Bueno, Leica celebra su 100 aniversario con la Leica M 100 años, una edición limitada de 500 unidades de su legendario modelo "M" telemétrico, actualmente una cámara en versión digital en lugar de ser para película, pero en el concepto fundamental de cámara de fotos ligera, discreta y manejable, de enfoque por telémetro en lugar de réflex ( lo que la hacía silenciosa para reportaje social, al evitar el ruido del golpe del espejo de una réflex), esta Leica M 100 Años sigue siendo la misma Leica M de siempre, en mi opinión el modelo más emblemático de todos los de la firma, desde que en 1925 sacaron su primera cámara de 35mm. Es un modelo muy adecuado para celebrar el centenario de la firma, aunque a un precio altísimo, ya que muchos adinerados seguidores de Leica se pegarán por una de estas piezas de coleccionista edición limitada, que será más un objeto de culto que una cámara.
Entre otros productos que, además de esta Leica M, se han hecho para celebrar el centenario, parece que la casa relojera suiza Valbray (de la cual yo no sabía ni que existía), es la que saca estos cronógrafos edición limitada, llamados "EL1 100 Years Of Leica Photography Edition", que tienen esa especie de obturador sobre la esfera, que al abrirse deja ver las subesferas del reloj. Por cierto, se trata de un obturador de tipo central, como el que llevaban otras cámaras de telémetro, por ejemplo mi Yashica Minister, pero no como el de las Leica M, que es planofocal, aunque eso es lo de menos. Lo que sí es interesante es que, como dice Joanot, hay una estrecha relación entre un reloj mecánico, que nos da la hora y nos muestra el continuo paso del tiempo, y una cámara de fotos, que "congela" un instante del tiempo para la posteridad. El reloj muestra el tiempo y la cámara lo "atrapa" para siempre. Y el maravilloso mecanismo que hace posible esto es el obturador, calibrado en fracciones de segundo de hasta una ochomilésima de segundo...imagina qué maravilla de mecanismo hace falta para lograr el funcionamiento del obturador en esas fracciones de segundo con repetibilidad y precisión. Realmente, el mecanismo de un reloj mecánico y el que hace funcionar el obturador de una cámara fotográfica avanzada me parecen dos de las creaciones más increibles del ser humano, y las dos tienen la misma razón de ser: el tiempo.
El reloj es carísimo, como muchos otros relojes que hay en alta relojería, y a mi la verdad es que no me gusta estéticamente, a pesar de que me parece bonito lo del obturador para homenajear a Leica, pero vamos, me gusta bastante más la Leica M 100 Aniversario, y muchísimos otros relojes preciosos, caros o no.
No me enrollo más, que me encantan los relojes y las cámaras. Espero que os haya interesado tanta explicación.
Saludos a todos.