El problema de las quitanieves es que no son efectivas completamente. El peligro no está sólo en la nieve, pues el hielo posterior es muchísimo más peligroso. Por ello deben combinarse con los fundentes (léase sal) que puedan esparcir para evitar la formación de hielo. Y cuando se llega a una temperatura crítica, de unos 6 o 7 grados bajo cero, el efecto de la sal es inútil. La única solución posible es ir muy despacio, con cadenas (textiles, metálicas tradicionales, de araña o el tipo que sea) y, aún así, armarte de paciencia y rezar lo que sepas (los chapistas hacen su "agosto" en estas fechas).
Parece una tontería, pero lo de salir de viaje en estas fechas con cadenas, algo de agua y comida (aperitivos, chocolatinas, frutos secos,...), la batería del móvil y el depósito de gasolina llenos, es un magnífico consejo. Y si se puede evitar salir, es mejor quedarse en casa.