Joanot
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El 23 de abril se celebra en Catalunya la diada de Sant Jordi. No es fiesta laboral por la presión de los floristas y sobre todo de los libreros y editoriales. Qué desastre si la fecha cae en domingo. Como si el resto del año no hubiera librerías y floristerías abiertas.
Los catalanes nos creemos más guapos y más intelectuales por celebrar esta fecha por lo del rollo del libro y la insípida rosa de invernadero, cuando la mayoría solo tocaremos un libro ese día. Y quizás solo para regalo. Y quizás sean las interesantísimas memorias de Belén Esteban, La Princesa del Pueblo. Lo que digo, un derroche de intelectualidad.
La verdad es que cuando las celebraciones no eran catalanas ni castellanas, el 23 de abril ya se conmemoraba la muerte de Cervantes y de Shakespeare, que fueron, por lo visto, dos cracks de sus lenguas respectivas. Y eso se dió en llamar "el día del libro". Hablo de cuando el Caudillo de España por la Gracia de Dios.
Desde luego, no obligan a nadie pero pobre de mí si no le llevo la rosa a mi MDD. La tengo de morros una temporada.
Una vez, como anécdota, por san Jordi le llevé un ciprés. Dos metros y medio. Lo juro. Lejos de hacer insinuaciones funerarias, hacía tiempo que habíamos comentado plantar un ciprés en el jardín y ese día me pareció original cambiar la rosa por el arbol. Fue todo un éxito.
Por cierto, Cervantes no murió el 23. Tuvo la desconsideración de morirse el 22.
Los catalanes nos creemos más guapos y más intelectuales por celebrar esta fecha por lo del rollo del libro y la insípida rosa de invernadero, cuando la mayoría solo tocaremos un libro ese día. Y quizás solo para regalo. Y quizás sean las interesantísimas memorias de Belén Esteban, La Princesa del Pueblo. Lo que digo, un derroche de intelectualidad.
La verdad es que cuando las celebraciones no eran catalanas ni castellanas, el 23 de abril ya se conmemoraba la muerte de Cervantes y de Shakespeare, que fueron, por lo visto, dos cracks de sus lenguas respectivas. Y eso se dió en llamar "el día del libro". Hablo de cuando el Caudillo de España por la Gracia de Dios.
Desde luego, no obligan a nadie pero pobre de mí si no le llevo la rosa a mi MDD. La tengo de morros una temporada.
Una vez, como anécdota, por san Jordi le llevé un ciprés. Dos metros y medio. Lo juro. Lejos de hacer insinuaciones funerarias, hacía tiempo que habíamos comentado plantar un ciprés en el jardín y ese día me pareció original cambiar la rosa por el arbol. Fue todo un éxito.
Por cierto, Cervantes no murió el 23. Tuvo la desconsideración de morirse el 22.
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