Quiero iniciar este hilo como homenaje a Günter Blümlein. Sólo es un ‘patchwork’ de información recogida de artículos y entrevistas fácilmente disponibles en Internet.
Tiene como base el documento: http://www.horomundi.com/gunter.html
Esta entrevista es muy recomendable:
http://www.timezone.com/library/tzints/tzints0007
Aquí se relata la relación entre Günter y Habring que no aparece en el artículo de horomundi:
http://www.tp178.com/mh/habring_visit/habring_visit.html
A lo que se añaden opiniones personales y elementos leídos en mis (excesivas) horas de lectura internauta-relojeril.
Me gustaría que no fuese un hilo cerrado, sino que todos los compañeros foreros que compartan mi admiración por este personaje clave en la historia de la relojería mecánica añadan sus aportaciones y opiniones para completar un homenaje conjunto del foro a su figura, ya legendaria, pero que el paso del tiempo no hará más que agrandar, al analizarlo con la distancia que permite la perspectiva histórica.
De la misma manera agradecería todas las correcciones o matizaciones que queráis añadir.
Habitualmente le prestamos toda la atención a los maestros relojeros (que obviamente merecen), pero dejamos de lado a otros personajes que desde su posición directiva también han hecho mucho por nuestra obsesión-afición...
En este caso, recordar a un personaje tan singular, audaz y brillante en todos los campos es obligatorio y más en los tiempos que corren...
El hombre que se sienta al lado de Abraham-Louis Breguet:
El principio: IWC
La historia comienza en los años 70. Como bien sabéis, la industria relojera suiza no pasa por un buen momento. La ‘crisis del cuarzo’ pilla a la industria suiza con el pie cambiado. Los tiempos han cambiado y la nueva tecnología, más barata, más precisa y objetivamente más adecuada a cumplir las funciones de medida correspondientes a un reloj amenaza con arrasar la relojería mecánica. Marcas con mucha historia se ven obligadas a cerrar sus puertas, otras se convierten en marcas fantasmas, reduciéndose a su mínima expresión, las más afortunadas sobreviven como pueden…
Como en muchas otras marcas la situación en IWC es desesperada. Entre 1976 y 1978 IWC está a punto de desaparecer, la compañía VDO se hace cargo de IWC con la intención de lavarle la cara y venderla, pero en la visita que Albert Keck hace a la manufactura éste se queda impresionado y deciden junto a la señora Schindling (propietaria de VDO) darle un impulso. Este impulso sólo se podría hacer si se encontraba a la persona adecuada…
Por aquel entonces, el ingeniero Günter Blümlein era un joven directivo responsable de calidad en Junghans que ya había dado que hablar en el mundillo y en VDO creen firmemente que podría ser él el hombre indicado…
No se equivocaron…
Pronto Günter dio muestras de tener una visión preclara de la situación, una perspectiva estratégica, dotes de mando y capacidad de decisión, primero salvar la situación y en segundo lugar pensar a largo plazo realizando un completo reposicionamiento de la marca…y el futuro estaba….en la relojería mecánica!
Lo primero, darle un sentido, IWC se convierte gracias a la colaboración con Porsche Design en la marca de relojes deportivos desde la perspectiva germánica…un territorio nuevo donde la fiabilidad, resistencia y masculinidad de sus productos encuentran por fin seguidores…
De este nuevo enfoque nace el eslogan: "IWC. Desde 1868, y mientras siga habiendo hombres”...Günter no era ‘sólo’ un ingeniero…
Uno de las primeras propuestas es el ahora mítico Ocean 2000, fabricados inicialmente bajo Porsche Design by IWC y luego ya oficialmente como IWC. Un diseño puro capaz de soportar 2000 metros! y fabricado en titanio, que con el tiempos se convierte en una especialidad de la casa…
Pero esto era sólo el principio, el segundo paso era elevar a IWC hasta convertirla en una de las grandes manufacturas. El camino, la excelencia técnica…a la historia ahora se incorpora otra leyenda, Kurt Klaus…
Blümlein y Klaus conectan enseguida como suelen hacer los genios y la creatividad de Klaus como maestro relojero se ve multiplicada bajo la dirección de Blümlein con quien reporta directamente. Con una base JLC 889, IWC desarrolla el Da Vinci cronógrafo y calendario perpetuo en 1985 que impresiona al mundo relojero…
A partir de entonces y bajo su liderato, IWC lanza relojes míticos como el Gran Complication de 1990 y el mito absoluto ‘Il destriero Scafusia de 1993’... IWC experimenta con nuevos materiales …La marca florece como quizás nunca antes lo había hecho…
Para desarrollar complicaciones de ‘Il destriero’ también encuentra colaboración en un joven relojero llamado Richard Habring…Günter era un águila cazando talento…
Cuentan que el joven Habring, que no sabía hablar francés, buscaba trabajo en una manufactura suiza y no había manera. Sólo IWC le entrevistó y entonces Richard le habló a su entrevistador sobre grandes ideas y complicaciones, pero algo no fué bien, el entrevistador no vió el talento que había en él y fue rechazado…
Pero la vida da muchas vueltas…cómo el coste del viaje para la entrevista lo pagaba IWC, Richard envió la factura correspondiente. Esta factura con el resto de su CV, donde detallaba sus ideas sobre complicacioness relojeras, fue encontrada y leída por Blümlein que con mucho más ojo que su subordinado inmediatamente llamó a Habring para que se incorporara al proyecto.
