Mi más sincero pésame a los familiares y a todos aquellos que conocieron a Diego y a Carlos. Dos nuevos jóvenes que no envejecerán, que no sabrán de esposa, de hijos, de nada más. No cabe en una cabeza normal arreebatar la vida de otro.
Vascos demócratas, vosotros tenéis el final de esa basura, arrinconadlos, no paséis del tema. Señaladlos con el dedo y despreciadlos.
Viva la Guardia Civil.
un saludo.