Que el reloj se detenga suena a que le falta potencia. Normalmente es por fricción. Necesita un aceitado y una limpieza.
Que cambie la fecha a deshora pueden ser dos cosas: que alguien haya montado las agujas fuera de posición. También puede deberse a diseño, que primero cambie el día de la semana y, más tarde, el día del mes. Normalmente los relojes no tienen potencia para mover tantas cosas juntas.
En resumen, hace falta que lo vea un relojero de confianza. Y volverá a ser el magnífico guardatiempos de muñeca que un lejano día, un relojero japonés acabó de poner a punto en la línea de montaje.