Claudio
Baneado
Como por aquellos entonces aún no existían las Vespino, me tuve que "acostumbrar" a montar en moto con esta Vespa (digo lo de acostumbrar, y no lo de aprender, porque lo que realmente me costó un esfuerzo ímprobo fue mantener el equilibrio, es decir, aprender a montar en bicicleta). Además, era lo que entonces había en casa, amén de un "Seiscientos D" (de los que soportaban a una familia al completo (2 padres, 2 abuelos y 3 niños; o sean, 7 personas) más los bártulos necesarios para poder pasar un día de playa. Y hay que tener en cuenta que en aquella época, nada más que el "recao de comer" para 7 personas, 3 de ellas en edad de crecer, no era tema baladí. Aún no se había instaurado la costumbre de ir a comer a un chiringuito de playa. Más que nada, porque no existían. Todo lo dicho iba dentro del coche, y más, puesto que viajábamos sin baca, ¡no vayan ustedes a creer..! Mi padre siempre dijo, y quizá con razón, que llevar baca era peligroso. Entonces, las curvas eran curvas de verdad. Sin embargo, nunca le oímos comentar que llevar la carga que llevaba, que quizá duplicaba la legalmente permitida, lo pudiera ser. En fin, no me explayo más. Aquí va ella:
Había que llevar cuidado en las curvas con esta moto. Sobre todo los chavales como yo, de 12 ó 13 años, que apenas pesábamos 50 kilos. Y del casco, ¡ni hablar! No sabíamos ni lo que era eso. Se me olvidó decir que este modelo de Vespa es del año 1953. Fijaos en la posición tan curiosa del faro. Después ya no se vio más así.
Había que llevar cuidado en las curvas con esta moto. Sobre todo los chavales como yo, de 12 ó 13 años, que apenas pesábamos 50 kilos. Y del casco, ¡ni hablar! No sabíamos ni lo que era eso. Se me olvidó decir que este modelo de Vespa es del año 1953. Fijaos en la posición tan curiosa del faro. Después ya no se vio más así.