Mr. Bones
Well-known member
Hace unas horas colgué un hilo en Relojes Antiguos sobre los Relojes de Hiroshima. Me enteré de ellos al leer el libro Cartographies of Time. Pues bien: allí también se habla de un extraño reloj ( figurativo, eso sí ) del que tampoco tenía idea: el Doomsday Clock.
Primero les dejo el enlace al hilo de los relojes de Hiroshima antes de continuar:
https://www.foroderelojes.es/showthread.php/58503-Los-Relojes-de-Hiroshima
Ahora sí, continuo.
El Doomsday Clock es la representación de peligro atómico cuya analogía es un reloj que marca la medianoche como guerra nuclear o catástrofe mundial y la aguja minutera es la que relaciona dichos peligros con el nivel de agresividad, guerra, enfrentamiento entre naciones y la escalada armamentística nuclear y de armamento inteligente y de destrucción masiva. En las fotos del libro notarán que a veces la minutera está mas cerca de las 12 que otras; pues es el 'termómetro' de este grupo de científicos para plasmar lo que, a su entender, cuan cerca estamos o estuvimos de explotar por los aires.
La creadora de la ilustración fue la artista plástica Martyl Langsdorf ( que estaba casada con uno de los científicos del horroroso Manhattan Project ) y a partir de 1947 el reloj Doomsday cubre la tapa de la revista científica Bulletin of the Atomic Scientist.
Primero les dejo unas fotos de cómo se ven los relojes en las páginas del libro mencionado y luego otras imágenes mas de fotos de la web con el reloj de Doomsday. En las imágenes de la web podrán ver claramente cómo los científicos del llamado Chicago Atomic Scientist - que en sus inicios estuvo formado por integrantes del Manhattan Project - miden el peligro de que el planeta estalle por el aire. Las imágenes no están traducidas pero son muy fáciles de leer y sus gráficos muy elocuentes.
Para terminar, y sin peligro de desviarme de tema, a quién le interese dejo una reseña de este libro, Cartographies of Time, que no es ajeno a la temática de cualquier foro de relojes: cómo se medía el tiempo en forma gráfica y cómo se lo representaba en la última parte de la Edad Media hasta el 2000.
¿ Alguna vez se preguntaron cómo dibujamos o representamos el tiempo... ?
En mi caso sí me lo pregunté.
También se lo preguntaron los profesores de historia y académicos universitarios Daniel Rosenberg y Anthony Grafton, que en 2010 pusieron a consideración del mercado editorial este maravilloso libro, Cartographies of Time.
Por supuesto, el tema de contar y analizar cómo la humanidad representa el tiempo es inmenso y casi infinito. Por lo tanto los autores, con un criterio algo eurocentrista ( que no es bueno ni malo, es... ) desarrollaron un análisis de la representación temporal en Europa y USA desde 1450 hasta el 2000.
¿ Y cómo es que los autores encararon el libro, se preguntarán ustedes ?
Pues por el aspecto de la representación gráfica, ya que es una de las herramientas mas importantes para organizar información. La representación gráfica está presente entre nosotros desde que el humano empezó a apuntar, anotar y contar.
Hay muchas cosas muy evidentes que, por ser tan evidentes, se nos escapan de nuestro plano de observación: primero, que la línea de tiempo está presente en los relojes ( traducidos en los índices, puntos o tacos de la esfera ); segundo, que el lenguaje del tiempo está salpicado con figuras espaciales; tercero, que la línea gráfica de tiempo propiamente dicha es una representación moderna.
¿ Cómo representaban el tiempo antes de la línea... ?
Pues se representaba de diferentes maneras.
Eusebius ( siglo XIV ) lo hizo a través de tablas cronológicas - coincide con la aparición de los codex -.
Otros autores medievales utilizan figuras: árboles ( Schedel ); burbujas narrativas ( Rolevinck ); Faust ( cuerpo humano ); diales de relojes ( Budova); en forma de computadora ( en 1540 Petrus Apianus creó la primer computadora analógica de forma circular ); disco cronológico ( Weigel ); y puedo seguir enumerando mucho mas...
