Moscú, 17 jul (EFE).- El ultranacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia (PLDR) ha pedido erigir un monumento a Nicolás II, el último zar ruso, asesinado junto a toda su familia por los bolcheviques hace hoy 93 años.
"En vista de los méritos de Nicolás II en el desarrollo del Estado ruso, el PLDR insiste en que se erija un monumento al zar. Será una ofrenda de respeto a un estadista que intentó preservar la paz en nuestro país", afirma ese partido en una declaración.
Según el PLDR, el asesinato de Nicolás II y los miembros de su familia por los bolcheviques "fue el crimen más horrendo de toda la historia del imperio ruso".
"La cruel masacre de los miembros de la familia imperial marcó el fin de toda una época en la vida del país. (...) El sangriento golpe de Estado (la revolución) de 1917 acabó con todo: en lugar de la reconciliación que buscaba Nicolás II, comenzó la época del terror, una nueva campaña contra el pueblo ruso", añade la declaración.
El PLDR recalcó que "es hora de poner las cosas en su sitio, tal y como lo reclama la historia", al tiempo que expresó su indignación por el hecho de que "en cada ciudad rusa hay monumentos caricaturescos de (Vladímir) Lenin (el líder de la revolución bolchevique), ese pequeño vendedor del Estado ruso".
También el presidente de la Duma del Estado, la Cámara de Diputados de Rusia, Borís Grizlov, se refirió al aniversario del asesinato del zar y su familia por el régimen bolchevique, y manifestó que fue un crimen que no tiene justificación.
"Los bolcheviques mataron al último emperador ruso y a los miembros de su familia como símbolos de una gran potencia. El crimen perpetrado por el régimen bolchevique es un ejemplo de un intento de destruir el pasado y de enterrar la propia historia del país", dijo Grizlov.
Tras varios años de negativas, la Justicia rusa reconoció en octubre de 2008 al zar Nicolás II, a su esposa Alejandra y a sus cinco hijos -las princesas Olga, Tatiana, María y Anastasia y al heredero de la corona, el zarevich Alexéi- como víctimas de la represión y dispuso su rehabilitación.
Nicolás II, su familia y varios allegados fueron fusilados en un sótano de la casa Ipatiev, en la ciudad de Yekaterimburgo (Urales), el 17 de julio de 1918, y sus cuerpos destruidos y enterrados en un bosque.
Los restos atribuidos al zar, su esposa y tres de sus hijas fueron hallados en 1979 y, tras ser identificados, enterrados en San Petersburgo en 1998, en presencia del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, y representantes de casas reales.