Cuentan, que en un país lejano vivían una vez dos ancianitos que se llamaban Anker y Radiant. Tenían tantos años y se encontraban tan mal, tan mal, que ya no podían ni caminar.
Pero un día paso por ese país el Mago Pedro y, compadeciéndose de ellos, les toco con su varita mágica. Les toco...