La línea de tiempo propiamente dicha se la debemos a Joseph Priestley que en 1765 publicó Chart of Biography, primer intento de conceptualizar las cronologías de forma científica y la traducción de datos a una forma visual en escala. Sin embargo, el tratado cronológico mas popular del siglo XVII fue Theatrum Historicum de Helwig. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la separación entre cronología religiosa e historia secular recién empieza en el siglo XVIII. Las derivaciones de dicha separación redundaron en una catarata de nuevas y constantes recopilaciones de datos, el abordaje recopilatorio y cronológico de otras Artes ( pintura, literatura, viajes ) y nuevas formas de representación de información por medio de metáforas, alegorías y tablas comparativas.
Ya en territorio de USA, los autores hacen una muy importante reseña de inventores, historiadores y religiosos que se lanzaron a crear nuevas maneras de representar el tiempo y sus hitos mas importantes. Entre los nombrados puedo destacar a Blanchet ( Sahale Stick ); los palos-calendario de los Winnebago ( Lakota Winter Counts ); Mede ( Claris Apocalyptica ); o el acordeón histórico de Sebastian Adams.
Es casi imposible hacer una lista de todos aquellos nombrados en el libro y de las implicancias e importancia fundamental que científicos y académicos como Marconi ( registros telegráficos ); Jules Marey ( registro de datos en tiempo real ); o Galton y sus mapas geográfico-climatológico tuvieron y siguen teniendo hoy día. Ya en el siglo XX los gráficos exponenciales, o la entrada de las corrientes artísticas y de pensamiento en la representación del tiempo dieron un vuelco revulsivo y estético en la cartografía del tiempo en todas sus formas.
El libro está muy bien escrito, muy ameno en su diagramación, compaginación, papel de primerísima calidad, gráficos y fotos excelentes y arte de tapa muy logrado. Si he de ponerle un punto negativo a la edición es que no tiene cubretapas. El detalle del cubretapas no es menor: en un libro de gran calidad y que cuesta bastante ( unos 200 dólares, nuevo ) por lo tanto es algo que debería haberse tenido en cuenta.
Datos finales sobre el libro:
- El de las fotos es primera edición, 2010. Impreso en China.
- 272 páginas, papel excelente. Tapa dura, sin cubretapa.
- Su distribución es la siguiente: Agradecimientos, 8 capítulos, notas, bibliografía, créditos, índice.
Gracias por leer y ver.
Que tengan una excelente semana.
Primero les dejo el enlace al hilo de los relojes de Hiroshima antes de continuar:
https://www.foroderelojes.es/showthread.php/58503-Los-Relojes-de-Hiroshima
Ahora sí, continuo.
El Doomsday Clock es la representación de peligro atómico cuya analogía es un reloj que marca la medianoche como guerra nuclear o catástrofe mundial y la aguja minutera es la que relaciona dichos peligros con el nivel de agresividad, guerra, enfrentamiento entre naciones y la escalada armamentística nuclear y de armamento inteligente y de destrucción masiva. En las fotos del libro notarán que a veces la minutera está mas cerca de las 12 que otras; pues es el 'termómetro' de este grupo de científicos para plasmar lo que, a su entender, cuan cerca estamos o estuvimos de explotar por los aires.
La creadora de la ilustración fue la artista plástica Martyl Langsdorf ( que estaba casada con uno de los científicos del horroroso Manhattan Project ) y a partir de 1947 el reloj Doomsday cubre la tapa de la revista científica Bulletin of the Atomic Scientist.
Primero les dejo unas fotos de cómo se ven los relojes en las páginas del libro mencionado y luego otras imágenes mas de fotos de la web con el reloj de Doomsday. En las imágenes de la web podrán ver claramente cómo los científicos del llamado Chicago Atomic Scientist - que en sus inicios estuvo formado por integrantes del Manhattan Project - miden el peligro de que el planeta estalle por el aire. Las imágenes no están traducidas pero son muy fáciles de leer y sus gráficos muy elocuentes.
Para terminar, y sin peligro de desviarme de tema, a quién le interese dejo una reseña de este libro, Cartographies of Time, que no es ajeno a la temática de cualquier foro de relojes: cómo se medía el tiempo en forma gráfica y cómo se lo representaba en la última parte de la Edad Media hasta el 2000.
¿ Alguna vez se preguntaron cómo dibujamos o representamos el tiempo... ?
