• NORMAS PARA EL SUB-FORO "TERTULIA"

    A partir de la fecha 22/01/2012 en este sub-foro -además de las Normas Generales-, regirán las siguientes normas particulares:

    1. Los temas que se creen, serán como se indica en la descripción del subforo, para DEBATIR y OPINAR sobre temas que no estén relacionados con la relojería.

    2. Si un usuario crea un tema concreto (por ej. "Mi colección de sellos"), todos los demás aportes de dicha temática que realice, deberá hacerlos bajo el mismo hilo que inició, evitando dispersar multitud de aportes idénticos en el sub-foro. De no realizarlo de ese modo, el Staff procederá directamente a su borrado, sin más.

    3. No se permitirá la creación de temas sin sentido, de escaso interés colectivo, o cuya nula generación de debate haya ya sido comprobada con anterioridad (como por ej.: datos estadísticos, cotizaciones, frases célebres, refranes, efemérides y similares).

    4. Las intervenciones en este sub-foro NO computarán en el contador de intervenciones de los usuarios.

    5. FdR se reserva el derecho de ampliar estas normas en cualquier momento y sin previo aviso.

Centro Relojero Pedro Izquierdo

He leído esto y me identifico plenamente...

Alphonse P.

Supermoderator,
He leído esto y me identifico plenamente...

Estoy seguro que solo algunos de los de los que estamos en este foro y que tengamos mas de medio siglo de vivir en este mundo de locos,

podremos entender este magnifico articulo y que seguro nos hará recordar alguna etapa de nuestras vidas...:yes:

Os invito a leerlo y hacer vuestros propios comentarios, o compartir los recuerdos que este les provoque.:scrito:

Si alguien desea leer con música pongo una melodía que considero "Ad Hoc":


Y si deseáis leerlo en la pagina original: http://radio.uchile.cl/2013/08/17/me-cai-del-mundo-y-no-se-por-donde-se-entra-para-mayores-de-50

Me caí del mundo y no sé por dónde se entra (para mayores de 50):

Autor:Eduardo Galeano


Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente
sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco. No hace tanto, con mi mujer,
lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos,
los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron
y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y
así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo
es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien,
eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses
o el monitor de la computadora todas las navidades.

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. Es más ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. Tiramos absolutamente todo. Ya no hay
zapateros que remienden un zapato, ni colchonero que sacuda un colchón y lo deje como nuevo, ni afiladores por la calle para los cuchillos. De “por ahí”
vengo yo, de cuando todo eso existía y nada se tiraba. Y no es que haya sido mejor, es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron
con el “guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo”, pasarse al “compre y bote que ya se viene el modelo nuevo”.
Hay que cambiar el auto cada tres años porque si no, eres un arruinado. Aunque el coche esté en buen estado.
¡Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo! Pero por Dios.

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana,
sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número,
la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre. Me educaron para guardar todo. Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir.

Si, ya lo sé... Tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar
(porque éramos de hacer caso a las tradiciones) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes,
el primer cabello que le cortaron en la peluquería… ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los trapos de cocina, el segundo para los cubiertos,
el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos… ¡¡Guardábamos hasta las tapas de los refrescos!! Los corchos de las botellas,
las llavecitas que traían las latas de sardinas. ¡Y las pilas! Las pilas pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío
para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil en un par de usos.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia,
para limpiar vidrios, para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne o desenvolviendo los huevos
que meticulosamente había envuelto en un periódico el tendero del barrio! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros
para hacer adornos de navidad y las páginas de los calendarios para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas
y los fósforos usados porque podíamos reutilizarlos estando encendida otra vela, y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos
y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía “éste es un 4 de bastos”.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchíto de metal. Con el tiempo, aparecía algún pedazo derecho que esperaba a su otra mitad
para convertirse otra vez en una pinza completa. Nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos.
Y hoy, sin embargo, deciden “matarlos” apenas aparentan dejar de servir.

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de duraznos
se volvieron macetas, portalápices y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza y los corchos esperaban
pacientemente en un cajón hasta encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos
son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. De la moral que se desecha
si de ganar dinero se trata. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte en cuanto confunden el nombre de dos de sus nietos,
que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos en cuanto a uno de ellos se le cae la barriga, o le sale alguna arruga. Esto sólo es una crónica
que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a mi señora como parte de pago de otra
con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que ella me gane de mano y sea yo el entregado.

Autor:Eduardo Galeano
Encontrado y transcrito literal de:http://radio.uchile.cl/2013/08/17/me-cai-del-mundo-y-no-se-por-donde-se-entra-para-mayores-de-50

Gracias de antemano por todos vuestros comentarios!!!:great:
 
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nolodic

Active member
Estimado Alphonse, aunque no llego a los cuarenta me siento completamente identificado. Pero más que entrar a ese mundo hay que explicar a mi generación que este camino que nos ofrecen va a costar muy caro.
Este hombre lo ha explicado perfectamente, lástima que hay quien es sordo, porque no quiere oir.
 

psicoac

Active member
Claro!!!! por eso mi casa es un museo ... ya me lo dice mi mujer ... "es que no tiras nada" je,je :scrito:
Y por supuesto que tengo guardado los cordones umbilicales, los dientes, todos los dibujos de mis hijas ... hasta apunto cientos de "salidas" que tienen cons su fecha y hora ... :neutral:
Y sí, sigo guardando papeles bonitos en el garaje para fondos de cuadros o actividades de mis hijas ... y un largo etcétera ....

