zampetti
Moderador
Hoy he estado leyendo un antiguo nº de la revista En Hora que tenia por casa; es de hace 2 años, pero me apetecia compartir esta historia con vosotros, al menos con quien no la haya leido ya.
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Charles Chaplin fue contratado por el relaciones públicas número uno del mundo: Edward L. Bernays, quien en esos momentos trabajaba para la compañía de radio "Victory Seis". El acontecimiento ideado por Bernays, que daría fama a esta emisora, fue hacer oir por primera vez la voz de los artistas favoritos del cine mudo. La más esperada fue la de Charles Chaplin, ya que genero mucha espectación.
A la salida de la entrevista, en el año 1926, cogió el metro de la ciudad de Nueva York dirección a su casa, y al llegar a la misma y quitarse la ropa para irse a dormir, descubrió con asombro la presencia de un reloj de bolsillo en su abrigo y se preguntó: ¿a quien puede pertenecer? Finalmente desistió de investigar más y depositó el reloj en una de las comisarías de policía de Nueva York, tal como le dictaba su conciencia.
Al cabo de unos días una carta llegaba a su domicilio que decía así:
"Querido Sr. Chaplin,
Soy un carterista profesional. Ayer me encontraba cerca de usted en el metro, acababa de robar un reloj de oro a un señor grueso, que claro está no se había dado cuenta de nada y como soy uno de sus mas fervientes admiradores, deslicé el precioso reloj en su bolsillo como regalo y prueba de mi afecto y pericia hacia usted".
Habiendo transcurrido un año y un día tras haber depositado el reloj en la comisaría, explicaba Chaplin, el comisario de policía le devolvió el reloj que nadie había reclamado, pues según la ley el reloj pasaba a ser de Chaplin.
Años mas tarde, un periodista a quien Chaplin explicó el caso, se apresuró a publicar la historia bajo el siguiente titular "El carterista que regaló un reloj de oro a Chaplin".
Una semana después de que saliera publicado el artículo, Chaplin recibió un paquete acompañado de una carta que decía:
"Querido Sr. Chaplin,
Me acabo de enterar que usted es el detentador de un reloj de oro que me fue sustraido el año pasado, -adjuntando en la misma carta una descripcion del mismo. A continuacion añadia,- le ruego lo conserve, ya que no solo le admiran los carteristas, y para probarle que la gente honrada le quiere aún más que los ladrones, le adjunto la cadena de oro que el carterista no había logrado desprender. Atentamente".
Guapa la historia, eh? Lastima que ya no quede gente asi, ni haya ningun otro "Charlot" al que admirar.
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Charles Chaplin fue contratado por el relaciones públicas número uno del mundo: Edward L. Bernays, quien en esos momentos trabajaba para la compañía de radio "Victory Seis". El acontecimiento ideado por Bernays, que daría fama a esta emisora, fue hacer oir por primera vez la voz de los artistas favoritos del cine mudo. La más esperada fue la de Charles Chaplin, ya que genero mucha espectación.
A la salida de la entrevista, en el año 1926, cogió el metro de la ciudad de Nueva York dirección a su casa, y al llegar a la misma y quitarse la ropa para irse a dormir, descubrió con asombro la presencia de un reloj de bolsillo en su abrigo y se preguntó: ¿a quien puede pertenecer? Finalmente desistió de investigar más y depositó el reloj en una de las comisarías de policía de Nueva York, tal como le dictaba su conciencia.
Al cabo de unos días una carta llegaba a su domicilio que decía así:
"Querido Sr. Chaplin,
Soy un carterista profesional. Ayer me encontraba cerca de usted en el metro, acababa de robar un reloj de oro a un señor grueso, que claro está no se había dado cuenta de nada y como soy uno de sus mas fervientes admiradores, deslicé el precioso reloj en su bolsillo como regalo y prueba de mi afecto y pericia hacia usted".
Habiendo transcurrido un año y un día tras haber depositado el reloj en la comisaría, explicaba Chaplin, el comisario de policía le devolvió el reloj que nadie había reclamado, pues según la ley el reloj pasaba a ser de Chaplin.
Años mas tarde, un periodista a quien Chaplin explicó el caso, se apresuró a publicar la historia bajo el siguiente titular "El carterista que regaló un reloj de oro a Chaplin".
Una semana después de que saliera publicado el artículo, Chaplin recibió un paquete acompañado de una carta que decía:
"Querido Sr. Chaplin,
Me acabo de enterar que usted es el detentador de un reloj de oro que me fue sustraido el año pasado, -adjuntando en la misma carta una descripcion del mismo. A continuacion añadia,- le ruego lo conserve, ya que no solo le admiran los carteristas, y para probarle que la gente honrada le quiere aún más que los ladrones, le adjunto la cadena de oro que el carterista no había logrado desprender. Atentamente".
Guapa la historia, eh? Lastima que ya no quede gente asi, ni haya ningun otro "Charlot" al que admirar.
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