Joanot
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Normalmente no acepto ninguna venta que me ofrezcan por teléfono aunque en este caso traía la tarjeta de editorial Espasa Calpe.
Durante una gran parte de mi vida, he estado suscrito a la Enciclopedia Espasa y he podido conseguir una obra que, como mínimo, es muy decorativa en la estantería de mi salón. Para mí y mi señora tiene un gran valor aunque alguien pensará que en la época de internet las enciclopedias han perdido su utilidad.
Por eso, cuando esa comercial me dijo que me vendía un apéndice a esta obra titulado ATLAS HISTÖRICO DE ESPAÑA, no lo dudé ni un momento y acepté pagar las tropecientas cuotas mensuales hasta completar los casi doscientos euros que valía.
A los dos días recibía el paquete y cual no fue mi decepción cuando el libro no era un apéndice a la Espasa, ni siquiera era de esa editorial. Al hojearlo, me pareció que era una obra de mucha foto y escaso texto y de poca cualidad.
Por fortuna, el proceso de devolución funcionó perfectamente aunque a las posteriores llamadas de otras vendedoras ofreciéndome, esta vez sí, suplementos a la obra, les contesté que si hasta ahora habían entrado en mi vida con el prestigioso nombre de Espasa Calpe, ese prestigio ante mí lo habian perdido y no iba a comprarles ninguna otra obra, por buena que fuera, mientras me durara el disgusto, que iba a ser mucho tiempo.
Me dieron la razón y se despidieron cortesmente.
Perdón por el ladrillo.
Durante una gran parte de mi vida, he estado suscrito a la Enciclopedia Espasa y he podido conseguir una obra que, como mínimo, es muy decorativa en la estantería de mi salón. Para mí y mi señora tiene un gran valor aunque alguien pensará que en la época de internet las enciclopedias han perdido su utilidad.
Por eso, cuando esa comercial me dijo que me vendía un apéndice a esta obra titulado ATLAS HISTÖRICO DE ESPAÑA, no lo dudé ni un momento y acepté pagar las tropecientas cuotas mensuales hasta completar los casi doscientos euros que valía.
A los dos días recibía el paquete y cual no fue mi decepción cuando el libro no era un apéndice a la Espasa, ni siquiera era de esa editorial. Al hojearlo, me pareció que era una obra de mucha foto y escaso texto y de poca cualidad.
Por fortuna, el proceso de devolución funcionó perfectamente aunque a las posteriores llamadas de otras vendedoras ofreciéndome, esta vez sí, suplementos a la obra, les contesté que si hasta ahora habían entrado en mi vida con el prestigioso nombre de Espasa Calpe, ese prestigio ante mí lo habian perdido y no iba a comprarles ninguna otra obra, por buena que fuera, mientras me durara el disgusto, que iba a ser mucho tiempo.
Me dieron la razón y se despidieron cortesmente.
Perdón por el ladrillo.
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