jost
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Bueno, hoy es mi cumpleaños. 29 añazos, madre mía!!!
Y mi cabeza ha decidido adelantarse un año a la crisis de los 30, primer síntoma de precodidad en toda mi vida, jejeje.
Tengo un trabajo, una buena familia, una novia maravillosa y unos amigos estupendos. Pero algo falla, esto no me va. Creía que quería ser fotógrafo, es más, quiero ser fotógrafo y siempre lo seré, pero a mi manera. La carreras detrás de politicastros, 3 ruedas de prensa a la misma hora, esperas interminables mientras se acerca la hora de la siguiente foto, jornadas de 12-14 horas, meses sin librar un finde... eso se acabó, y si a eso le añades la tendencia actual de trabajar y no cobrar... apaga y vámonos.
Y es llegado ese momento cuando empieza a picarme la nariz con la posibilidad de tomarme esta afición relojera como algo más que un mero entretenimiento. Y entonces aparece un maestro relojero de Salamanca, que entre foto y foto de su taller, me anima a estudiar e irme a trabajar a Suiza. Lo primero que pensé "este señor es muy mayor y desvaría". Casualidad o no, mi madre, unos días después me hace el mismo comentario viendo que me pasaba días enteros sentado en mi mesa-taller sin mayor preocupación que hacer funcionar las pequeñas máquinas.
Entonces pensé "a ver si van a tener razón". Todo esto se junta en la época que peor lo paso en mi trabajo, a punto de mandar todo al carajo por la simple razón de no poder pagar el alquiler.
Entonces un día llamo a Don Pedro y en media horita me puso al corriente de cómo anda la cosa. Básicamente me animó a seguir adelante con una idea que bien puede convertirse en un medio de vida precioso, que el mercado está en alza, que se necesita gente tanto en los SAT como en las fábricas. Y para terminar muy amablemente me alabó mi idea de irme a la escuela de La Mercé de Barcelona si podía permitírmelo.
Pues bien, después de todo este testamento he de decir que estoy admitido en lista para el próximo curso, que ya tengo medio mirado un piso en las cercanías de la escuela... y que tengo un miedo terrible. Miedo a tirar por la borda 4 años de estudio y lucha por abrirme campo en la industria fotográfica, miedo de que se me acabe la pasta y tener que volver a casa y miedo de hacer unos castillos en el aire que nunca serán realidad.
Pero bueno, enlazando con el inicio, hoy es mi cumpleaños y mis padres me han regalado el Manual Suizo del Relojero Reparador, y creo que como avance no está nada mal.
Prometo seguir escribiendo mis experiencias en los próximos 2 años que tengo por delante para aprender el oficio del manejo del tiempo.
Un saludo,
JOST
Y mi cabeza ha decidido adelantarse un año a la crisis de los 30, primer síntoma de precodidad en toda mi vida, jejeje.
Tengo un trabajo, una buena familia, una novia maravillosa y unos amigos estupendos. Pero algo falla, esto no me va. Creía que quería ser fotógrafo, es más, quiero ser fotógrafo y siempre lo seré, pero a mi manera. La carreras detrás de politicastros, 3 ruedas de prensa a la misma hora, esperas interminables mientras se acerca la hora de la siguiente foto, jornadas de 12-14 horas, meses sin librar un finde... eso se acabó, y si a eso le añades la tendencia actual de trabajar y no cobrar... apaga y vámonos.
Y es llegado ese momento cuando empieza a picarme la nariz con la posibilidad de tomarme esta afición relojera como algo más que un mero entretenimiento. Y entonces aparece un maestro relojero de Salamanca, que entre foto y foto de su taller, me anima a estudiar e irme a trabajar a Suiza. Lo primero que pensé "este señor es muy mayor y desvaría". Casualidad o no, mi madre, unos días después me hace el mismo comentario viendo que me pasaba días enteros sentado en mi mesa-taller sin mayor preocupación que hacer funcionar las pequeñas máquinas.
Entonces pensé "a ver si van a tener razón". Todo esto se junta en la época que peor lo paso en mi trabajo, a punto de mandar todo al carajo por la simple razón de no poder pagar el alquiler.
Entonces un día llamo a Don Pedro y en media horita me puso al corriente de cómo anda la cosa. Básicamente me animó a seguir adelante con una idea que bien puede convertirse en un medio de vida precioso, que el mercado está en alza, que se necesita gente tanto en los SAT como en las fábricas. Y para terminar muy amablemente me alabó mi idea de irme a la escuela de La Mercé de Barcelona si podía permitírmelo.
Pues bien, después de todo este testamento he de decir que estoy admitido en lista para el próximo curso, que ya tengo medio mirado un piso en las cercanías de la escuela... y que tengo un miedo terrible. Miedo a tirar por la borda 4 años de estudio y lucha por abrirme campo en la industria fotográfica, miedo de que se me acabe la pasta y tener que volver a casa y miedo de hacer unos castillos en el aire que nunca serán realidad.
Pero bueno, enlazando con el inicio, hoy es mi cumpleaños y mis padres me han regalado el Manual Suizo del Relojero Reparador, y creo que como avance no está nada mal.
Prometo seguir escribiendo mis experiencias en los próximos 2 años que tengo por delante para aprender el oficio del manejo del tiempo.
Un saludo,
JOST