Me encantaría anunciar así los relojes San Martin:
"Ya no hay vuelta atrás. Ha visto un reloj que le parece muy distinto, muy elegante y muy bonito. Ha visto mi San Martin. Lo ha tenido en sus manos, ha apreciado su fabulosa esfera de colores alegres, diferente a la de cualquier otro reloj, ha visto sus brillos espectaculares distintivos, su aguja deslizándose suavemente sobre unos detalles muy refinados, y, claro, le ha gustado... ¿Y a quién no?"
Cualquier San Martin lleva cristal de zafiro, unos materiales y acabados espectaculares, unas máquinas muy fiables y testeadas dentro, con numerosos controles de calidad, se han afinado mucho en fábrica. Unos preciosos relojes mecánicos automáticos diferentes a todos los demás en esta nueva etapa, alegres, optimistas, frescos y, lo más importante, sorprendentemente asequibles.
"Relojes San Martin, satisfacción difícil de rechazar".
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