Miguelanxo
Well-known member
En el artículo https://www.foroderelojes.es/showthread.php/58601-%C2%BFDe-qu%C3%A9-material-es-esta-caja mostré el berenjenal en el que me había metido intentando niquelar de nuevo la caja de un Mentor con calibre EB 1268. Al descromarla descubrí que no era de latón y que el ácido del baño electrolítico había atacado terriblemente el material. Cuando intenté un primer baño de cobre, paso previo necesario para una buena fijación del níquel, el resultado empeoró. No sólo no se fijó el cobre, sino que la nueva inmersión ácida dañó aún más la caja. Así quedó:
Estaba claro que, como sucede con el aluminio o el acero, los baños electrolíticos "normales", ácidos, no servían para esta aleación, y lo primero que tenía que conseguir era identificar el material. Alphonse (ya es un agradecimiento recurrente; gracias de nuevo, amigo) me puso sobre la pista, sugiriendo el ZA, una aleación de cinc y aluminio. Louxas, que me lleva muchas horas de vuelo en esto de los niquelados, afinó la información, llegando al ZAMAK, una aleación a partir de cinc y aluminio a la que se suman manganeso y cobre, muy utilizada en la industria en general, y en la joyería y la bisutería, en particular. Durante días rebuscamos (Louxas con su formación química y yo con palos de ciego) una manera de galvanizar el ZAMAK, pero todo lo que encontrábamos parecía indicar que se trataba de un secreto arcano que nadie quería compartir. El propio Louxas (gracias mil, compañero, por la complicidad y el conocimiento compartido) me sugirió un baño de cobre alcalino y decidí probar.
Y funcionó. El cobre se fijó correctamente. No hay más secreto. Como la caja había perdido mucho material, decidí darle una capa de cinc para añadir algunas micras antes del níquel. Tenía mis dudas, pues el cinc es también muy sensible al ácido. Este es el bisel cincado.
Y sobre ese cinc, fijado sobre el cobre alcalino con el baño ácido de cinc que hice, pude niquelar sin problemas, tanto la caja como el bisel. Tuve que hacer un niquelado extremadamente largo para conseguir los grosores suficientes para que tapa y bisel encajasen de nuevo en la caja. Así quedaron, con la tapa ya ajustada en la caja. Los baños galvánicos no cubren los rayazos ni las imperfecciones. Por eso, si se quiere un acabado brillante, es necesario pulir muy bien la base y, si se quiere un acabado "espejo" (muy brillante), pulir también al final. En este caso, el pulido inicial no era posible porque ya había perdido mucha materia con los ácidos, y cuando ví el resultado del niquelado, que aportando el brillo, quedaba como satinado / arenado, me gustó y decidí dejarlo así.
Así quedó el calibre montado.
Y este es el resultado final.
Espero no haber aburrido.
¡Saludos!

Estaba claro que, como sucede con el aluminio o el acero, los baños electrolíticos "normales", ácidos, no servían para esta aleación, y lo primero que tenía que conseguir era identificar el material. Alphonse (ya es un agradecimiento recurrente; gracias de nuevo, amigo) me puso sobre la pista, sugiriendo el ZA, una aleación de cinc y aluminio. Louxas, que me lleva muchas horas de vuelo en esto de los niquelados, afinó la información, llegando al ZAMAK, una aleación a partir de cinc y aluminio a la que se suman manganeso y cobre, muy utilizada en la industria en general, y en la joyería y la bisutería, en particular. Durante días rebuscamos (Louxas con su formación química y yo con palos de ciego) una manera de galvanizar el ZAMAK, pero todo lo que encontrábamos parecía indicar que se trataba de un secreto arcano que nadie quería compartir. El propio Louxas (gracias mil, compañero, por la complicidad y el conocimiento compartido) me sugirió un baño de cobre alcalino y decidí probar.
Y funcionó. El cobre se fijó correctamente. No hay más secreto. Como la caja había perdido mucho material, decidí darle una capa de cinc para añadir algunas micras antes del níquel. Tenía mis dudas, pues el cinc es también muy sensible al ácido. Este es el bisel cincado.

Y sobre ese cinc, fijado sobre el cobre alcalino con el baño ácido de cinc que hice, pude niquelar sin problemas, tanto la caja como el bisel. Tuve que hacer un niquelado extremadamente largo para conseguir los grosores suficientes para que tapa y bisel encajasen de nuevo en la caja. Así quedaron, con la tapa ya ajustada en la caja. Los baños galvánicos no cubren los rayazos ni las imperfecciones. Por eso, si se quiere un acabado brillante, es necesario pulir muy bien la base y, si se quiere un acabado "espejo" (muy brillante), pulir también al final. En este caso, el pulido inicial no era posible porque ya había perdido mucha materia con los ácidos, y cuando ví el resultado del niquelado, que aportando el brillo, quedaba como satinado / arenado, me gustó y decidí dejarlo así.

Así quedó el calibre montado.


Y este es el resultado final.

Espero no haber aburrido.
¡Saludos!
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