Como prometí hace unos días os voy a contar cómo he 'restaurado' mi Junghans 17, convirtiéndolo en algo parecido a un Max Bill antiguo.
1. Lo primero mostraros el reloj tal como llegó a mis manos...
2. Después la esfera ya desmontada (dio su trabajo como recordaréis de otro hilo)
Como podéis ver hay un pegote de masilla a las 5. Eso se debe a que teníamos una pequeña abolladura que podréis apreciar en la siguiente foto. Así que, antes de cepillar y lijar la esfera hasta dejarla en metal puro, le puse masilla del tipo Epoxy.
3. A continuación la esfera original escaneada, a punto para usarla en el ordenador como guía para las medidas y las marcas: Junghans y el Made in.
4. Lo que sigue es el trabajo realizado con un programa del tipo Freehand o Adobe Ilustrator. Esto es lo que llevaremos a filmar en alguna casa de fotocopias o reprografía.
En caso de esferas planas se puede hacer en papel y pegar el papel sobre la esfera original. Yo lo he probado y funciona (mejor en negro, ya que con la impresión láser nos podemos llevar cualquier sorpresa si lo hacemos a color).
En este caso pedí que lo hicieran en papel adhesivo transparente.
En cierta forma la calidad (del negro) es mejor con este último sistema ya que el papel corriente es muy poroso y los trazos se deterioran (como ya expliqué en otro hilo).
5. La esfera. Tras filmar en papel adhesivo el trabajo realizado con Ilustrator o Freehand (incluso podría hacerse directamente en Photoshop), se pega sobre la esfera previamente acondicionada y pintada.
Al no ser la esfera completamente plana se producen pequeñas bolsas de aire, sobre todo en los extremos que debemos ir eliminando, con diminutos cortes en la parte exterior (junto a los índices) y presionando con una superficie roma y blanda.
Aclaro que pinté la esfera con aerógrafo y esmalte Humbrol Enamel. También podría haberlo hecho con acrílico y supongo que en ese caso habría podido dibujar los índices con rotring sobre la pintura. Luego, por supuesto, tocaría protegerlo todo con algún tipo de laca. Es una prueba que queda pendiente para otra ocasión.
6. He aquí el resultado con el reloj ya montado
Como se puede ver, la caja fue cromada de nuevo. Desgraciadamente apenas se pulió, con lo cual mantiene casi todas las imperfecciones del original causadas por el uso y el paso del tiempo.
7. Otra imagen con el reloj puesto. Como veis las imperfecciones que antes veíamos en la esfera han desaparecido en su mayoría y el resultado, aunque mejorable, es bastante bueno.
8. Una foto más de cerca. Como se ve la corona y las agujas son doradas, mientras que la caja es cromada. Esto ya era así originalmente en este reloj y no lo he modificado. Quizá no sea la combinación más común, pero tampoco es la más rara en relojes sesenteros y setenteros.
9. Una última foto, de nuevo con mi Max Bill en la muñeca. Me siento muy satisfecho. Como anécdota os contaré que este reloj lleva en su trasera una inscripcción que dice MAN (la acerería alemana), el nombre del propietario y las fechas 1939-1964, de lo cual deduzco que este señor recibió el reloj como regalo por sus 25 años de trabajo en esa empresa a la que se incorporó prácticamente al comenzar la Segunda Guerra Mundial.
En el interior de la tapa, lleva también cinco pequeñas inscripciones, hechas por el mismo relojero en las 5 revisiones que pasó el reloj desde finales de los 60 o primeros 70, hasta los 90, si no recuerdo mal.
10. Y termino con una foto del movimiento, que he ajustado yo mismo con paciencia, pero sin demasiada dificultad. El reloj anda ahora muy fino a pesar de que probablemente no ha sido revisado a fondo desde hace casi 20 años
Si os interesa, muy pronto os podré mostrar otra restauración parecida, en este caso de un Bulova de 1956. La diferencia principal reside en que en el Bulova los índices son metálicos superpuestos y por tanto el procedimiento a seguir fue en parte distinto.
