasamos al interior del taller y allí Pedro nos presentó oficialmente al amigo Miguel Rodríguez y uno a uno fuimos recibiendo de manos de Miguel un precioso dossier con parte de los bocetos y los planos del reloj y una bonita alfombrilla con la foto del Candino....
Llegado el momento en que Pedro me requirió para recibir los míos, sentí la obligada necesidad de expresar a Miguel Rodriguez -en nombre de todos los miembros del foro-, el agradecimiento por el trato preferente que nos ha dispensado, la diligencia del equipo Candino en Suiza por la inmediatez de todo el proceso, y sobre todo, por la cercanía humana del propio Miguel Rodríguez, por la deferencia de estar con nosotros ese día (seguro que a costa de sacrificar alguna ausencia con su familia y sus negocios) y por esa sencillez humana que se le percibe nada más verle....
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La dificultad de lo bien hecho
Tras la entrega de nuestros relojes Candino, Miguel nos ilustró breve pero eficazmente sobre las complejidades técnicas y el enorme coste de desarrollo que supone cualquier proyecto de relojería que se quiera hacer de forma correcta y con las calidades que por ejemplo se concibió este Candino Diver Proffesional 300m. Posteriormente, todos juntos tomamos unos vinos y unos ágapes con los que siempre Pepa y Pedro tienen a bien obsequiarnos cada vez que visitamos su casa. Gracias Pepa una vez más por tu siempre discreto pero eficaz trabajo junto a mi "cascarrabías" favorito:rules:, sabes que te quiero mucho.
Una sobremesa memorable
Después de tertuliar en diferentes corrillos, y escuchando las primeras anécdotas relojeras del día, Miguel tuvo la gentileza de invitar a comer a todos aquellos que quisieran acompañarle, con lo que nos dispusimos a irnos al Restaurante de Celso, en donde nos atendieron maravillosamente y degustamos unos platos de sublime calidad.
Durante la comida Miguel, como si de un mago consagrado entre amigos se tratase, fue desvelándonos esos juegos de pañuelos y palomas y explicándonos como aparecen y desaparecen, mientras que la audiencia expectante y atónita percibíamos facil lo que en realidad es tan complejo saber hacer en un escenario, y por vez primera quedé atónito comprobando como mi buen amigo Pedro casi no hablaba, y se limitaba simplemente a decirnos a algunos: "...escuchad, escuchad lo que dice Miguel..."
Todos allí nos quedamos sorprendidos de saber como se monta una función de magia y el enorme entretejido y trabajo que hay entre bambalinas para que todo resulte perfecto y así, con esa sencillez nos iba descubriendo Miguel la actual situación de la alta relojería Suiza y mundial.
Por la parte personal, pudimos conocer como un niño de 18 años tuvo que sacrificar y padecer muchos de sus sueños e ilusiones para lograr alcanzar lo que hoy es, y ahí fue donde nos contó como llegó a Suiza gracias a un juego de compases que tuvo que vender por 2.400 pesetas, comprar un billete para llegar al país de las nieves y llegar allí quedándole tan sólo 400 pesetas en el bolsillo, de cómo después de tres o cuatro días sin comer le sonaban la tripas cuando vía a alguien comerse un bocadillo en el banco de un parque, de las manos agrieteadas (embadurnadas en aceite y vendadas) por el duro trabajo de peón de albañil, y de tantas y tantas estrecheces por la conquista de un sueño... ...que personalmente es con lo que me quedo de toda esa inolvidable sobremesa. De lo mucho que la industria Suiza le debe a un luchador como Miguel Rodriguez, y de como con ilusión, esfuerzo y trabajo, los sueños pueden hacerse realidad.
Ahora entiendo por qué mientras miraba el escaparate en la tienda de Pedro, y Miguel entraba en ella, era un hombre más, cercano, asequible y humano. Nunca sabremos de verdad, el auténtico valor de ese juego de compases...
Y por otra parte, Rafa, que grande eres tu tambien, como cuentas las cosas y resumes lo que todos piensan (¿ como no te ha dado por ser politico :yes: :yes: ?).