Así que YO TAMBIÉN ME SIENTO IDENTIFICADO QUERIDO ALPH!!! CÓMO NO!!! :guay::scrito::yes:

No obstante ... no quiero ser "derrotista" o catastrofista ... :no:
Antes ... sencillamente la psicología no existía ... los medicamentos eran pocos y malos, los lactantes morían con facilidad, los relojes .... bueno... el reloj ... ya que sólo poseías uno toda la vida,.... había muchas más guerras, existían menos derechos y había menos protección social ... los coches eran chicos y malos .... (recordáis ... el "hemos venido de un tirón" y "saldremos cuando se vaya la calor") ... en fin que todo cambia ... o bien
todo fluye .... como e gusta decir a mis pacientes ... :guay:
Gracias Alph por darnos tu sensibilidad! :guay:
 

Tirano

Active member
Curioso texto con el cual me identifico plenamente salvo en un aspecto.

Parece que si no deseas seguir con tu pareja, eres un derrotado de la vida, un alienado más de la sociedad de consumo que consume hasta personas, y creo que ese enfoque que hace el autor (y que tanto se empeñan en repetirme) no es tan claro
 

waltonjones

Consigliere
Yo he sido de los de Galeano (q.e.p.d.) hasta hace poco.
Heredé de mis padres y suegros todo lo que nunca se tiraba. Todo lo que se pueda uno imaginar y que tan bien describe el escritor fallecido.

Digo hasta hace poco porque cambié la mentalidad cuando, en una de mis incursiones por las tiendas de antigüedades, al examinar una preciosa cómoda isabelina y abrir los cajones para comprobar su estado, me los encontré llenos. Desde cuberterías a manteles. Y uno de los cajones lleno de fotos familiares de los años 30 aproximadamente.

La primera fotografía que había en el cajón, con marco y todo, era la de un niño vestido de primera comunión y con una dedicatoria que decía: "A mis abuelos, con todo cariño".

Supongo que los hijos o nietos de ese niño, serían los que se deshicieron de los muebles de la casa de los abuelos y ni siquiera se molestaron en abrir los cajones y, si lo hicieron, les dio igual lo que había dentro aunque fueran recuerdos familiares muy estimados en otro tiempo por sus antepasados.

Así que desde entonces, guardo lo menos posible. Y menos que voy a guardar. Un día del año pasado me avisó el portero de mi casa de que habían robado en los cuartos trasteros durante el fin de semana y que bajara a comprobar si me habían abierto la puerta y ver si faltaba algo. Mi respuesta fue: "Ahora voy. A ver si he tenido suerte y me lo han vaciado".

Salu2
 

psicoac

Active member
Es verdad estimado Walton ... nos "aferramos" a cosas a las que "investimos" psicoanalíticamente hablando y después resulta que en realidad ... no somos eso ... somos mucho más ... pero que no lo valoramos ... :neutral:
Muy, muy interesante reflexión, muchas gracias!!! :ilove:
Editoa para añadir ... que ese concepto hace unos años que lo aplico a los relojes y me va muy pero que muy bien ... FELIZ!!! ... (de nuevo, EMHO el concepto de FLUIR) :great:
Saludos
 

waltonjones

Consigliere
Lo que pienso, amigo Psico, es que nos creemos que tenemos "cosas", incluidos los relojes. En realidad no tenemos nada.

Son las "cosas" y los relojes los que nos tienen a nosotros. Y un buen día (o malo), adoptarán a otro dueño.
 

psicoac

Active member
Lo que pienso, amigo Psico, es que nos creemos que tenemos "cosas", incluidos los relojes. En realidad no tenemos nada.

Son las "cosas" y los relojes los que nos tienen a nosotros. Y un buen día (o malo), adoptarán a otro dueño.


.... así pienso mi querido amigo :yes: ... aunque yo no lo habría sabido explicar mejor ... :no:
me es muy curioso constatar cómo de vez en cuando un coleccionista pone en venta una gran cantidad de articulos que sin duda lleva atesorando años y años ... a precios irrisorios ... digamos "para alejarse de ellos" ... y que pasen a alguien que los valore y poder "zafarse" de esa pesada losa y responsabilidad para con él mismo y con la historia ...
Los que atesoramos y atesoramos cosas ... e "invertimos" en ellas ... uhmmm tenemos mucho que "aprender" aún ... porque las cosas nos trascienden ...
Gracias! :guay:
 

psicoac

Active member
... siempre pienso que haré llegado el momento con todo lo que mis hijas no quieran ... :neutral:
 
Última edición:

enay

Moderador
Cambian los tiempos, y también la mentalidad.

