asanzmart
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Me presento desde Madrid. Ingeniero de Teleco dedicado al mundo de los Sistemas de Información durante 30 años. Ahora me dedico a tiempo parcial a una empresa investigación de IA y en el otro tiempo parcial a mis hobbys, no necesariamente en este orden: la física cuántica y la cosmologia, el Taichi y ahora la relojeria.
Lo de la relojeria viene de antiguo pero en plan Jack the ripper. Como ingeniero cualquier máquina que se pueda destripar para ver como funciona me apasiona. Volver a recomponerla ya es otra historia, sobre todo cuando de joven no andas muy sobrado de paciencia.
En casa de mi madre siempre ha habido una colección de relojes de bolsillo, herencias de familia, colgados de la pared como adorno, decía ella, o como chorizos, decía yo. Algunos han sufrido penosas caídas en picado al limpiarlos el polvo. Y encima yo hice mis pinitos tocandolos por dentro sin saber lo que hacía.
Ahora voy a intentarlo por el buen camino, espero. Despacio, aprendiendo primero, probado después. Y por supuesto buscando el consejo de los expertos.
Espero aprender poco a poco a repara esos relojes, que ya he recatado de la pared. De momento he aprendido que empezar por el que esta peor, ¡si esta tan mal no lo voy a dejar peor!, es un error, siempre hay piezas para romper alguna más. Si alguien está interesado he puesto en el foro "hazlo tú mismo" una petición de ayuda para mi primer reto, que nunca debió ser el primero.
Empezar por el más nuevo, uno comprado de imitación para rellenar el hueco en la pared y que "casi" funciona es mi nuevo camino de iniciación, a ver que tal.
Mi objetivo dentro de algunos años es restaurar un Rueff Freren de oro de 1907 con carrillón ("minute repetition" pone en inglés, no se como se dice en hispano) y con una porcelana de un perro en la tapa. Una joya heredada de mi tío abuelo que quedó detenido cuando el pobre murió en la explosión de la caldera de una máquina de un tren, trabajaba de maquinista. Algún día os lo presentaré, es el único que aún no he podido "robarle" a mi madre, aunque al menos ya no esta en la pared de los horrores.
En la foto un puzzle que monte hace un par de años, regalo de Navidad y que me recordó los relojes de la pared y me despertó el gusanillo. Nada que ver con un reloj de verdad, pero un buen regalo para un sobrino a ver si se va enganchando algún joven.
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Lo de la relojeria viene de antiguo pero en plan Jack the ripper. Como ingeniero cualquier máquina que se pueda destripar para ver como funciona me apasiona. Volver a recomponerla ya es otra historia, sobre todo cuando de joven no andas muy sobrado de paciencia.
En casa de mi madre siempre ha habido una colección de relojes de bolsillo, herencias de familia, colgados de la pared como adorno, decía ella, o como chorizos, decía yo. Algunos han sufrido penosas caídas en picado al limpiarlos el polvo. Y encima yo hice mis pinitos tocandolos por dentro sin saber lo que hacía.
Ahora voy a intentarlo por el buen camino, espero. Despacio, aprendiendo primero, probado después. Y por supuesto buscando el consejo de los expertos.
Espero aprender poco a poco a repara esos relojes, que ya he recatado de la pared. De momento he aprendido que empezar por el que esta peor, ¡si esta tan mal no lo voy a dejar peor!, es un error, siempre hay piezas para romper alguna más. Si alguien está interesado he puesto en el foro "hazlo tú mismo" una petición de ayuda para mi primer reto, que nunca debió ser el primero.
Empezar por el más nuevo, uno comprado de imitación para rellenar el hueco en la pared y que "casi" funciona es mi nuevo camino de iniciación, a ver que tal.
Mi objetivo dentro de algunos años es restaurar un Rueff Freren de oro de 1907 con carrillón ("minute repetition" pone en inglés, no se como se dice en hispano) y con una porcelana de un perro en la tapa. Una joya heredada de mi tío abuelo que quedó detenido cuando el pobre murió en la explosión de la caldera de una máquina de un tren, trabajaba de maquinista. Algún día os lo presentaré, es el único que aún no he podido "robarle" a mi madre, aunque al menos ya no esta en la pared de los horrores.
En la foto un puzzle que monte hace un par de años, regalo de Navidad y que me recordó los relojes de la pared y me despertó el gusanillo. Nada que ver con un reloj de verdad, pero un buen regalo para un sobrino a ver si se va enganchando algún joven.
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