Mi más emocionadas gracias
Como propietario de este Longines que un emigrante español compró en Suiza en los 50, mi abuelo, sólo puedo decir que estoy maravillado y emocionado con el resultado de la restauración. Además del valor como reloj, esta máquina posee para mi el valor sentimental de ser la herencia recibida de mi abuelo a su fallecimiento. Sus palabras fueron (dichas a una tía mía): "Dale este reloj a Marco, porque el sabrá cuidarlo". El dejarlo en manos de alguien tan competente como Pedro Izquierdo ha sido el primer paso a la hora de cuidar del reloj. El próximo será ponerle una bonita pulsera y disfrutar de cada segundo que marquen sus agujas. De verdad, muchas gracias a Pedro Izquierdo y a toda la gente que trabaja con él.
Atentamente,
Marco Antonio:great: