RICHARD SAMPER
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Escape 1
Apreciados señores, no estoy seguro si es en este lugar donde debo emplazar este tema pero lo hago siguiendo un ling que tuvo la amabilidad de darme uno de los más icónicos interventores del foro. Si cometo un error es por “mía culpa” por favor perdónenme, y lentamente iré tomando destreza como para no cometerlos.
El escape, en toda clase de relojes, es el órgano situado entre el rodaje y el órgano regulador. Como su nombre indica, deja escapar una pequeñísima cantidad de energía, procedente del órgano motor, que se transmite en forma de impulsión al órgano regulador con el fin de mantener el movimiento oscilante de este último.
El escape es la parte del reloj mecánico que bloquea y libera el rodaje a intervalos de frecuencia constante, determinada por el órgano regulador del reloj y además mantiene la oscilación de éste, proporcionándole regularmente el impulso necesario. Al bloquear el rodaje en momentos sucesivos, el escape posibilita que el destensado del muelle real, o el descenso de las pesas, en relojes con este sistema motor, no sean instantáneos sino pausados y prolongados durante uno o más días. Y al liberarlo al ritmo fijo, impuesto por el órgano regulador, hace que el movimiento del tren de ruedas se desarrolle conforme a esa cadencia, en periodos que duran entre 10 y 15 milésimas de segundo, según los mecanismos, convirtiéndolo en movimiento controlado, medido. Lo ideal en el escape es que perturbe lo menos posible el isocronismo del órgano regulador, para lo que cuanto menos duren los periodos de contacto entre uno y otro mejor; siendo también relevante su rendimiento mecánico, que trasmita al órgano regulador la mayor cantidad posible de la energía que recibe, aunque en este aspecto ya está muy limitado por las pérdidas operadas en el tren de ruedas, debido a la inercia de las masas móviles que componen la máquina, sus choques y rozamientos, consiguiéndose apenas que trasmita al órgano regulador el 30 % de la fuerza que sale del barrilete, y eso en el mejor de los casos.
Aunque se conocen cientos de variantes de escape, todos pueden agruparse en tres grandes grupos: escapes de retroceso; escapes de reposo frotante y escapes libres. En los primeros, a cuyo tipo pertenece el escape de rueda catalina, se interpone entre el órgano regulador y la rueda de escape un elemento que está en contacto permanente con ambos, de manera que cuando el volante recorre el camino de regreso de su arco de oscilación suplementaria trasmite este retroceso al rodaje a través de ese elemento intermedio, perturbando la marcha del reloj. Al propio tiempo el contacto permanente del volante con el escape perturba considerablemente el isocronismo de aquél. En los escapes de reposo frotante el volante y los elementos del escape están también en contacto permanente, pero no hay elemento intermediario entre el eje de rotación del volante y la rueda de escape, que impulsa directamente al volante sobre ese eje, por lo que no se produce el retroceso, perteneciendo a esta clase el escape de cilindro. En los escapes libres no hay contacto entre el regulador y los órganos del escape, salvo en las fases de despeje e impulso, lográndose que el volante oscile libremente en la mayor parte de su recorrido (durante todo el arco de oscilación suplementaria), por lo que son con diferencia los de mejor rendimiento mecánico y los que menos perturban el isocronismo del órgano regulador. A esta clase de escapes pertenece el escape de áncora suizo.
EL escape de áncora suizo es el que veremos y hace parte de los llamados escapes libres porque durante el arco de oscilación suplementario del volante lo dejan libre de su influencia o, dicho de otra manera, no se produce contacto entre órganos más que en el momento preciso de la acción conjunta. Con los escapes libres, el volante espiral puede mejorar su amplitud de funcionamiento, con el resultado de mayor fiabilidad y precisión.
DESCRIPCIÓN DEL ESCAPE DE ÁNCORA.
El escape de áncora suizo es el más usual y es el que nos ocupará en este estudio. Se compone de:
1. La rueda de Escape o rueda de áncora.
2. El áncora.
3. El platillo.
Ver el adjunto 11426
Ver el adjunto 11427
Esta imagen última, la saqué de internet y la puse en este post sin niguna alteración
DESCRIPCIÓN SUMARIA DEL FUNCIONAMIENTO DE ESCAPE DE ÁNCORA
Una vez armado el muelle real, los dientes de la rueda de escape resbalan por los labios que lleva el áncora (paletas) Durante este deslizamiento, el áncora hace ir a la horquilla de un tope hacia otro y arrastra la elipse y por lo tanto también el volante. El arrastre de la elipse por el movimiento del áncora se efectúa por la entrada que está en la entrada de la horquilla.
Después de deslizarse un diente por el plano de impulsión de una de las paletas, otro diente de la rueda se detiene en la superficie de descanso de la otra paleta.
Mientras la rueda está detenida prosigue la oscilación del volante. En ese momento, la clavija de platillo (elipse) se encuentra enteramente fuera de la entrada.
Durante esta oscilación del volante, la espiral de ha extendido, o tensado, hasta detener el volante y obligarlo a repetir el movimiento en dirección contraria. La elipse penetra nuevamente en la entrada para dejar que el áncora pivote para dejar libre la rueda.
El diente que se había detenido en la superficie de descanso, queda libre; resbala por el plano de impulsión de la paleta y transmite otra vez enérgicamente su movimiento al volante. Y así sucesivamente.
LA RUEDA DE ESCAPE
La rueda de escape, también llamada rueda de áncora es el último componente del tren de rodaje, a su vez es la primera pieza o componente del sistema de escape es el nexo o elemento de conjunción entre el rodaje y el escape. Es un disco con una dentadura especial que en el sistema de escape que nos ocupa (suizo) tiene 15 dientes y en su centro va fijo un eje dotado de un pivote en cada extremo y con un fresado de dientes que le dan la categoría de eje piñón, el pitón inferior va metido en el rubí de la platina y el pivote superior en un rubí del puente de rodaje, el piñón entra en contacto con la rueda tercera y recibe de ella la energía manifiesta en movimiento giratorio y al estar dicho piñón fijo en el disco de escape hace mover el disco por consiguiente sus dientes, los dientes de la rueda de escape son de un diseño especial y hacen contacto con las paletas del áncora al choque de los dientes de la rueda de escape con las paletas se debe el “tic-tac” característico del reloj mecánico. La rueda de escape está hecha de acero ejerce fricción y fuerza controlada con el áncora o paleta, por cada impulso, hay una entrada de presión en el rubí o labio de rubí posicionado de lado derecho de la paleta y una salida o escape en el rubí o labio de rubí posicionado de lado izquierdo de la paleta
Caída de un escape: es el arco o ángulo recorrido en vacío por la rueda de escape entre el final del impulso en una paleta y la caída del siguiente diente en la otra paleta. Según se produzca al interior o al exterior de las paletas, se habla de caída exterior o interior.
Podemos ver en la figura de abajo la rueda de escape.
Ver el adjunto 11428
Ver el adjunto 11429
Ver el adjunto 11430
Apreciados señores, no estoy seguro si es en este lugar donde debo emplazar este tema pero lo hago siguiendo un ling que tuvo la amabilidad de darme uno de los más icónicos interventores del foro. Si cometo un error es por “mía culpa” por favor perdónenme, y lentamente iré tomando destreza como para no cometerlos.
El escape, en toda clase de relojes, es el órgano situado entre el rodaje y el órgano regulador. Como su nombre indica, deja escapar una pequeñísima cantidad de energía, procedente del órgano motor, que se transmite en forma de impulsión al órgano regulador con el fin de mantener el movimiento oscilante de este último.
El escape es la parte del reloj mecánico que bloquea y libera el rodaje a intervalos de frecuencia constante, determinada por el órgano regulador del reloj y además mantiene la oscilación de éste, proporcionándole regularmente el impulso necesario. Al bloquear el rodaje en momentos sucesivos, el escape posibilita que el destensado del muelle real, o el descenso de las pesas, en relojes con este sistema motor, no sean instantáneos sino pausados y prolongados durante uno o más días. Y al liberarlo al ritmo fijo, impuesto por el órgano regulador, hace que el movimiento del tren de ruedas se desarrolle conforme a esa cadencia, en periodos que duran entre 10 y 15 milésimas de segundo, según los mecanismos, convirtiéndolo en movimiento controlado, medido. Lo ideal en el escape es que perturbe lo menos posible el isocronismo del órgano regulador, para lo que cuanto menos duren los periodos de contacto entre uno y otro mejor; siendo también relevante su rendimiento mecánico, que trasmita al órgano regulador la mayor cantidad posible de la energía que recibe, aunque en este aspecto ya está muy limitado por las pérdidas operadas en el tren de ruedas, debido a la inercia de las masas móviles que componen la máquina, sus choques y rozamientos, consiguiéndose apenas que trasmita al órgano regulador el 30 % de la fuerza que sale del barrilete, y eso en el mejor de los casos.
