Hola a todos,
En el Pen Show algunos me pidieron que presentara mi colección de estilográficas y comentara por qué me interesaba cada una. Así que en las próximas semanas iré añadiendo a este hilo presentaciones de algunas de mis plumas.
Primero tengo que decir que no soy un estudioso ni nada similar, simplemente un apasionado de las plumas. Además, he de agradecer a Álvaro y a Carlos todo su apoyo, sus enseñanzas, su amistad y el tiempo que me han dedicado y que me siguen dedicando. Sin ellos nada de esto hubiera sido posible. Lo que pueda haber de interesante a continuación se debe a ellos, y los errores, despistes y demás, únicamente a un servidor.
Como muchos de nosotros, empecé coleccionando aquellas plumas que me atraían estéticamente o por su manera de escribir. Pero un buen día descubrí el mundo de la estilográfica antigua y me encontré con un problema. Si bien me resultaba cada vez más difícil encontrar plumas modernas que me gustaran, las antiguas me resultaban todas atractivas.
Dándole vueltas al tema pensé que lo mejor sería hacer una colección que contara una historia. Y como lo que a mí más me gustaba de las contemporáneas era el celuloide, busqué los orígenes del uso de dicho material en las plumas y encontré la historia que quería contar: la liberación de la estilográfica. Hay gente que colecciona un color determinado, o un sistema de carga, o una marca, o, incluso, un modelo particular (y no miro a nade...) Yo me decanté por coleccionar un periodo histórico que coincide con la aparición del celuloide. Desgraciadamente, no soy un tipo muy original, ya que ese es precisamente el periodo histórico (la época dorada, los años veinte y treinta) más coleccionado. ¡Qué se le va a hacer!
En el próximo mensaje hablaré del punto de partida.
En el Pen Show algunos me pidieron que presentara mi colección de estilográficas y comentara por qué me interesaba cada una. Así que en las próximas semanas iré añadiendo a este hilo presentaciones de algunas de mis plumas.
Primero tengo que decir que no soy un estudioso ni nada similar, simplemente un apasionado de las plumas. Además, he de agradecer a Álvaro y a Carlos todo su apoyo, sus enseñanzas, su amistad y el tiempo que me han dedicado y que me siguen dedicando. Sin ellos nada de esto hubiera sido posible. Lo que pueda haber de interesante a continuación se debe a ellos, y los errores, despistes y demás, únicamente a un servidor.
Como muchos de nosotros, empecé coleccionando aquellas plumas que me atraían estéticamente o por su manera de escribir. Pero un buen día descubrí el mundo de la estilográfica antigua y me encontré con un problema. Si bien me resultaba cada vez más difícil encontrar plumas modernas que me gustaran, las antiguas me resultaban todas atractivas.
Dándole vueltas al tema pensé que lo mejor sería hacer una colección que contara una historia. Y como lo que a mí más me gustaba de las contemporáneas era el celuloide, busqué los orígenes del uso de dicho material en las plumas y encontré la historia que quería contar: la liberación de la estilográfica. Hay gente que colecciona un color determinado, o un sistema de carga, o una marca, o, incluso, un modelo particular (y no miro a nade...) Yo me decanté por coleccionar un periodo histórico que coincide con la aparición del celuloide. Desgraciadamente, no soy un tipo muy original, ya que ese es precisamente el periodo histórico (la época dorada, los años veinte y treinta) más coleccionado. ¡Qué se le va a hacer!
En el próximo mensaje hablaré del punto de partida.