Buenos días,
Tras las preceptivas presentaciones (Gracias por la bienvenida :guay, quiero compartir con todos vosotros mi reciente experiencia en el taller de restauración del maestro Pedro Izquierdo. Aunque quizás sea mejor empezar por el principio.
Mi padre tenía en su poder un reloj que heredó de mi abuelo. Yo sabía la marca, y sabía que funcionaba, pero no sabía mucho más. No era consciente de lo que representa la marca. Siendo pequeño lo veía, y me hacía gracia que tuviera la mitad inferior roja y la superior azul. Por supuesto, por aquel entonces no tenía ni idea de para qué. Yo sólo sabía que era el reloj de Yayo. Quizás fuera esa la primera toma de contacto con el mundo de los relojes (esa, y el enorme carrillón que tenía, y que hoy día tienen mis padres. Pese a que está parado y lleva años sin funcionar, sigue imponiéndome el estar a su lado).
Hace cosa de un mes, mi padre me dijo: “¿Quieres el reloj de Yayo? Seguro que contigo está mejor.” Y me lo dio. No me lo podía creer. Tenía en mis manos un reloj de casi 60 años, que funcionaba. Se le veía un poco roñoso y desgastado, pero funcionaba. He de decir que no recuerdo que mi padre lo llevara nunca a revisión, ni recuerdo que se le hiciera algún mantenimiento.
Me puse a buscar un lugar donde poder restaurarlo...y topé con foroderelojes y con el taller escuela de Pedro Izquierdo. Lo reconozco, nunca antes había oído hablar de él ni de su trayectoria. Me bastó con leer algunos hilos creados por usuarios para saber que había encontrado el lugar adecuado. Dicho y hecho.
Esa misma tarde me acerqué a su taller. Según entré me sobrecogió la cantidad de piezas hermosas que hay dentro. Repito, no había oído nada de Pedro Izquierdo antes, y no sabía nada del Isaac Peral hasta que lo vi en persona. Qué reloj, madre mía, qué reloj. Más tarde he tenido ocasión de leer y visionar toda la historia del proyecto Isaac Peral. Si no lo habéis leído...os lo recomiendo.
Dejé mi reloj en el taller, indicando que quería restaurarlo, darle un aspecto renovado, revisarlo y mantenerlo.
Al día siguiente me llamó Pedro Izquierdo. Escucharle hablar es como cuando eres un niño pequeño y escuchas hablar a los mayores. Es darte cuenta de lo poco que sabes y de lo mucho que él sabe. Y claro, me quitó de la cabeza todo lo que yo tenía pensado. De renovarlo, nasti de plasti, perdería su valor. De hacerlo parecer nuevo, nanai, es mejor que conserve su aire "vintage". Me hizo gracia cuando me dijo: "Yo tengo 60 años y tengo arrugas, así que el reloj déjalo como está. Es bonito así". Me hizo ver que lo mejor para mi reloj era simplemente revisarlo, engrasarlo y nada más. No tuve más remedio que confiar en su criterio y su experiencia. Él es el maestro relojero, y yo no soy maestro de nada, así que no me podía equivocar.
Pasadas tres semanas, ayer recogí el reloj. Estéticamente se ha pulido el plexi, así como ligeramente el armis. Está precioso. Pero lo importante está por dentro. Lamentablemente, no tuve la ocasión de conocer al maestro ni de saludarle, ni tampoco de que me contara qué se había encontrado al abrirlo, si se había topado con algún imprevisto, si tuvo que sustituir alguna pieza, algún detalle…A lo mejor otro día. Me comentó su asistente ayer que le habían hecho muchas fotos (como yo le pedí), pero todavía no me ha mandado el enlace, espero que me lo manden a lo largo del día. Tampoco me dejaron ningún tipo de factura o albarán, así que no puedo contar en este post qué es lo que se le ha hecho.
Sólo puedo agradecer al equipo de Pedro Izquierdo el trabajo realizado. Agradecer el cuidado con el que han tratado el legado de mi abuelo. Sin duda, no podía estar en mejores manos.
Gracias, de verdad.
PD1: No tengo permisos para subir fotos en el foro, así que no puedo mostraros fotos del antes y el después. Quizás cuando tenga más intervenciones.
PD2: El reloj de mi abuelo es un Rolex GMT Master Referencia 1675, comprado a finales de los años 60 (no sé la fecha…no había nacido ).