Poco después Habring desarrolla un ingenioso sistema cronográfico, el ‘Doppelchronograph’.
Hoy en día, el relojero austríaco desarrolla interesantísimos relojes bajo su propia marca:
http://www.habring.com/
Pero los logros de este extraordinario directivo no se quedan aquí. No sólo salvó a IWC, no, cosa que ya sería para tener un importante lugar en la historia de la industria…
Günter y Jaeger Le Coultre:
JLC que también era propiedad de VDO estaba como su prima. Después de varios cambios de CEO, VDO decide, que cómo el bueno de Günter tenía poco trabajo con IWC, darle también la dirección de JLC… Ahora se trataba ‘sólo’ de convertir a JLC en una manufactura de alta relojería viable…
Los resultados tardaron en llegar, con pérdidas hasta 1987. VDO ya estaba cansada de perder dinero…Günter negoció con VDO una aportación económica, sería la última... le daría una inyección de 11 millones de francos suizos sólo si Blümlein personalmente se encargaba de encontrar por su parte otra aportación casi de forma inmediata…
A la desesperada, Günter hizo una última maniobra, venderle a AP el 40% de la compañía por 4 millones de francos. El negocio para AP era redondo…al final fue redondo para todas las partes…
Bajo su liderazgo, JLC vuelve a beber de sus fuentes y relanza el mítico Reverso con el maravilloso 60ème…El viejo reverso en versiones cada vez más maravillosas y extraordinarias hicieron furor y fueron el primer paso de relanzamiento hasta lo que es hoy JLC…
Cómo si salvar a IWC y JLC fuera poco, Günter conseguiría un tercer logro histórico…ahí es nada, resucitar a la alta relojería alemana…
Günter y Lange:
Con la caída del muro de Berlín este genio visionario contempló la posibilidad de resucitar a Lange and Sohne que como sabéis desapareció tras la 2GM, bombardeada y quedando sus restos desintegrados en el conglomerado GUB.
Así Günter se aproximó a la família Lange, que se habían dedicado a la banca después de huir a la RFA y junto a Walter Lange, bisnieto de Adolph Lange, insuflaron de nuevo vida a L&S…
Este proyecto tuvo mucho de personal para Günter, al que dedicó cuerpo y alma…Encontró sinergias con JLC (el sistema de big date es patente de JLC) y con IWC… Kurt Klaus guió a los jóvenes relojeros fichados de las mejores marcas suizas…
El objetivo era alcanzar la excelencia…por eso el primer reloj debía ser especial, empezar con un tourbillón... Ahí es nada! Y qué tourbillón...La primera colección se lanza el 24 de octubre de 1994:
Como curiosidad y como se observa en la fotografía en el esencial Lange 1, la fecha (gran fecha) característica de Lange se presentó con el día 25 puesto, para que las imágenes salieran así (con el día correcto) en la prensa el día siguiente a la presentación. Desde entonces, si os fijáis, todas las imagenes de prensa de relojes Lange que llevan fecha, ésta siempre es el día 25...
Me parece una anécdota muy romántica...
No puedo evitar poner esta foto del primer Lange de la nueva era...Que composición más bonita y elegante de Edwin de TZ...Maravillosa!
Blümlein se dedicó tanto en cuerpo y alma que llego a escribir personalmente los primeros catálogos de L&S….Un auténtico hombre orquesta…
Vió en la jóven Internet la posibilidad de hacer crecer a la marca, creando complicidades con las comunidades de aficionados que vieron un guiño genial en la resurrección sajona…una alternativa fresca pero respetuosa con la tradición y la historia….A partir de ahí...pues Lange & Sohne, sobran las palabras...
Las tres marcas IWC, JLC y Lange formaron parte de LMH, Les Manufactures Horologères..(son mis 3 marcas favoritas, por cierto).,..y se vendieron a Mannesmann AG (luego Richemont) en 2000 por más de 3000 millones de francos suizos…Ahí es nada...
Su última aparición pública fue en Basel 2001. Pocos meses después una leucemia se llevó al genio.