¡Hasta pronto!
1. Lo primero mostraros el reloj tal como llegó a mis manos...
2. Después la esfera ya desmontada (dio su trabajo como recordaréis de otro hilo)
Como podéis ver hay un pegote de masilla a las 5. Eso se debe a que teníamos una pequeña abolladura que podréis apreciar en la siguiente foto. Así que, antes de cepillar y lijar la esfera hasta dejarla en metal puro, le puse masilla del tipo Epoxy.
3. A continuación la esfera original escaneada, a punto para usarla en el ordenador como guía para las medidas y las marcas: Junghans y el Made in.
4. Lo que sigue es el trabajo realizado con un programa del tipo Freehand o Adobe Ilustrator. Esto es lo que llevaremos a filmar en alguna casa de fotocopias o reprografía.
En caso de esferas planas se puede hacer en papel y pegar el papel sobre la esfera original. Yo lo he probado y funciona (mejor en negro, ya que con la impresión láser nos podemos llevar cualquier sorpresa si lo hacemos a color).
En este caso pedí que lo hicieran en papel adhesivo transparente.
En cierta forma la calidad (del negro) es mejor con este último sistema ya que el papel corriente es muy poroso y los trazos se deterioran (como ya expliqué en otro hilo).
5. La esfera. Tras filmar en papel adhesivo el trabajo realizado con Ilustrator o Freehand (incluso podría hacerse directamente en Photoshop), se pega sobre la esfera previamente acondicionada y pintada.
Al no ser la esfera completamente plana se producen pequeñas bolsas de aire, sobre todo en los extremos que debemos ir eliminando, con diminutos cortes en la parte exterior (junto a los índices) y presionando con una superficie roma y blanda.
Aclaro que pinté la esfera con aerógrafo y esmalte Humbrol Enamel. También podría haberlo hecho con acrílico y supongo que en ese caso habría podido dibujar los índices con rotring sobre la pintura. Luego, por supuesto, tocaría protegerlo todo con algún tipo de laca. Es una prueba que queda pendiente para otra ocasión.
6. He aquí el resultado con el reloj ya montado
Como se puede ver, la caja fue cromada de nuevo. Desgraciadamente apenas se pulió, con lo cual mantiene casi todas las imperfecciones del original causadas por el uso y el paso del tiempo.
7. Otra imagen con el reloj puesto. Como veis las imperfecciones que antes veíamos en la esfera han desaparecido en su mayoría y el resultado, aunque mejorable, es bastante bueno.
8. Una foto más de cerca. Como se ve la corona y las agujas son doradas, mientras que la caja es cromada. Esto ya era así originalmente en este reloj y no lo he modificado. Quizá no sea la combinación más común, pero tampoco es la más rara en relojes sesenteros y setenteros.
9. Una última foto, de nuevo con mi Max Bill en la muñeca. Me siento muy satisfecho. Como anécdota os contaré que este reloj lleva en su trasera una inscripcción que dice MAN (la acerería alemana), el nombre del propietario y las fechas 1939-1964, de lo cual deduzco que este señor recibió el reloj como regalo por sus 25 años de trabajo en esa empresa a la que se incorporó prácticamente al comenzar la Segunda Guerra Mundial.
En el interior de la tapa, lleva también cinco pequeñas inscripciones, hechas por el mismo relojero en las 5 revisiones que pasó el reloj desde finales de los 60 o primeros 70, hasta los 90, si no recuerdo mal.
10. Y termino con una foto del movimiento, que he ajustado yo mismo con paciencia, pero sin demasiada dificultad. El reloj anda ahora muy fino a pesar de que probablemente no ha sido revisado a fondo desde hace casi 20 años
Si os interesa, muy pronto os podré mostrar otra restauración parecida, en este caso de un Bulova de 1956. La diferencia principal reside en que en el Bulova los índices son metálicos superpuestos y por tanto el procedimiento a seguir fue en parte distinto.
¡Hasta pronto!