fliegert2010
New member
Es algo que me viene desde pequeñito...
Mi abuelo Florencio entró como aprendiz en la relojeria "Casa Canseco", de Plaza del Angel, 10 de Madrid. Era un gran perfeccionista, amante de la zarzuela, el Renacimiento, el arte, la mecánica y la lectura. Por el día trabajaba en la relojería, por las noches asistía a clases de dibujo técnico. Pasaron los años. Un buen día el maestro Canseco le pregunta la hora, mi abuelo le responde: - Sr. Canseco, siento no poder decirle que hora es pues no tengo reloj.- Canseco saca del bolsillo un flamante Roskopf y le dice: -Un oficial de la relojeria Canseco no puede ir sin reloj-. Un bello gesto.
Colaboró en el montaje del reloj del " Hospital Gómez Ulla". Años despues aprobó un examen de mecánico de Renfe fué admirado por su trabajo y tesón, escribio varios libros sobre "Averias-causa-efecto en locomotoras y maquinas de vapor".
En casa de mis abuelos siempre había en su pequeño taller domestico relojes y maquinas de coser para reparar. Me encantaba verle trabajar, las piezas desmontadas me gustaba tenerlas en mis manos, era algo mágico...
Bueno no os canso más por hoy.
Saludos
Mi abuelo Florencio entró como aprendiz en la relojeria "Casa Canseco", de Plaza del Angel, 10 de Madrid. Era un gran perfeccionista, amante de la zarzuela, el Renacimiento, el arte, la mecánica y la lectura. Por el día trabajaba en la relojería, por las noches asistía a clases de dibujo técnico. Pasaron los años. Un buen día el maestro Canseco le pregunta la hora, mi abuelo le responde: - Sr. Canseco, siento no poder decirle que hora es pues no tengo reloj.- Canseco saca del bolsillo un flamante Roskopf y le dice: -Un oficial de la relojeria Canseco no puede ir sin reloj-. Un bello gesto.
Colaboró en el montaje del reloj del " Hospital Gómez Ulla". Años despues aprobó un examen de mecánico de Renfe fué admirado por su trabajo y tesón, escribio varios libros sobre "Averias-causa-efecto en locomotoras y maquinas de vapor".
En casa de mis abuelos siempre había en su pequeño taller domestico relojes y maquinas de coser para reparar. Me encantaba verle trabajar, las piezas desmontadas me gustaba tenerlas en mis manos, era algo mágico...
Bueno no os canso más por hoy.
Saludos