Claudio
Baneado
Unos grandes almacenes barceloneses, por su XXXV aniversario, regalaba entre los clientes que hubiesen hecho compras por valor superior a una cierta cantidad, papeletas para un sorteo de multitud de objetos. Entre estos se encontraba media docena de plumas estilográficas de una marca totalmente desconocida, NOVOCROM. A continuación van dos anuncios, de abril y de mayo de 1957, en este orden, donde aparecen estas singulares plumas.
Lo gracioso del caso es que en el anuncio que va a continuación, de junio de 1957, donde se da cuenta del resultado de dicho sorteo, estas curiosas estilográficas desaparecen y, en su lugar, aparecen otras de una marca bien conocida, INOXCROM (¿serían de la misma casa?)
Al año siguiente, en celebración de su XXXVI aniversario, aquellos almacenes volvieron a realizar dicho sorteo entre sus clientes. Aquí ya sí se entregaron las plumas NOVOCROM que habían ofrecido como regalo. Estos anuncios que siguen son de abril y de junio de 1958.
Lo gracioso del caso es que en el anuncio que va a continuación, de junio de 1957, donde se da cuenta del resultado de dicho sorteo, estas curiosas estilográficas desaparecen y, en su lugar, aparecen otras de una marca bien conocida, INOXCROM (¿serían de la misma casa?)
Al año siguiente, en celebración de su XXXVI aniversario, aquellos almacenes volvieron a realizar dicho sorteo entre sus clientes. Aquí ya sí se entregaron las plumas NOVOCROM que habían ofrecido como regalo. Estos anuncios que siguen son de abril y de junio de 1958.