Tras las preceptivas presentaciones (Gracias por la bienvenida :guay, quiero compartir con todos vosotros mi reciente experiencia en el taller de restauración del maestro Pedro Izquierdo. Aunque quizás sea mejor empezar por el principio.
Mi padre tenía en su poder un reloj que heredó de mi abuelo. Yo sabía la marca, y sabía que funcionaba, pero no sabía mucho más. No era consciente de lo que representa la marca. Siendo pequeño lo veía, y me hacía gracia que tuviera la mitad inferior roja y la superior azul. Por supuesto, por aquel entonces no tenía ni idea de para qué. Yo sólo sabía que era el reloj de Yayo. Quizás fuera esa la primera toma de contacto con el mundo de los relojes (esa, y el enorme carrillón que tenía, y que hoy día tienen mis padres. Pese a que está parado y lleva años sin funcionar, sigue imponiéndome el estar a su lado).
Hace cosa de un mes, mi padre me dijo: “¿Quieres el reloj de Yayo? Seguro que contigo está mejor.” Y me lo dio. No me lo podía creer. Tenía en mis manos un reloj de casi 60 años, que funcionaba. Se le veía un poco roñoso y desgastado, pero funcionaba. He de decir que no recuerdo que mi padre lo llevara nunca a revisión, ni recuerdo que se le hiciera algún mantenimiento.
Me puse a buscar un lugar donde poder restaurarlo...y topé con foroderelojes y con el taller escuela de Pedro Izquierdo. Lo reconozco, nunca antes había oído hablar de él ni de su trayectoria. Me bastó con leer algunos hilos creados por usuarios para saber que había encontrado el lugar adecuado. Dicho y hecho.
Esa misma tarde me acerqué a su taller. Según entré me sobrecogió la cantidad de piezas hermosas que hay dentro. Repito, no había oído nada de Pedro Izquierdo antes, y no sabía nada del Isaac Peral hasta que lo vi en persona. Qué reloj, madre mía, qué reloj. Más tarde he tenido ocasión de leer y visionar toda la historia del proyecto Isaac Peral. Si no lo habéis leído...os lo recomiendo.
Dejé mi reloj en el taller, indicando que quería restaurarlo, darle un aspecto renovado, revisarlo y mantenerlo.
Al día siguiente me llamó Pedro Izquierdo. Escucharle hablar es como cuando eres un niño pequeño y escuchas hablar a los mayores. Es darte cuenta de lo poco que sabes y de lo mucho que él sabe. Y claro, me quitó de la cabeza todo lo que yo tenía pensado. De renovarlo, nasti de plasti, perdería su valor. De hacerlo parecer nuevo, nanai, es mejor que conserve su aire "vintage". Me hizo gracia cuando me dijo: "Yo tengo 60 años y tengo arrugas, así que el reloj déjalo como está. Es bonito así". Me hizo ver que lo mejor para mi reloj era simplemente revisarlo, engrasarlo y nada más. No tuve más remedio que confiar en su criterio y su experiencia. Él es el maestro relojero, y yo no soy maestro de nada, así que no me podía equivocar.
Pasadas tres semanas, ayer recogí el reloj. Estéticamente se ha pulido el plexi, así como ligeramente el armis. Está precioso. Pero lo importante está por dentro. Lamentablemente, no tuve la ocasión de conocer al maestro ni de saludarle, ni tampoco de que me contara qué se había encontrado al abrirlo, si se había topado con algún imprevisto, si tuvo que sustituir alguna pieza, algún detalle…A lo mejor otro día. Me comentó su asistente ayer que le habían hecho muchas fotos (como yo le pedí), pero todavía no me ha mandado el enlace, espero que me lo manden a lo largo del día. Tampoco me dejaron ningún tipo de factura o albarán, así que no puedo contar en este post qué es lo que se le ha hecho.
Sólo puedo agradecer al equipo de Pedro Izquierdo el trabajo realizado. Agradecer el cuidado con el que han tratado el legado de mi abuelo. Sin duda, no podía estar en mejores manos.
Gracias, de verdad.
PD1: No tengo permisos para subir fotos en el foro, así que no puedo mostraros fotos del antes y el después. Quizás cuando tenga más intervenciones.
PD2: El reloj de mi abuelo es un Rolex GMT Master Referencia 1675, comprado a finales de los años 60 (no sé la fecha…no había nacido ).