Aunque se conocen cientos de variantes de escape, todos pueden agruparse en tres grandes grupos: escapes de retroceso; escapes de reposo frotante y escapes libres. En los primeros, a cuyo tipo pertenece el escape de rueda catalina, se interpone entre el órgano regulador y la rueda de escape un elemento que está en contacto permanente con ambos, de manera que cuando el volante recorre el camino de regreso de su arco de oscilación suplementaria trasmite este retroceso al rodaje a través de ese elemento intermedio, perturbando la marcha del reloj. Al propio tiempo el contacto permanente del volante con el escape perturba considerablemente el isocronismo de aquél. En los escapes de reposo frotante el volante y los elementos del escape están también en contacto permanente, pero no hay elemento intermediario entre el eje de rotación del volante y la rueda de escape, que impulsa directamente al volante sobre ese eje, por lo que no se produce el retroceso, perteneciendo a esta clase el escape de cilindro. En los escapes libres no hay contacto entre el regulador y los órganos del escape, salvo en las fases de despeje e impulso, lográndose que el volante oscile libremente en la mayor parte de su recorrido (durante todo el arco de oscilación suplementaria), por lo que son con diferencia los de mejor rendimiento mecánico y los que menos perturban el isocronismo del órgano regulador. A esta clase de escapes pertenece el escape de áncora suizo.
EL escape de áncora suizo es el que veremos y hace parte de los llamados escapes libres porque durante el arco de oscilación suplementario del volante lo dejan libre de su influencia o, dicho de otra manera, no se produce contacto entre órganos más que en el momento preciso de la acción conjunta. Con los escapes libres, el volante espiral puede mejorar su amplitud de funcionamiento, con el resultado de mayor fiabilidad y precisión.
DESCRIPCIÓN DEL ESCAPE DE ÁNCORA.
El escape de áncora suizo es el más usual y es el que nos ocupará en este estudio. Se compone de:
1. La rueda de Escape o rueda de áncora.
2. El áncora.
3. El platillo.
Ver el adjunto 11426
Ver el adjunto 11427
Esta imagen última, la saqué de internet y la puse en este post sin niguna alteración
DESCRIPCIÓN SUMARIA DEL FUNCIONAMIENTO DE ESCAPE DE ÁNCORA
Una vez armado el muelle real, los dientes de la rueda de escape resbalan por los labios que lleva el áncora (paletas) Durante este deslizamiento, el áncora hace ir a la horquilla de un tope hacia otro y arrastra la elipse y por lo tanto también el volante. El arrastre de la elipse por el movimiento del áncora se efectúa por la entrada que está en la entrada de la horquilla.
Después de deslizarse un diente por el plano de impulsión de una de las paletas, otro diente de la rueda se detiene en la superficie de descanso de la otra paleta.
Mientras la rueda está detenida prosigue la oscilación del volante. En ese momento, la clavija de platillo (elipse) se encuentra enteramente fuera de la entrada.
Durante esta oscilación del volante, la espiral de ha extendido, o tensado, hasta detener el volante y obligarlo a repetir el movimiento en dirección contraria. La elipse penetra nuevamente en la entrada para dejar que el áncora pivote para dejar libre la rueda.
El diente que se había detenido en la superficie de descanso, queda libre; resbala por el plano de impulsión de la paleta y transmite otra vez enérgicamente su movimiento al volante. Y así sucesivamente.
LA RUEDA DE ESCAPE
La rueda de escape, también llamada rueda de áncora es el último componente del tren de rodaje, a su vez es la primera pieza o componente del sistema de escape es el nexo o elemento de conjunción entre el rodaje y el escape. Es un disco con una dentadura especial que en el sistema de escape que nos ocupa (suizo) tiene 15 dientes y en su centro va fijo un eje dotado de un pivote en cada extremo y con un fresado de dientes que le dan la categoría de eje piñón, el pitón inferior va metido en el rubí de la platina y el pivote superior en un rubí del puente de rodaje, el piñón entra en contacto con la rueda tercera y recibe de ella la energía manifiesta en movimiento giratorio y al estar dicho piñón fijo en el disco de escape hace mover el disco por consiguiente sus dientes, los dientes de la rueda de escape son de un diseño especial y hacen contacto con las paletas del áncora al choque de los dientes de la rueda de escape con las paletas se debe el “tic-tac” característico del reloj mecánico. La rueda de escape está hecha de acero ejerce fricción y fuerza controlada con el áncora o paleta, por cada impulso, hay una entrada de presión en el rubí o labio de rubí posicionado de lado derecho de la paleta y una salida o escape en el rubí o labio de rubí posicionado de lado izquierdo de la paleta
Caída de un escape: es el arco o ángulo recorrido en vacío por la rueda de escape entre el final del impulso en una paleta y la caída del siguiente diente en la otra paleta. Según se produzca al interior o al exterior de las paletas, se habla de caída exterior o interior.
Podemos ver en la figura de abajo la rueda de escape.
Ver el adjunto 11428
Ver el adjunto 11429
Ver el adjunto 11430