Lo mejor es limpiarla con agua del grifo, si tu pluma es de cartuchos, puedes desenroscar la boquilla y ponerla directamente debajo del chorro. Si es de émbolo, cárgala con agua varias veces, como lo harías si la fueras a llenar de tinta.
Si lleva mucho tiempo y tiene tinta seca, deja la boquilla en remojo durante un tiempo, para que la tinta seca se ablande y salga, y después procede como anteriormente te comenté.