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El arquitecto y el relojero:
El dramaturgo Jerónimo López Mozo abordó de manera premonitoria "el necesario conflicto" de la memoria histórica en el montaje "El arquitecto y el relojero", premio de teatro Carlos Arniches en el año 2000 que este jueves llega al madrileño Teatro Galileo con Gary Piquer y Antonio Canal como protagonistas.
López Mozo, Premio Nacional de Literatura Dramática de 1998, se inspiró en el reloj de la Puerta del Sol para contar la historia de dos personajes enfrentados a partir de la existencia de un edificio "que durante el franquismo fue un lugar de represión para, años más tarde, convertirse en un símbolo de la democracia", explicó el dramaturgo.
La actual sede de la Comunidad de Madrid plantea un conflicto ficticio en el momento de su rehabilitación, cuando un veterano relojero lucha contra un arquitecto moderno que no teme romper con el pasado; un debate de eminente actualidad en la sociedad española protagonizado por la ley de memoria histórica.
La coincidencia entre la polémica que tanto esta ley como la trama de la obra plantean hace "oportuno" el estreno de la obra para Jerónimo López Mozo, ya que "provoca un debate social en el público que es absolutamente necesario en estos momentos", apuntó.
El director del montaje, Luis Maluenda, quiso hacer "relevante esta coincidencia para que esta guerra mediática que ha provocado la memoria histórica se traslade a la sociedad", por lo que invita de manera pública a los diputados del Congreso a que acudan a ver la obra y así "sean testigos de los dos puntos de vista con ideas bien fundamentadas".
Para Antonio Canal, que encarna al relojero, ambos personajes "defienden una postura estética con respecto a la remodelación del edificio que se torna en ideológica", y que, en el caso del arquitecto, defiende a la belleza por encima del recuerdo, lo que le "convierte en cómplice de un juego público para poder cumplir con sus objetivos", explicó su intérprete, Gary Piquer.
"Poner en marcha una obra que refleje los problemas cotidianos da al proyecto una dimensión mucho mayor a nivel humano y profesional", argumentó Antonio Canal, quien ha comprobado a lo largo de su trayectoria profesional que esta lucha por conservar o no los recuerdos históricos recientes "es algo universal".
Piquer, quien por vez primera tiene la oportunidad de interpretar un texto de un autor vivo, destacó el hecho de que el autor pueda intervenir en la puesta en escena del montaje "plantea un compromiso mayor al actor", aunque Jerónimo López Mozo opine que "el trabajo del autor termina en un momento determinado y es el director quien debe encargarse del resto".
Sacado de: actores.mforos.com.
El otro dia Rafael Sevilla abrio un hilo sobre un reloj historico que cambiaban por uno de cuarzo. Por eso recorde esta obra.
El dramaturgo Jerónimo López Mozo abordó de manera premonitoria "el necesario conflicto" de la memoria histórica en el montaje "El arquitecto y el relojero", premio de teatro Carlos Arniches en el año 2000 que este jueves llega al madrileño Teatro Galileo con Gary Piquer y Antonio Canal como protagonistas.
López Mozo, Premio Nacional de Literatura Dramática de 1998, se inspiró en el reloj de la Puerta del Sol para contar la historia de dos personajes enfrentados a partir de la existencia de un edificio "que durante el franquismo fue un lugar de represión para, años más tarde, convertirse en un símbolo de la democracia", explicó el dramaturgo.
La actual sede de la Comunidad de Madrid plantea un conflicto ficticio en el momento de su rehabilitación, cuando un veterano relojero lucha contra un arquitecto moderno que no teme romper con el pasado; un debate de eminente actualidad en la sociedad española protagonizado por la ley de memoria histórica.
La coincidencia entre la polémica que tanto esta ley como la trama de la obra plantean hace "oportuno" el estreno de la obra para Jerónimo López Mozo, ya que "provoca un debate social en el público que es absolutamente necesario en estos momentos", apuntó.
El director del montaje, Luis Maluenda, quiso hacer "relevante esta coincidencia para que esta guerra mediática que ha provocado la memoria histórica se traslade a la sociedad", por lo que invita de manera pública a los diputados del Congreso a que acudan a ver la obra y así "sean testigos de los dos puntos de vista con ideas bien fundamentadas".
Para Antonio Canal, que encarna al relojero, ambos personajes "defienden una postura estética con respecto a la remodelación del edificio que se torna en ideológica", y que, en el caso del arquitecto, defiende a la belleza por encima del recuerdo, lo que le "convierte en cómplice de un juego público para poder cumplir con sus objetivos", explicó su intérprete, Gary Piquer.
"Poner en marcha una obra que refleje los problemas cotidianos da al proyecto una dimensión mucho mayor a nivel humano y profesional", argumentó Antonio Canal, quien ha comprobado a lo largo de su trayectoria profesional que esta lucha por conservar o no los recuerdos históricos recientes "es algo universal".
Piquer, quien por vez primera tiene la oportunidad de interpretar un texto de un autor vivo, destacó el hecho de que el autor pueda intervenir en la puesta en escena del montaje "plantea un compromiso mayor al actor", aunque Jerónimo López Mozo opine que "el trabajo del autor termina en un momento determinado y es el director quien debe encargarse del resto".
Sacado de: actores.mforos.com.
El otro dia Rafael Sevilla abrio un hilo sobre un reloj historico que cambiaban por uno de cuarzo. Por eso recorde esta obra.