Bilhana
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Los hijos de Urano y Gea, los Titanes, dieron nombre al metal de color gris plata, que posee propiedades mecánicas parecidas al acero, por lo que compite con éste en muchas aplicaciones técnicas, especialmente con el acero inoxidable. Dice la Wikipedia que los relojes de titanio son un 30 por ciento más fuertes que los de acero y resisten la corrosión. Pero yo no estreno reloj de titanio como homenaje a Cronos y a sus once compañeros Titanes; tampoco lo hago porque precise un reloj un 30 por ciento más fuerte, ni tampoco porque tema que mi corrosivo entorno me estropee el reloj. Estreno reloj de titanio casi por casualidad.
Ensamblar relojes a partir de componentes conseguidos por separado suele hacerse partiendo de un elemento inicial, y adquiriendo todo aquello que es necesario para concluir la pieza. En mi caso el punto de partida es habitualmente el calibre. A partir de la maquinaria pienso en la esfera, en la caja, en las agujas,...
Pero también voy comprando componentes porque tal vez sirvan para algún proyecto futuro, o porque son baratos, o porque me atraen individualmente,... con lo que en mis cajones suele haber esferas, calibres o cajas que esperan pasar a formar parte de un proyecto concreto de reloj.
A veces transcurren meses antes de que todo encaje, pero llega ese momento en el que te das cuenta que tienes todo lo necesario para ensamblar un reloj, sin haber pensado préviamente en el conjunto. Entonces sólo hace falta recurrir a las manos de Javier (Epicuro150), y en un plis-plas estrenas reloj, ¡y menudo reloj!
Siempre que encuentro un calibre 6498 a precio razonable lo compro, y más si se trata de un antiguo Unitas, resulta sorprendente que las viejas maquinas firmadas UT bajo el volante sean mucho más fiables que las modernas ETA, pero así es. Una de las fuentes de estos calibres son pequeñas marcas relojeras fenecidas a causa de la crisis del cuarzo. Oriosa es una de ellas. En esta ocasión calibre, esfera y agujas procedían de un mismo reloj de bolsillo, algo poco habitual. Aquí el principal donante de órganos...
¿Es compatible una esfera clásica con un material moderno como el titanio? Pues yo soy de natural ecléctico, así que creo que si. Me había gustado mucho esta caja de titanio, pero exige una esfera más grande de las que habitualmente se encuentran, por lo que ha costado encontrarle el continente, pero el resultado final hace que la espera haya valido la pena.
El calibre estaba prácticamente nuevo, me fascina que en muchas ocasiones maquinarias que tienen casi medio siglo luzcan como nuevas cuando destapas el reloj, por eso me gustan los fondos vistos que, independientemente de la belleza del calibre, permiten apreciar la paradoja de que no pase el tiempo para algunos relojes.
Los números rojos de la esfera de 24 horas me han permitido elegir una correa con pespunte y reborde de ese color. Hacía muchos meses que esa correa estaba en mi cajón, tras haber sido rechazada en un proyecto anterior. Conservarla me ha permitido darle una vuelta más al tornillo de la informalidad del conjunto.
Por suerte me quedaba una hebilla de titanio para combinar adecuadamente correa, caja y esfera.
El resultado final es original, exclusivo y, sobretodo, ligero. Apenas 65 gramos en un reloj de 45 mm de diámetro
Ensamblar relojes a partir de componentes conseguidos por separado suele hacerse partiendo de un elemento inicial, y adquiriendo todo aquello que es necesario para concluir la pieza. En mi caso el punto de partida es habitualmente el calibre. A partir de la maquinaria pienso en la esfera, en la caja, en las agujas,...
Pero también voy comprando componentes porque tal vez sirvan para algún proyecto futuro, o porque son baratos, o porque me atraen individualmente,... con lo que en mis cajones suele haber esferas, calibres o cajas que esperan pasar a formar parte de un proyecto concreto de reloj.
A veces transcurren meses antes de que todo encaje, pero llega ese momento en el que te das cuenta que tienes todo lo necesario para ensamblar un reloj, sin haber pensado préviamente en el conjunto. Entonces sólo hace falta recurrir a las manos de Javier (Epicuro150), y en un plis-plas estrenas reloj, ¡y menudo reloj!
Siempre que encuentro un calibre 6498 a precio razonable lo compro, y más si se trata de un antiguo Unitas, resulta sorprendente que las viejas maquinas firmadas UT bajo el volante sean mucho más fiables que las modernas ETA, pero así es. Una de las fuentes de estos calibres son pequeñas marcas relojeras fenecidas a causa de la crisis del cuarzo. Oriosa es una de ellas. En esta ocasión calibre, esfera y agujas procedían de un mismo reloj de bolsillo, algo poco habitual. Aquí el principal donante de órganos...
¿Es compatible una esfera clásica con un material moderno como el titanio? Pues yo soy de natural ecléctico, así que creo que si. Me había gustado mucho esta caja de titanio, pero exige una esfera más grande de las que habitualmente se encuentran, por lo que ha costado encontrarle el continente, pero el resultado final hace que la espera haya valido la pena.
El calibre estaba prácticamente nuevo, me fascina que en muchas ocasiones maquinarias que tienen casi medio siglo luzcan como nuevas cuando destapas el reloj, por eso me gustan los fondos vistos que, independientemente de la belleza del calibre, permiten apreciar la paradoja de que no pase el tiempo para algunos relojes.
Los números rojos de la esfera de 24 horas me han permitido elegir una correa con pespunte y reborde de ese color. Hacía muchos meses que esa correa estaba en mi cajón, tras haber sido rechazada en un proyecto anterior. Conservarla me ha permitido darle una vuelta más al tornillo de la informalidad del conjunto.
Por suerte me quedaba una hebilla de titanio para combinar adecuadamente correa, caja y esfera.
El resultado final es original, exclusivo y, sobretodo, ligero. Apenas 65 gramos en un reloj de 45 mm de diámetro