• NORMAS PARA EL SUB-FORO "TERTULIA"

    A partir de la fecha 22/01/2012 en este sub-foro -además de las Normas Generales-, regirán las siguientes normas particulares:

    1. Los temas que se creen, serán como se indica en la descripción del subforo, para DEBATIR y OPINAR sobre temas que no estén relacionados con la relojería.

    2. Si un usuario crea un tema concreto (por ej. "Mi colección de sellos"), todos los demás aportes de dicha temática que realice, deberá hacerlos bajo el mismo hilo que inició, evitando dispersar multitud de aportes idénticos en el sub-foro. De no realizarlo de ese modo, el Staff procederá directamente a su borrado, sin más.

    3. No se permitirá la creación de temas sin sentido, de escaso interés colectivo, o cuya nula generación de debate haya ya sido comprobada con anterioridad (como por ej.: datos estadísticos, cotizaciones, frases célebres, refranes, efemérides y similares).

    4. Las intervenciones en este sub-foro NO computarán en el contador de intervenciones de los usuarios.

    5. FdR se reserva el derecho de ampliar estas normas en cualquier momento y sin previo aviso.

Centro Relojero Pedro Izquierdo

La rubia y la monjita...

Pooh

New member
Ya iba anocheciendo y una monja estaba caminando por la calle. De repente una rubia se ofrece a llevarla en su coche. Muy agradecida la monja aceptó y se subió al automóvil, un reluciente FERRARI rojo con asientos de cuero, equipo de sonido ALPINE y como 100 cosas extras más.

- Que bello auto tiene usted – comentó la monja – debe haber trabajado mucho para poder comprarlo verdad?
- No, no fué así hermana, en verdad este me lo regaló un empresario que se acostó conmigo durante algunos meses.
La monja no dijo nada, mirando hacia el asiento de atrás vio un bellísimo abrigo de visón y Le pregunta nuevamente a la rubia:
- Su abrigo es muy bonito, Le debe haber costado una fortuna.
- En verdad no me costó nada, me lo regaló un jugador de fútbol por haber pasado con él un par de noches.
La monja tampoco dijo nada y ya no habló más durante todo el viaje.

Llegó al convento se fue a su cuarto y se acostó. De pronto alguien toca la puerta…….
- Quien es?. Preguntó la monja.
- Shhhhhhh, Soy yo, el Padre Martín.
- Sabe qué Padre…, se puede ir a la mismísima mierda con sus chocolatitos!!!
 
Arriba