Descanse en paz y gracias por todo de parte de un simple aficionado a la relojería mecánica que ayudaste a salvar...
Saludos,
Tiene como base el documento: http://www.horomundi.com/gunter.html
Esta entrevista es muy recomendable:
http://www.timezone.com/library/tzints/tzints0007
Aquí se relata la relación entre Günter y Habring que no aparece en el artículo de horomundi:
http://www.tp178.com/mh/habring_visit/habring_visit.html
A lo que se añaden opiniones personales y elementos leídos en mis (excesivas) horas de lectura internauta-relojeril.
Me gustaría que no fuese un hilo cerrado, sino que todos los compañeros foreros que compartan mi admiración por este personaje clave en la historia de la relojería mecánica añadan sus aportaciones y opiniones para completar un homenaje conjunto del foro a su figura, ya legendaria, pero que el paso del tiempo no hará más que agrandar, al analizarlo con la distancia que permite la perspectiva histórica.
De la misma manera agradecería todas las correcciones o matizaciones que queráis añadir.
Habitualmente le prestamos toda la atención a los maestros relojeros (que obviamente merecen), pero dejamos de lado a otros personajes que desde su posición directiva también han hecho mucho por nuestra obsesión-afición...
En este caso, recordar a un personaje tan singular, audaz y brillante en todos los campos es obligatorio y más en los tiempos que corren...
El hombre que se sienta al lado de Abraham-Louis Breguet:
El principio: IWC
La historia comienza en los años 70. Como bien sabéis, la industria relojera suiza no pasa por un buen momento. La ‘crisis del cuarzo’ pilla a la industria suiza con el pie cambiado. Los tiempos han cambiado y la nueva tecnología, más barata, más precisa y objetivamente más adecuada a cumplir las funciones de medida correspondientes a un reloj amenaza con arrasar la relojería mecánica. Marcas con mucha historia se ven obligadas a cerrar sus puertas, otras se convierten en marcas fantasmas, reduciéndose a su mínima expresión, las más afortunadas sobreviven como pueden…
Como en muchas otras marcas la situación en IWC es desesperada. Entre 1976 y 1978 IWC está a punto de desaparecer, la compañía VDO se hace cargo de IWC con la intención de lavarle la cara y venderla, pero en la visita que Albert Keck hace a la manufactura éste se queda impresionado y deciden junto a la señora Schindling (propietaria de VDO) darle un impulso. Este impulso sólo se podría hacer si se encontraba a la persona adecuada…
Por aquel entonces, el ingeniero Günter Blümlein era un joven directivo responsable de calidad en Junghans que ya había dado que hablar en el mundillo y en VDO creen firmemente que podría ser él el hombre indicado…
No se equivocaron…
Pronto Günter dio muestras de tener una visión preclara de la situación, una perspectiva estratégica, dotes de mando y capacidad de decisión, primero salvar la situación y en segundo lugar pensar a largo plazo realizando un completo reposicionamiento de la marca…y el futuro estaba….en la relojería mecánica!
Lo primero, darle un sentido, IWC se convierte gracias a la colaboración con Porsche Design en la marca de relojes deportivos desde la perspectiva germánica…un territorio nuevo donde la fiabilidad, resistencia y masculinidad de sus productos encuentran por fin seguidores…
De este nuevo enfoque nace el eslogan: "IWC. Desde 1868, y mientras siga habiendo hombres”...Günter no era ‘sólo’ un ingeniero…
Uno de las primeras propuestas es el ahora mítico Ocean 2000, fabricados inicialmente bajo Porsche Design by IWC y luego ya oficialmente como IWC. Un diseño puro capaz de soportar 2000 metros! y fabricado en titanio, que con el tiempos se convierte en una especialidad de la casa…
Pero esto era sólo el principio, el segundo paso era elevar a IWC hasta convertirla en una de las grandes manufacturas. El camino, la excelencia técnica…a la historia ahora se incorpora otra leyenda, Kurt Klaus…
Blümlein y Klaus conectan enseguida como suelen hacer los genios y la creatividad de Klaus como maestro relojero se ve multiplicada bajo la dirección de Blümlein con quien reporta directamente. Con una base JLC 889, IWC desarrolla el Da Vinci cronógrafo y calendario perpetuo en 1985 que impresiona al mundo relojero…
A partir de entonces y bajo su liderato, IWC lanza relojes míticos como el Gran Complication de 1990 y el mito absoluto ‘Il destriero Scafusia de 1993’... IWC experimenta con nuevos materiales …La marca florece como quizás nunca antes lo había hecho…
Para desarrollar complicaciones de ‘Il destriero’ también encuentra colaboración en un joven relojero llamado Richard Habring…Günter era un águila cazando talento…
Cuentan que el joven Habring, que no sabía hablar francés, buscaba trabajo en una manufactura suiza y no había manera. Sólo IWC le entrevistó y entonces Richard le habló a su entrevistador sobre grandes ideas y complicaciones, pero algo no fué bien, el entrevistador no vió el talento que había en él y fue rechazado…
Pero la vida da muchas vueltas…cómo el coste del viaje para la entrevista lo pagaba IWC, Richard envió la factura correspondiente. Esta factura con el resto de su CV, donde detallaba sus ideas sobre complicacioness relojeras, fue encontrada y leída por Blümlein que con mucho más ojo que su subordinado inmediatamente llamó a Habring para que se incorporara al proyecto.
