Escuche no hará un mes una entrevista a Humet y me sorprendió la sencillez, serenidad y paz de espíritu con que se hallaba, (aún más, en contraste con la egolatría de la locutora que realizo la entrevista), comento que ya había superado el cáncer por lo menos espiritualmente, que otra cosa es lo que ocurriera con su cuerpo.
Era ya uno de esos pocos seres que había hecho balance y se hallaba en paz. La enfermedad había despojado de todo artificio su vida y se quedaba en y con lo verdaderamente importante.
Me pareció muy triste, aunque también inmensamente bello. Ojala pueda yo irme tan en paz como el se ha marchado.
En fin descanse en paz.