Partiendo de dos complicaciones sonoras, la idea consistió en orquestar una puesta en escena digna de la dinámica y la estética de Perrelet. Un audaz reto aceptado por dicha marca, que recurrió a la tecnología y a sus valiosos talentos para poner de relieve el valor de sus signos característicos, revolucionando el estuche tradicional: es así como vio la luz la «MAESTRO EDITION by Perrelet».
Se trata de una extraordinaria columna de madera lacada en negro, con acanaladuras de aluminio, dos misteriosas aberturas de vidrio y una cubierta abatible en la parte superior. Al retirar ésta puede apreciarse una base, si bien lo que más destaca es la rúbrica de una marca reconocida por ser la del inventor del movimiento automático.
Seguidamente se observa un discreto cajoncito, que se abre por simple presión y que alberga un iPod nano con su mando a distancia. El oyente podrá disfrutar de una nueva experiencia sonora gracias a un amplificador y unos altavoces que reproducen un sonido puro y cristalino con magníficos y profundos graves.
Con los sentidos puestos sobre aviso, la mirada ávida por explorar prosigue su curso y pronto descubre dos ventanillas en aluminio cepillado. Éstas ocultan dos guardatiempos Perrelet presentados en un ingenioso sistema de estuche rotativo. Accesibles tanto por la parte anterior como posterior, las complicaciones aguardan sin perder ni un minuto del tiempo que va transcurriendo.
La primera es una Repetición de 5 minutos, automática, con horas, minutos y segundos centrales. Provista de calibre P-
201, esta Repetición de 5 minutos permite activar el mecanismo de sonería «a voluntad» mediante una simple presión del pulsador situado a las 8. Un primer timbre grave corresponde a la cadencia horaria. A ello sigue una sucesión de doble toque de timbres graves y agudos para señalar los 5 minutos. Al igual que un instrumento de música, la resonancia es la clave de la melodía emitida, amplificada por el hábil trabajo de ‘vaciado’ de la caja, ofreciendo así un volumen superior al de la caja clásica.
La segunda complicación propuesta es un Despertador en el que la invención de Abraham-Louis Perrelet posee un doble cometido. El calibre P-121 incorpora dos barriletes (reservas de energía). Así, la masa oscilante carga la energía de la función sonería en un sentido de la rotación, y de las funciones de base en el otro sentido. Este guardatiempo, además de sus funciones de horas, minutos, segundos centrales, día y fecha, permite al que lo lleva disponer de un recordatorio sonoro en cualquier momento del día sin tener que remontar manualmente el mecanismo.
Una caja de acero inoxidable alberga estas dos complicaciones con remonte automático. Las acanaladuras distintivas de la marca las hacen fácilmente identificables, y recuerdan a las de la columna. Los pulsadores, que además de activar la complicación sonora están decorados con notas musicales, reflejan las altas calidades de acabado, visibles y exclusivas, de rigor en Perrelet. Una pulsera de cocodrilo en negro brillante con pespuntes de hilo antracita adereza el conjunto.
El observador sabrá distinguir los numerosos códigos musicales de las esferas. Una amplia ondulación divide en dos partes las líneas del pentagrama sobre las que figuran numerales arábigos e índices de rodio. Una serie de teclas de piano conforman el realce interior, mientras que el ritmo de la tonalidad lo marca un segundero con contrapeso en forma de clave de sol. Un diseño musical común a las dos complicaciones, diferenciándose únicamente en la dualidad de los efectos. Esfera negra sobre fondo de rodio para la Repetición de 5 minutos, y de rodio sobre fondo negro para el reloj Despertador. Son complementarios, y no se puede entender uno sin el otro. Perrelet los propone en dúo con arreglo a este increíble concepto, reflejo de la personalidad de su propietario.
Con la habilidad y la polivalencia de un director de orquesta, Perrelet revive los sentidos y los recuerdos. Déjese sumergir en las sensaciones intensas que produce la música clásica. Déjese hechizar por la generosidad de las melodías orientales, abandonándose incluso al tempo y a la sensualidad de las notas latinas.