Poco después Habring desarrolla un ingenioso sistema cronográfico, el ‘Doppelchronograph’.
Hoy en día, el relojero austríaco desarrolla interesantísimos relojes bajo su propia marca:
http://www.habring.com/
Pero los logros de este extraordinario directivo no se quedan aquí. No sólo salvó a IWC, no, cosa que ya sería para tener un importante lugar en la historia de la industria…
Günter y Jaeger Le Coultre:
JLC que también era propiedad de VDO estaba como su prima. Después de varios cambios de CEO, VDO decide, que cómo el bueno de Günter tenía poco trabajo con IWC, darle también la dirección de JLC… Ahora se trataba ‘sólo’ de convertir a JLC en una manufactura de alta relojería viable…
Los resultados tardaron en llegar, con pérdidas hasta 1987. VDO ya estaba cansada de perder dinero…Günter negoció con VDO una aportación económica, sería la última... le daría una inyección de 11 millones de francos suizos sólo si Blümlein personalmente se encargaba de encontrar por su parte otra aportación casi de forma inmediata…
A la desesperada, Günter hizo una última maniobra, venderle a AP el 40% de la compañía por 4 millones de francos. El negocio para AP era redondo…al final fue redondo para todas las partes…
Bajo su liderazgo, JLC vuelve a beber de sus fuentes y relanza el mítico Reverso con el maravilloso 60ème…El viejo reverso en versiones cada vez más maravillosas y extraordinarias hicieron furor y fueron el primer paso de relanzamiento hasta lo que es hoy JLC…
Cómo si salvar a IWC y JLC fuera poco, Günter conseguiría un tercer logro histórico…ahí es nada, resucitar a la alta relojería alemana…
Günter y Lange:
Con la caída del muro de Berlín este genio visionario contempló la posibilidad de resucitar a Lange and Sohne que como sabéis desapareció tras la 2GM, bombardeada y quedando sus restos desintegrados en el conglomerado GUB.
Así Günter se aproximó a la família Lange, que se habían dedicado a la banca después de huir a la RFA y junto a Walter Lange, bisnieto de Adolph Lange, insuflaron de nuevo vida a L&S…
Este proyecto tuvo mucho de personal para Günter, al que dedicó cuerpo y alma…Encontró sinergias con JLC (el sistema de big date es patente de JLC) y con IWC… Kurt Klaus guió a los jóvenes relojeros fichados de las mejores marcas suizas…
El objetivo era alcanzar la excelencia…por eso el primer reloj debía ser especial, empezar con un tourbillón... Ahí es nada! Y qué tourbillón...La primera colección se lanza el 24 de octubre de 1994:
Como curiosidad y como se observa en la fotografía en el esencial Lange 1, la fecha (gran fecha) característica de Lange se presentó con el día 25 puesto, para que las imágenes salieran así (con el día correcto) en la prensa el día siguiente a la presentación. Desde entonces, si os fijáis, todas las imagenes de prensa de relojes Lange que llevan fecha, ésta siempre es el día 25...
Me parece una anécdota muy romántica...
No puedo evitar poner esta foto del primer Lange de la nueva era...Que composición más bonita y elegante de Edwin de TZ...Maravillosa!
Blümlein se dedicó tanto en cuerpo y alma que llego a escribir personalmente los primeros catálogos de L&S….Un auténtico hombre orquesta…
Vió en la jóven Internet la posibilidad de hacer crecer a la marca, creando complicidades con las comunidades de aficionados que vieron un guiño genial en la resurrección sajona…una alternativa fresca pero respetuosa con la tradición y la historia….A partir de ahí...pues Lange & Sohne, sobran las palabras...
Las tres marcas IWC, JLC y Lange formaron parte de LMH, Les Manufactures Horologères..(son mis 3 marcas favoritas, por cierto).,..y se vendieron a Mannesmann AG (luego Richemont) en 2000 por más de 3000 millones de francos suizos…Ahí es nada...
Su última aparición pública fue en Basel 2001. Pocos meses después una leucemia se llevó al genio.
Descanse en paz y gracias por todo de parte de un simple aficionado a la relojería mecánica que ayudaste a salvar...
Saludos,