Me gustan estos cacharrillos llenos de agujas, aunque no me considero experto en absoluto. Lo que se me da bien es decir: "Ohh, ¡este reloj me gusta!" instantes antes de descubrir que dicho reloj supera los 100.000 €. Como tonto.
Ahora me he decidido a comprar un reloj de verdad, y otro similar para mi espo. Un buen regalo de San Valentín, podríamos decir. El problema es que espero tener los relojes antes de dicha fecha, con lo que me tocará comprar otro detallito a mi media mandarina.
De momento os presento mi colección actual, en la cual no hay nada especial, y al final pondré mi elección de nuevos juguetes, que espero que me duren muchos años.
El que uso a diario normalmente es este Torgoen T2 comprado a una tienda alemana en noviembre del 2006. No sé si será normal, pero lo puse en hora exacta cuando cambió la hora y hoy, dos meses y medio después, va un segundo adelantado.
También uso un Casio PRT41 comprado en Gibraltar en 2003. También es cuarzo pero no tiene la exactitud del Torgoen ni de coña. De hecho me parece que perder casi 40 segundos en una semana es inaceptable.
Camel Trophy Professional Edition. Me lo compré en 1993 como desahogo después de romper con una antigua novia. ¡Cómo pasa el tiempo! Lo tengo completo con libro de garantía, estuche de madera, libro de instrucciones...
Esto no sé ni de qué marca es. Regalo de un proveedor (BASF) en las navidades de 1992. Es bastante exacto y muy elegante.
Un Raketa 24 horas. Lo compré en un mercadillo por 5000 ptas. La calidad es penosa y debe perder tres o cuatro minutos por día, pero siempre llama la atención.
Este fue mi segundo reloj. Me lo compró mi papi en Ceuta en 1974 también por 5.000 pts. Todavía existe la tienda. Anteriormente tuve un Camy de cuerda (1972) al que perdí la pista hace muchísimos años.
Un curioso reloj de ópalos. Comprado en Sydney en 1997. Desgraciadamente se me rompió el cristal y aquí no hay forma de sustituirlo.
Un Colomer. Comprado en junio de este año como simple capricho. Me ha dado muchos problemas pero parece que ya funciona bien. Me parece un reloj muy bonito aunque no demasiado exacto; sobre los 16 segundos diarios.
Y por último un reloj que gané en un concurso de pies de fotos. Digital y analógico. No me gusta demasiado pero es útil cuando uno sale de viaje por ahí.
Y ahora os presento mi próximo hermanito. Está ya esperándome en Madrid, aunque debo esperar a que llegue el de mi mujer para ir a por los dos al mismo tiempo.
Y este es el de mi espo. En cuanto me avisen de que está en Madrid me planto allí en un pispas:
Regz
Ahora me he decidido a comprar un reloj de verdad, y otro similar para mi espo. Un buen regalo de San Valentín, podríamos decir. El problema es que espero tener los relojes antes de dicha fecha, con lo que me tocará comprar otro detallito a mi media mandarina.
De momento os presento mi colección actual, en la cual no hay nada especial, y al final pondré mi elección de nuevos juguetes, que espero que me duren muchos años.
El que uso a diario normalmente es este Torgoen T2 comprado a una tienda alemana en noviembre del 2006. No sé si será normal, pero lo puse en hora exacta cuando cambió la hora y hoy, dos meses y medio después, va un segundo adelantado.
También uso un Casio PRT41 comprado en Gibraltar en 2003. También es cuarzo pero no tiene la exactitud del Torgoen ni de coña. De hecho me parece que perder casi 40 segundos en una semana es inaceptable.
Camel Trophy Professional Edition. Me lo compré en 1993 como desahogo después de romper con una antigua novia. ¡Cómo pasa el tiempo! Lo tengo completo con libro de garantía, estuche de madera, libro de instrucciones...
Esto no sé ni de qué marca es. Regalo de un proveedor (BASF) en las navidades de 1992. Es bastante exacto y muy elegante.
Un Raketa 24 horas. Lo compré en un mercadillo por 5000 ptas. La calidad es penosa y debe perder tres o cuatro minutos por día, pero siempre llama la atención.
Este fue mi segundo reloj. Me lo compró mi papi en Ceuta en 1974 también por 5.000 pts. Todavía existe la tienda. Anteriormente tuve un Camy de cuerda (1972) al que perdí la pista hace muchísimos años.
Un curioso reloj de ópalos. Comprado en Sydney en 1997. Desgraciadamente se me rompió el cristal y aquí no hay forma de sustituirlo.
Un Colomer. Comprado en junio de este año como simple capricho. Me ha dado muchos problemas pero parece que ya funciona bien. Me parece un reloj muy bonito aunque no demasiado exacto; sobre los 16 segundos diarios.
Y por último un reloj que gané en un concurso de pies de fotos. Digital y analógico. No me gusta demasiado pero es útil cuando uno sale de viaje por ahí.
Y ahora os presento mi próximo hermanito. Está ya esperándome en Madrid, aunque debo esperar a que llegue el de mi mujer para ir a por los dos al mismo tiempo.
Y este es el de mi espo. En cuanto me avisen de que está en Madrid me planto allí en un pispas:
Regz