El que quiera uno de estos tendrá que arrimar 39000 lereles
Se trata de una extraordinaria columna de madera lacada en negro, con acanaladuras de aluminio, dos misteriosas aberturas de vidrio y una cubierta abatible en la parte superior. Al retirar ésta puede apreciarse una base, si bien lo que más destaca es la rúbrica de una marca reconocida por ser la del inventor del movimiento automático.
Seguidamente se observa un discreto cajoncito, que se abre por simple presión y que alberga un iPod nano con su mando a distancia. El oyente podrá disfrutar de una nueva experiencia sonora gracias a un amplificador y unos altavoces que reproducen un sonido puro y cristalino con magníficos y profundos graves.
Con los sentidos puestos sobre aviso, la mirada ávida por explorar prosigue su curso y pronto descubre dos ventanillas en aluminio cepillado. Éstas ocultan dos guardatiempos Perrelet presentados en un ingenioso sistema de estuche rotativo. Accesibles tanto por la parte anterior como posterior, las complicaciones aguardan sin perder ni un minuto del tiempo que va transcurriendo.
La primera es una Repetición de 5 minutos, automática, con horas, minutos y segundos centrales. Provista de calibre P-
201, esta Repetición de 5 minutos permite activar el mecanismo de sonería «a voluntad» mediante una simple presión del pulsador situado a las 8. Un primer timbre grave corresponde a la cadencia horaria. A ello sigue una sucesión de doble toque de timbres graves y agudos para señalar los 5 minutos. Al igual que un instrumento de música, la resonancia es la clave de la melodía emitida, amplificada por el hábil trabajo de ‘vaciado’ de la caja, ofreciendo así un volumen superior al de la caja clásica.
La segunda complicación propuesta es un Despertador en el que la invención de Abraham-Louis Perrelet posee un doble cometido. El calibre P-121 incorpora dos barriletes (reservas de energía). Así, la masa oscilante carga la energía de la función sonería en un sentido de la rotación, y de las funciones de base en el otro sentido. Este guardatiempo, además de sus funciones de horas, minutos, segundos centrales, día y fecha, permite al que lo lleva disponer de un recordatorio sonoro en cualquier momento del día sin tener que remontar manualmente el mecanismo.
Una caja de acero inoxidable alberga estas dos complicaciones con remonte automático. Las acanaladuras distintivas de la marca las hacen fácilmente identificables, y recuerdan a las de la columna. Los pulsadores, que además de activar la complicación sonora están decorados con notas musicales, reflejan las altas calidades de acabado, visibles y exclusivas, de rigor en Perrelet. Una pulsera de cocodrilo en negro brillante con pespuntes de hilo antracita adereza el conjunto.
El observador sabrá distinguir los numerosos códigos musicales de las esferas. Una amplia ondulación divide en dos partes las líneas del pentagrama sobre las que figuran numerales arábigos e índices de rodio. Una serie de teclas de piano conforman el realce interior, mientras que el ritmo de la tonalidad lo marca un segundero con contrapeso en forma de clave de sol. Un diseño musical común a las dos complicaciones, diferenciándose únicamente en la dualidad de los efectos. Esfera negra sobre fondo de rodio para la Repetición de 5 minutos, y de rodio sobre fondo negro para el reloj Despertador. Son complementarios, y no se puede entender uno sin el otro. Perrelet los propone en dúo con arreglo a este increíble concepto, reflejo de la personalidad de su propietario.
Con la habilidad y la polivalencia de un director de orquesta, Perrelet revive los sentidos y los recuerdos. Déjese sumergir en las sensaciones intensas que produce la música clásica. Déjese hechizar por la generosidad de las melodías orientales, abandonándose incluso al tempo y a la sensualidad de las notas latinas.
El que quiera uno de estos tendrá que arrimar 39000 lereles