Cuando nuestros abuelos vieron la primera vez un programa de televisión, les debió resultar sorprendente, y hoy es algo cotidiano. Del mismo modo, la percepción de la caducidad de las cosas. De hecho, ahora se fabrican para que duren un tiempo programado. Antes se fabricaba de otro modo. Mejor o peor, es opinable, pero distinto seguro. También tenemos otra percepción distinta del tiempo. Ahora, todo es para ya. Antes las cosas se empezaban y acababan a oro ritmo, y todo esto influye en los hábitos. Avances lo llaman unos, otros lo llaman atrasos, pero lo cierto es que las cosas cambian.

Personalmente, me gusta lo nuevo, pero tengo nostalgia de lo antiguo.:cry::cry:
 
Me encanta el artículo. El marketing hace mucho para vender vender y vender. Yo valoro mucho las cosas y la gente que quiero e intento conservarlos como me gustaría que hicieran conmigo pero muchas veces inconscientemente caigo en la trampa del consumismo
 

Fildi

New member
Un articulo precioso Alphonse. Me siento identificado al 100%.

La obsolescencia programada. Pilar clave del capitalismo. :sarcastic:
 

RIOAZA

New member
Yo creo que los que tenemos unos cuantos años nos identificamos plenamente. Hace unos meses tiré el esmoquin que utilizaba a los 20 años para ir los sábados por la noche al concierto del Teatro Real ( ahora van en tejanos), pues pensé varias veces en ir al contenedor a recuperarlo y así con todo, mis armarios y tengo 3 parecen un almacén de todo lo que no volveré a utilizar en la vida, pero es como un resumen de mi existencia y no me atrevo a tirarlo.
 

nolodic

Active member
Bien.
Yo me había centrado en los renglones que explican la nueva moda de "tirar cosas que funcionan ", tal vez porque me repatea la obsolescencia programada. Pero del enfoque de guardar reliquias no me percaté.
Yo también tengo un trastero que espero que me roben algún día, pero por lo visto los ladrones son más sensatos que yo.
Está claro que los extremos no son buenos.
 

Omnes Feriunt

New member
Además de ser una delicia de texto, no sólo estoy de acuerdo con lo que dice, sino que incluso veo momentos de mi propia vida en él. Cuando se refiere al "pasado efímero" no puedo evitar pensar en lo que nuestro poeta llamó "El mañana efímero", supongo que Galeano cuando lo escribió también lo pensó.

Muchas gracias por compartir este texto Alphonse P. :guay:.
 

Joanot

Active member
Entre los habituales, soy de los más viejos y por supuesto que me siento identificado con ese texto ¿tan extenso, eh Alph? Que se me han herniado las córneas del esfuerzo... :he: Otro día me haces un resumen. :rofl::rofl:

Al lio, yo me pongo histérico cuando pillo material eléctrico que no se puede desmontar. Por ejemplo, esas clavijas que tienen tornillos que solo se pueden apretar. :grrrrrr::grrrrrr::grrrrrr::grrrrrr::grrrrrr:
 

jvirago

Active member
Yo,con casi 60 tacos, me identifico plenamente con lo leído. Estamos guardando diariamente bolsas de reciclado de todo,papel,vidrio,envases y sin embargo cambiamos con toda facilidad televisiones que funcionan,neveras,móviles... Todo cosas que contaminan una barbaridad y a nadie le importa.

Grcs por tan maravilloso artículo

Saludos. Jvirago
 

Eusebio

Well-known member
Maravilloso querido Alphonse, me identifico plenamente con ese texto. Lástima que se nos fue D. Eduardo Galeano hace una semana escasa, era todo un señor de las letras. Descanse en paz. Hay párrafos que son verdaderas joyas que te llevan a sonreír e incluso a la carcajada.

Gracias por ponerlo.
 

Alphonse P.

Supermoderator,
Maravilloso querido Alphonse, me identifico plenamente con ese texto. Lástima que se nos fue D. Eduardo Galeano hace una semana escasa, era todo un señor de las letras. Descanse en paz. Hay párrafos que son verdaderas joyas que te llevan a sonreír e incluso a la carcajada.

Gracias por ponerlo.

Gracias por tu respuesta estimado Eusebio, si te das cuenta puse este tema un día después del fallecimiento de Eduardo Galeano (cuando me enteré de su partida),
a modo de muy humilde homenaje de mi parte... Y ya que no soy muy de homenajes "póstumos" (creo que las grandes mentes no mueren, pues siguen vivas y evolucionando en las ideas que nos dejan)
puse esto; pero no quise que tuviese tono funerario.

Coincido con tu muy respetable y querida opinión amigo, saludos y muy buena noche para ti!!!:great:

http://www.correodelsur.com/20150414/cultura/eduardo-galeano-muere-en-uruguay-a-los-74-anos
 
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