En mi caso sí me lo pregunté.
También se lo preguntaron los profesores de historia y académicos universitarios Daniel Rosenberg y Anthony Grafton, que en 2010 pusieron a consideración del mercado editorial este maravilloso libro, Cartographies of Time.
Por supuesto, el tema de contar y analizar cómo la humanidad representa el tiempo es inmenso y casi infinito. Por lo tanto los autores, con un criterio algo eurocentrista ( que no es bueno ni malo, es... ) desarrollaron un análisis de la representación temporal en Europa y USA desde 1450 hasta el 2000.
¿ Y cómo es que los autores encararon el libro, se preguntarán ustedes ?
Pues por el aspecto de la representación gráfica, ya que es una de las herramientas mas importantes para organizar información. La representación gráfica está presente entre nosotros desde que el humano empezó a apuntar, anotar y contar.
Hay muchas cosas muy evidentes que, por ser tan evidentes, se nos escapan de nuestro plano de observación: primero, que la línea de tiempo está presente en los relojes ( traducidos en los índices, puntos o tacos de la esfera ); segundo, que el lenguaje del tiempo está salpicado con figuras espaciales; tercero, que la línea gráfica de tiempo propiamente dicha es una representación moderna.
¿ Cómo representaban el tiempo antes de la línea... ?
Pues se representaba de diferentes maneras.
Eusebius ( siglo XIV ) lo hizo a través de tablas cronológicas - coincide con la aparición de los codex -.
Otros autores medievales utilizan figuras: árboles ( Schedel ); burbujas narrativas ( Rolevinck ); Faust ( cuerpo humano ); diales de relojes ( Budova); en forma de computadora ( en 1540 Petrus Apianus creó la primer computadora analógica de forma circular ); disco cronológico ( Weigel ); y puedo seguir enumerando mucho mas...
La línea de tiempo propiamente dicha se la debemos a Joseph Priestley que en 1765 publicó Chart of Biography, primer intento de conceptualizar las cronologías de forma científica y la traducción de datos a una forma visual en escala. Sin embargo, el tratado cronológico mas popular del siglo XVII fue Theatrum Historicum de Helwig. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la separación entre cronología religiosa e historia secular recién empieza en el siglo XVIII. Las derivaciones de dicha separación redundaron en una catarata de nuevas y constantes recopilaciones de datos, el abordaje recopilatorio y cronológico de otras Artes ( pintura, literatura, viajes ) y nuevas formas de representación de información por medio de metáforas, alegorías y tablas comparativas.
Ya en territorio de USA, los autores hacen una muy importante reseña de inventores, historiadores y religiosos que se lanzaron a crear nuevas maneras de representar el tiempo y sus hitos mas importantes. Entre los nombrados puedo destacar a Blanchet ( Sahale Stick ); los palos-calendario de los Winnebago ( Lakota Winter Counts ); Mede ( Claris Apocalyptica ); o el acordeón histórico de Sebastian Adams.
Es casi imposible hacer una lista de todos aquellos nombrados en el libro y de las implicancias e importancia fundamental que científicos y académicos como Marconi ( registros telegráficos ); Jules Marey ( registro de datos en tiempo real ); o Galton y sus mapas geográfico-climatológico tuvieron y siguen teniendo hoy día. Ya en el siglo XX los gráficos exponenciales, o la entrada de las corrientes artísticas y de pensamiento en la representación del tiempo dieron un vuelco revulsivo y estético en la cartografía del tiempo en todas sus formas.
El libro está muy bien escrito, muy ameno en su diagramación, compaginación, papel de primerísima calidad, gráficos y fotos excelentes y arte de tapa muy logrado. Si he de ponerle un punto negativo a la edición es que no tiene cubretapas. El detalle del cubretapas no es menor: en un libro de gran calidad y que cuesta bastante ( unos 200 dólares, nuevo ) por lo tanto es algo que debería haberse tenido en cuenta.
Datos finales sobre el libro:
- El de las fotos es primera edición, 2010. Impreso en China.
- 272 páginas, papel excelente. Tapa dura, sin cubretapa.
- Su distribución es la siguiente: Agradecimientos, 8 capítulos, notas, bibliografía, créditos, índice.
Gracias por leer y ver.
Que tengan una excelente semana.