jost
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Y otra vez es 21 de junio y de nuevo el cumpleaños de este servidor. 31 ná menos. 2 años ya desde aquella 1ª entrada de este cuaderno en el que he ido dejando mis experiencias, progresos, dificultades y satisfacciones. Creo que en general esto algún día será útil para alguien, o al menos eso espero. Quizá algún/a jóven fascinad@ con esas máquinas mecánicas que acaba de descubrir en una revista, o quizá algún entusiasta de la mecánica con mucho tiempo libre por delante o vete tu a saber. En todo caso espero que haya servido par que quien lo lea sepa que "Se Puede". Se Puede ser relojero sin conocimientos ni negocio previo, sin preparación ni familiares en el gremio incluso sin idea de dedicación posterior. Sólo se necesitan unas cosas básicas, pasión, esfuerzo y paciencia.
Desde mi último número en febrero no ha habido grandes novedades.
Iniciamos las prácticas del crono Valjoux.
A pesar de que el crono no es de mis complicaciones favoritas lo pasé bien con esta máquina, admirando la verdadera obra de ingeniería que tuvo que ser la inclusión de tal cantidad de funciones en una sola máquina, no excesivamente grande y relativamente barata.
Tras esto poco quedaba ya por hacer de modo que los que habíamos acabado el programa pudimos dedicarnos a jugar. O lo que es lo mismo, a aprender cantidad de cosas con máquinas de diversa procedencia que no siempre estuvieron en manos de gente cuidadosa.
Como por ejemplo, el Antes y Después de una espiral que alguien debió confunir con un pelo y que al sacarlo ocurrió el desastre...
Ya se me está empezando a dar bien esto de retocar espirales, jejeje.
También cayo en mis manos un antiguo reloj de automóvil estilo Art Deccó de los años 30...
Y por supuesto mi gran revelación de este año, nunca pensé que me enamoraría de un "Real" y he de reconocer que así ha sido. Totalmente rendido a la perfección en la construcción y el rendimiento de una manufactura como dios manda.
Y por aquello de que el curso se acaba y por si alguno tiene las miras un poco más altas nos fuimos de viaje a la meca de la relojería y pasamos una semana de visitas a fábricas y museos en Suiza.
Una maravilla de viaje, le entran a uno ganas de agarrar la maleta y plantarse allí, quién sabe.
Y ahora qué? pues ahora toca trabajar amigos y por suerte esta es una profesión con poco paro. Ya he hecho un par de entrevistas para Rolex y con suerte conseguiré trabajo, y si no pues a seguir llamando a las puertas de la relojería.
Hasta aquí he llegado y ahora queda un largo camino por delante. Empieza una nueva etapa que la afronto con muchísima ilusión y ganas de seguir aprendiendo y disfrutando de este precioso oficio.
Muchas gracias todos los que me habéis seguido y animado en mi evolución como relojero, espero que no haya sido en balde.
Y por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.
JOST
Desde mi último número en febrero no ha habido grandes novedades.
Iniciamos las prácticas del crono Valjoux.
A pesar de que el crono no es de mis complicaciones favoritas lo pasé bien con esta máquina, admirando la verdadera obra de ingeniería que tuvo que ser la inclusión de tal cantidad de funciones en una sola máquina, no excesivamente grande y relativamente barata.
Tras esto poco quedaba ya por hacer de modo que los que habíamos acabado el programa pudimos dedicarnos a jugar. O lo que es lo mismo, a aprender cantidad de cosas con máquinas de diversa procedencia que no siempre estuvieron en manos de gente cuidadosa.
Como por ejemplo, el Antes y Después de una espiral que alguien debió confunir con un pelo y que al sacarlo ocurrió el desastre...
Ya se me está empezando a dar bien esto de retocar espirales, jejeje.
También cayo en mis manos un antiguo reloj de automóvil estilo Art Deccó de los años 30...
Y por supuesto mi gran revelación de este año, nunca pensé que me enamoraría de un "Real" y he de reconocer que así ha sido. Totalmente rendido a la perfección en la construcción y el rendimiento de una manufactura como dios manda.
Y por aquello de que el curso se acaba y por si alguno tiene las miras un poco más altas nos fuimos de viaje a la meca de la relojería y pasamos una semana de visitas a fábricas y museos en Suiza.
Una maravilla de viaje, le entran a uno ganas de agarrar la maleta y plantarse allí, quién sabe.
Y ahora qué? pues ahora toca trabajar amigos y por suerte esta es una profesión con poco paro. Ya he hecho un par de entrevistas para Rolex y con suerte conseguiré trabajo, y si no pues a seguir llamando a las puertas de la relojería.
Hasta aquí he llegado y ahora queda un largo camino por delante. Empieza una nueva etapa que la afronto con muchísima ilusión y ganas de seguir aprendiendo y disfrutando de este precioso oficio.
Muchas gracias todos los que me habéis seguido y animado en mi evolución como relojero, espero que no haya sido en balde.
Y por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.
JOST
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