ignoto
Vivo al borde del baneo
La sanidad privada es una AUTENTICA MIERDA.
A mi madre le pegaron un virus hospitalario EN LA PRIVADA, y al final la tuve que llevar a la Sanidad Pública, donde nos pusieron al corriente de lo que pasaba (en la privada le daban el alta y que tomase Actimel).
A raíz de ello, tenía un virus en el hígado, y si no se le hacía un transplante de hígado URGENTEMENTE la palmaba...de hecho estuvo de un pelo.
Gracias a la sanidad pública, pude donar yo mismo el 70% de mi hígado en vida, haciendo un transplante "inter vivos", y ponérselo a mi madre en una operación de 12 horas.
Me quitaron el lobulo mayor, un 70% del hígado, que ahora lleva mi madre. Mi 30% se restituyó como me dijeron, y en 20 días estuve en casa.
A día de hoy estamos los dos excelentemente, y JAMÁS PODRÉ AGRADECER, COMO SE MERECEN, A TODO EL PERSONAL DE LA SANIDAD PÚBLICA EL TRATO QUE RECIBÍ. Cada mañana veo mi cicatriz, y me acuerdo de aquellas personas que hicieron posible el milagro. No hay más palabras.
Siempre, gracias.
A mi madre le pegaron un virus hospitalario EN LA PRIVADA, y al final la tuve que llevar a la Sanidad Pública, donde nos pusieron al corriente de lo que pasaba (en la privada le daban el alta y que tomase Actimel).
A raíz de ello, tenía un virus en el hígado, y si no se le hacía un transplante de hígado URGENTEMENTE la palmaba...de hecho estuvo de un pelo.
Gracias a la sanidad pública, pude donar yo mismo el 70% de mi hígado en vida, haciendo un transplante "inter vivos", y ponérselo a mi madre en una operación de 12 horas.
Me quitaron el lobulo mayor, un 70% del hígado, que ahora lleva mi madre. Mi 30% se restituyó como me dijeron, y en 20 días estuve en casa.
A día de hoy estamos los dos excelentemente, y JAMÁS PODRÉ AGRADECER, COMO SE MERECEN, A TODO EL PERSONAL DE LA SANIDAD PÚBLICA EL TRATO QUE RECIBÍ. Cada mañana veo mi cicatriz, y me acuerdo de aquellas personas que hicieron posible el milagro. No hay más palabras.
Siempre, gracias.