No hay nada que perdonar. Todo lo contrario. Me encanta ver estos "bólidos" que fueron los primeros que conduje recién estrenado el carné de conducir (dos caballos, ciento veinticuatros, catorce treintas, seiscientos, ochocientos cincuenta...) Pero echo aquí en falta un "medio de transporte" inferior en nº de caballos que los retratados, pero más caliente y amistoso. No sé si sabes a qué me refiero. En un mensaje privado te lo cuento.
Un abrazo, Julián.
Claudio.